La creatividad del hombre se ha hecho presente desde tiempos inmemoriales, sobre todo a nivel de arquitectura, donde se fusionó la utilidad y funcionalidad de las obras con el aspecto estético. Vemos como en el imperio romano se construyó el Coliseo -monumento importante de la cultura romana-, en el imperio Inca la ciudad del Cuzco, en el Maya las pirámides mayas, en Egipto las pirámides egipcias, que forman parte de la cultura egipcia; en Atenas El Parthenon -ícono del arte griego; edificaciones construidas antes de la aparición del arte románico, sin embargo, ya eran majestuosas.
A ese ingenio creador se le incorporó el aditivo religioso que fue el elemento predominante en este arte, el cual estuvo presente en todas sus manifestaciones. Esta es la mejor evidencia de que el arte en inherente al ser humano, lo emplea para armonizar su contexto, y es una de las formas de expresar su cultura.
Historia y origen del arte románico
El primer estilo artístico definido a nivel de infraestructura fue el arte románico, creado en Europa para el siglo XI, el cual tenía elementos religiosos, que reflejaban valores de la renovada sociedad feudal, la cual era cristiana pero guerrera a la vez. Surgió de la agrupación de las propuestas que había para los primeros siglos de la Edad Media, como la germánica, el arte bizantino, árabe, el arte romano y prerrománico, el cual estructuró un lenguaje propio que se aplicaba a las manifestaciones artísticas del momento.
Aparece paralelamente en Italia, Alemania, Francia y España, teniendo elementos propios en cada uno de estos países, es decir que estructuró la cultura propia de cada uno de esos ellos como la cultura alemana, la cultura italiana o forma parte de las costumbres y tradiciones de Francia; sin embargo logró mantener las bases elementales que lo identificaban como estilo internacional dentro de Europa, donde predominó a lo largo de los siglos XI, XII y parte del XIII.
Nace como consecuencia de la innovación espiritual y de la abundancia material para el momento, lo cual inspiró la construcción de un número significativo de edificaciones religiosas. Se inaugura con edificaciones que se hicieron en Normandía, Borgoña y Lombardía.
De allí se propagó por toda Europa gracias a órdenes religiosas que construían monasterios lo que generaba generosos ingresos; además constituían centros culturales para la sociedad. También se difundió por la influencia de la iglesia y las peregrinaciones.
Por las buenas relaciones que mantenían nobles y religiosos hicieron posible que obispos, nobles, reyes y abades de diferentes monasterios, indujeron la edificación de iglesias de grandes dimensiones; en ocasiones los propios lugareños quienes las construían y costeaban.
La cultura europea se reformuló y propagó a partir del siglo X, entre otras cosas por la llegada al trono de los Capetos -dinastía real más importante de Europa, fundada en Francia en el siglo VIII- el afianzamiento del cristianismo y las bases de las lenguas románicas.
Una especie de fiebre constructiva invadió toda Europa, la cual seguía unos parámetros capaces de simbolizar a la cristiandad en pleno: era sin duda el arte románico, que sentaba las bases en todas sus vertientes y se propagaba más allá de las fronteras de los países del viejo continente que le dieron su nacimiento. Se convertía así en el arte pionero de la infraestructura en Europa, y factor de inspiración para las nuevas propuestas del arte, tanto en éste como en otros continentes.
El arqueólogo francés Charles de Gerville utilizó el término “románico” en 1820 para definir un estilo artístico anterior al gótico, a partir de la caída del imperio romano. De acá se deduce que el arte románico sucedió al arte antiguo.
Con el pasar del tiempo el término se usó para referirse al arte desarrollado en occidente, de lo cual todavía existen debates para determinar el tiempo a partir se dio el referido cambio.
Características y ubicación del arte románico
En el arte Románico la pintura y escultura siempre estuvieron subordinadas a la arquitectura, su principal factor de aplicación.
En este arte la arquitectura religiosa siempre fue más destacada que la civil. De la primera solo llegaron a levantarse pocas construcciones.
Dentro de la arquitectura religiosa destacan:
Edificio complejo desde el punto de vista arquitectónico. Cuenta con varias zonas para diferentes usos que se concentran en el claustro y la iglesia, a su alrededor se dispondrán: el refectorio, la sala capitular, la biblioteca y las cocinas.
La iglesia es el edificio principal del monasterio. Alrededor de ella se iban levantado las dependencias necesarias.
El claustro se construía al lado de la iglesia. Era una planta cuadrada en cuyo centro, por lo general, había un pozo y un jardín.
La biblioteca era una especie de estudio donde los monjes transcribían documentos y libros antiguos.
El sitio de reuniones era la sala capitular, donde se daba lectura a los capítulos de las reglas internas y donde el abad planificaba las tareas a seguir por los monjes.
El calefactorio, lugar caldeado donde podían ir los monjes para descansar y entrar en calor. -El refectorio, que era el comedor, y colindante con él había la cocina.
El depósito de provisiones le llamaban la bodega o cilla.
Las habitaciones de los monjes estaban se ubicaban en el piso superior.
Otras dependencias se adicionaban a esta estructura fundamental como los establos, los molinos, la parte del huerto, la enfermería, y a veces algunos talleres, etc.
Para su manutención estos centros aplicaban el autoabastecimiento, por ello tenían huertos y talleres, trabajados por los mismos monjes.
La Catedral
Construida en la ciudad, por iniciativa del rey o de las autoridades eclesiásticas (cardenales y obispos). Algunas veces se les incorporaba un claustro.
Pequeñas Iglesias
Se construían en extensos espacios, previendo una posible ampliación. Para una mayor estabilidad y evitar incendios utilizan más piedra que madera,.
Se les construían con un sólido componente estético por ser la Casa del Señor, y así debe ser considerada. En vista de ello, el lugar donde se ubica el Cristo -el altar- era especialmente cuidado, adornado de forma destacada, con una cubierta especial e iluminado.
Características Generales
Materiales: Los insumos que se venían utilizando hasta ahora se continuaron usando, tales como la mampostería, el ladrillo y la piedra. Se redujo la utilización de la madera por la propagación de incendios, sin embargo, en las cubiertas sigue siendo tradicional su uso en Italia.
Muro: Realizado con sillarejos, los cuales son lajas grandes de piedras adosadas a una superficie o con sillar –piedra labrada por sus caras, de forma rectangular.
También los muros se alzaban bajo la técnica de: a soga y tizón, lo cual es la disposición de los bloques por su parte más larga o más corta, respectivamente.
Los canteros que labraban las piedras les tallaban marcas típicas las cuales se veían en las construcciones.
En cuanto a los muros prestaban especial cuidado ya que al ser gruesos y dado lo alto de las construcciones, era normal que se vinieran abajo.
Con el fin de fortalecer la seguridad de las cubiertas se construyen contrafuertes.
Numerosas construcciones elaboradas con ladrillo usaron doble muro, entre los cualesse le agregó mampostería; un método heredado de Roma.
Numerosas construcciones elaboradas con ladrillo usaron doble muro, entre los cuales se le agregó mampostería; un método heredado de Roma.
Las Cubiertas presentaban múltiples modalidades:
- En madera, por factores económicos o por tradición, como es el caso de Italia.
- Abovedada (forma de bóveda): bóvedas de cañón, que puede ser cañón corrido o reforzado, y usada especialmente para la nave central.
- Bóvedas de arista principalmente para naves laterales; utilizado para cubrir espacios rectangulares; resulta de la encuentro de dos bóvedas de cañón, que se cruzan perpendicularmente aunque existen algunos casos donde se ha utilizado en la nave central.
- Bóveda ojival en el Románico Tardío o Protogótico.
Cúpula sobre trompas o pechinas (elementos arquitectónicos que une la base circular de una cúpula con un espacio inferior de planta cuadrada).
El Arco: En el arte Románico el arco distintivo es el de medio punto, con o sin peraltaje.
Arco de medio punto:
Arco Peraltado:
Arco rebajado o capanel:
Arco Ojival o apuntado: Surge en la etapa final del arte Románico, que luego dominará en el arte Gótico.
La Planta: Predomina la planta longitudinal o alargada.
Planta cruciforme, se asemeja a una cruz latina o griega; pueden tener de una, a cinco naves.
También se construyeron plantas centralizadas, circulares o poligonales.
Cabecera
Es donde, por lo general, va a estar colocado el santuario o altar, por tanto, es el eje principal. Se coloca al este de la edificación. Pueden tener más de un ábside -donde se coloca el altar.
Ábside
Es donde que dispone la mesa del altar, está situado en la parte interna de la cabecera. Por lo general tiene planta semicircular, aunque en ocasiones también es poligonal. En edificaciones donde hay más de un ábside el central es de mayor tamaño que los laterales.
La Girola o deambulatorio: pasillo que circunda el altar donde en ocasiones se disponen absidiolos de menor tamaño para aumentar el número de capillas.
Nave
Son los espacios entre muros o filas de columnas que se extienden por todo lo largo de los templos u otras edificaciones importantes. La nave principal ocupa el centro del templo, va desde la puerta de ingreso hasta el crucero, por lo general es de mayor elevación y anchura que las laterales.
En el arte románico las iglesias separaban las naves a través de arquerías que comunicaban la central con las laterales. Si había diferencia de altura en las naves, se abrían ventanas o se colocan tribunas o pasillos.
De esta manera sobre las naves laterales se construía un segundo piso a manera de pasillo, de las mismas dimensiones de la nave lateral, con vista a la nave central llamado Tribuna, que se corresponde con el “matroneum” propio de las iglesias paleocristianas, que era un lugar destinado a las mujeres.
Torres
Por lo general se colocaban una o dos torres en la cabecera y en ocasiones en prolongación del área de la base donde está el crucero; destaca de esta manera el cimborrio, lo cual es una torre que sobresale exteriormente en la zona del crucero.
Claustro
Patio rectangular o cuadrado que se construye sobre todo en las Iglesias abaciales o abadías, rodeado de galerías de pórticos a base de arcos con columnas que descansan sobre un pódium; donde el área porticada suele ser plana en madera o en forma de bóveda.
Portada o Pórtico
Las edificaciones vienen dotadas de una o varias, diseñadas bajo un esquema generalizado en buena parte de las iglesias de este estilo. Es un sitio destinado a decorados en esculturas, que siguen un patrón definido.
Cornisas
Se refiere al saliente de la fachada ubicado en la parte más alta de la edificación. Tiene la función de proteger el muro de las aguas de lluvia. Se apoya en canecillos adornados que sirven para aguantar la cornisa ubicada en la cara externa de los muros.
Tipos de arte románico
Hace su aparición en el siglo XI y se prolonga hasta el inicio del siglo XII. Se origina al norte de Italia, luego se prolongó por el norte de Aragón y Cataluña, llegando hasta el sur de Francia.
Uno los materiales que se trabaja en esta primera fase del arte románico es la piedra escuadrada, mas no pulida. Bóvedas hecha con de piedra de cañón y horno se utilizaban para revestir los templos. Los pilares desplazan a las columnas. Partiendo de los modelos prerrománicos se amplían y se elevan las naves. En esta primera fase no se registran tallas escultóricas.
Segundo Románico
Tiene su origen en Francia a inicios del siglo XII. Su difusión geográfica se realiza mediante el Camino de Santiago. La armonía, la belleza y el equilibrio en las formas son características de este estilo. Aunque presenta una arquitectura sobria, sencilla sin grandes adornos, se desarrolló con una gracia y equilibrio sin igual.
Tardorrománico
Desde la segunda mitad del siglo XII e inicios del XIII cobró vigencia este estilo, que fue la evolución final del románico que estableció formas más embellecidas y detalladas pero sobrecargadas.
En lo arquitectónico combina formas románicas y góticas. En este periodo, la escultura abandona el carácter simbólico y se aproxima resueltamente al naturalismo. Los monasterios “de la orden del Císter” se desarrollaron de manera espectacular en toda la geografía europea entre los siglos XII y XIII.
Francia fue el epicentro de estos atributos que llevó a la construcción de templos realmente espectaculares por su exuberancia. El ejemplo más emblemático se ubica en la prestigiosa iglesia de Notre Dame la Grande de Poitiers. Y aunque en España este estilo se desenvuelve de manera desigual, guarda una construcción representativa en la iglesia de Santo Domingo de Soria, que es un monumento importante dentro de la religión de España.
Románico Mudéjar
Es un estilo exclusivamente español donde se combinan elementos estructurales románicos con decorados musulmanas propias de los mudéjares, los cuales se quedaban en territorios españoles, ya conquistados por los cristianos.
Los volúmenes son en esencia iguales que los románicos primarios, restringidos por las diferencias en los materiales de uso. Se jugaba con los alfices -parte exterior de un arco-, los arcos ciegos, los frisos de esquinillas (Decoración con esquinas salientes de ladrillos formando una sierra) o ladrillos a sardinel (aparejo de ladrillos) para decorar los muros. Estas formas novedosas generan la pérdida de las figuras típicas de la escultura románica.
Arte románico religioso
El factor religioso prevaleció en el período Románico del arte, así como en el gótico que le sucedió; esto se debió fundamentalmente al gran poder económico, político y espiritual de la Iglesia Católica.
El misticismo se evocaba a través del arte. En este sentido se podría considerar que el arte era un instrumento político al servicio del misticismo.
Las actividades de construcción de los monjes benedictinos, quienes multiplicaron sus monasterios por los campos, llamando a la meditación espiritual, fue uno de los factores de divulgación determinante del Románico.
Por ello se ha llegado a señalar que “… Su origen a través de los monjes lo transforma en una expresión artística de raíces religiosas, por la cual se invita a los devotos al recogimiento, a la meditación y a la oración como medio de acercamiento a Dios”.
En este período histórico dos eventos de corte religioso tienen lugar: La reforma de Cluny, orden monástica que planteó una reforma de las órdenes religiosas, la cual establecía cómo debía ser la vida de los monjes; y las peregrinaciones religiosas.
Iglesias del arte románico
Dentro de las iglesias del arte románico encontramos las siguientes:
Catedrales
Estas edificaciones religiosas no tuvieron mayor trascendencia sino hasta el siglo XII, ya que con frecuencia despuntaban en suntuosidad las iglesias monacales o monasterios, sin embargo, a partir de ese siglo fue creciendo su interés arquitectónico y social.
Se utilizaban como fuerte para la defensa de las ciudades, a la vez que eran centro de reuniones civiles. Mostraban apariencia de fortalezas por sus torreones almenados, y sus gruesos muros.
- De este tipo son, entre otros:
- La catedral de Sigüenza
- El ábside de la Catedral del Salvador de Ávila
- El ábside en Rosellón (Francia)
- La antigua catedral de Santa Eulalia de Elna
Iglesias Menores
Iglesias de pequeñas dimensiones y con poco desarrollo en su ábside central, que en monasterios y catedrales servía para el coro de la comunidad. Entre ellas se encontraban los baptisterios –pequeñas capillas para administrar el bautismo- que seguían construyéndose en Italia, aparte de las iglesias catedrales o parroquiales. Tenían una planta redonda o poligonal; también se les reconocía por el lugar de la pila bautismal.
Monasterios
Fueron de gran importancia durante el siglo VI, sin embargo, en el campo arquitectónico no fueron tomadas en cuenta sino hasta el siglo XI, por cuanto los monjes se aplicaban al estudio de las ciencias y las letras, arar la tierra y al mejoramiento de la situación social de la comunidad; por lo que no se dedicaban a la arquitectura.
En el referido siglo los monjes iban amasando grandes fortunas provenientes de las donaciones y la generosidad de los señores feudales; lo que les proporcionó medios para invertir en iglesias y monasterios en gran medida.
En los monasterios, además de las iglesias, edificaron la sala capitular para reuniones y los claustros como pasillos centrales. Estos centros religiosos también contaban con un ábside de grandes proporciones y el crucero para recibir la gran cantidad de monjes que integraban el coro.
Los monjes benedictinos fueron los arquitectos por excelencia de los siglos IX al XII. Gracias a su actividad, pericia y difusión Europa cuenta con un gran número de monumentos artísticos de diversos géneros.
Esta orden, a inicios del siglo XI, había fundado alrededor de 15 mil abadías. De las cuales las más reconocidas desde el punto de vista artístico eran la Abadía de Cluny (Francia), reforma benedictina fundada el año 910; así mismo la Abadía del Cister, cuya nueva reforma comenzó con el siglo XII. Las dos permitieron cambios de estilo.
Los siguientes monasterios fueron reformados en España:
- Monasterio de Ripoll, siglo X, en Cataluña. Su iglesia fue reformada el siglo XI y rehabilitada a finales del siglo XIX
- Monasterio de San Victorián, siglo VI, Aragón. Devastado por árabes en el siglo VIII y rehabilitado en el XI
- Monasterio de San Juan de la Peña, Aragón
- Monasterios de Leyre e Irache, Navarra
- Monasterios de San Millán de Cogolla y San Martín de Albelda en La Rioja
- Monasterio de Sahagúnen León
- Monasterio de Celanovaen Galicia, fundado por San Rosendo
- Monasterio de Santo Domingo de Silo y de Oña en Burgos
Estos monasterios fueron reconstruidos en su mayoría, en los siglos XI y XII, algunos ya eran reconocidos en épocas pasadas.
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Arte románico, vitrales
Un elemento novedoso dentro del arte románico fue el empleo del cristal como base de la pintura, que se utilizó en los templos como propaganda religiosa, donde cabía la factibilidad de narrar pasajes de la Biblia, lo cual tomaba mayor misticismo a través de la luz natural que se filtraba por los cristales.
Los mensajes religiosos eran asimilados por el espectador más eficientemente, a través de imágenes sobre los paneles de cristal a colores e iluminados.
Abstracción de la forma, patrones lineales y una frontalidad rígida caracterizaron las primeras vidrieras en el estilo románico.
Se exhibían imágenes individuales de gran tamaño en casi todas las ventanas de las iglesias. Un abanico de colores cálidos presentaban los vitrales del arte románico, entre los cuales destacaban amarillos, blancos, rojos, azules y verdes.
La sensación tridimensional se lograba con el perfilado con líneas negras, todas las imágenes en tonos brillantes e intensos. Prevalecían los colores primarios para los trabajos con vitrales. Las formas generales más utilizadas del hueco hacia el exterior eran los medallones verticales de dimensiones regulares.
La producción de vidrios estaba garantizada ya que los artesanos vidrieros pasaban sus conocimientos a sus aprendices, que en su mayoría eran sus hijos.
A finales del arte romántico se amplía la gama de colores una vez que se introducen nuevas técnicas y se ensaya en el logro de nuevos tonalidades. Esto mejoró la expresividad de las escenas.
Estos medallones podían tener figuras geométricas simples o personajes que se correspondían con pasajes importantes de la biblia como contados cronológicamente.
En los vitrales verticales, por lo general, se presentaba una historia en serie o varios personajes; pero en recuadros diferentes. Los medallones tenían forma de ovalo o radial y casi siempre se colocaba en el centro el personaje principal, un poco más grande.
A veces la historia se mostraba en el centro y en los bordes exteriores, separados por recuadros, se adornaban con figuras florales, ramas de olivo o con simples formas geométricas. Los personajes se presentan de forma frontal con el cuerpo ligeramente de lado, manteniendo el rostro de manera frontal con la mirada hacia el espectador, pero adustos, sin expresión, dotados de grandes ojos y manos grandes.
Vale recordar que los devotos que se daban cita en catedrales e iglesias no sabían leer, por ello era necesario que las historias se presentaran a través de imágenes plasmadas en los vitrales, construyendo así las historias religiosas.
La técnica románica de los vitrales produjo reconocidas obras de arte; fueron los impulsores de los elegantes vitrales que se elaboraron en el período gótico, donde la técnica se depuró y llegó a alcanzar una gran destreza, genialidad y belleza.
La dinámica social en el devenir de los tiempos, donde transcurrieron guerras, situaciones sociales, políticas y religiosas, pusieron en riesgo esas vidrieras del arte románico, por lo cual se fueron deteriorando hasta destruirse una considerable cantidad de majestuosas obras al cristal.
Sin embargo, esta forma de manifestación artística fue manejado magistralmente por el arte gótico en iglesias y catedrales, lo que fue un legado de apreciable belleza a través de los tiempos, que hoy es difícil ver templos religiosos sin imágenes en los ventanales de vidrio.
Literatura del arte románico
Como en otros campos del arte románico, también en la literatura se mantuvo entre los siglos XI y XII. Fue un período literario básicamente de dos tendencias: popular y culta, que se propaga por toda Europa, con altos niveles de igualdad gracias a la colectividad lingüística -el latín hablado- y a las órdenes religiosas, que sintonizaban un país con otro y sus culturas, a través de la comunicación. Sin embargo, había particularidades nacionales y regionales muy definidas.
Posiblemente el aspecto popular sea el de mayor interés, ya que tiene varios elementos de gran significado: Primero porque se trata de una literatura oralizada comunicada de boca en boca a través de los siglos, logrando traspasar el propio período para llegar a nuestro tiempo; segundo porque esa tradición es el origen de un segmento significativo de nuestra literatura posterior: la poesía lírica, el teatro nacional, el romancero, etc.
Por su parte, la literatura culta de este período está representada básicamente por relatos históricos en latín: por lo general son crónicas como Sampiro, el Codex Callistinus, Silense, Alfonso VII, la crónica de Compostela o libros de cuentos, Disciplina clericalis, etc.; y varios poemas a saber: Descripción de Roncesvalles, de Sevilla, El Rodericus Campidoctoris o el Poema de Almería.
Sin embargo, el pueblo percibe igualmente informaciones cultas por dos vertientes: por medios visuales y la predicación; la catedral o la iglesia con sus esculturas , dispuestas por los cultos sacerdotes, con un gran valor alegórico van infundiendo al hombre medieval nociones artísticas, históricas y legendarias, que representan de algún modo el mundo del más allá: -Pórtico de la Gloria-; las hazañas: -capitel de Estella-; viejas leyendas: Sangüesa; aspectos religiosos: sepulcro de Cristo, en Silos; fábulas como Fromista ; cuentos: Toro; aspectos bíblicos: Ripoll.
En el siglo XII se origina una influencia francesa por el Camino de Santiago -ruta de peregrinaje del pueblo, de los nobles, de los monjes de la orden de Cluny como el obispo guerrero don Jerónimo -compañero del Cid- ; y que alcanza su mayor auge con el Obispo don Raimundo de Toledo, el cual crea las primeras escuelas de intérpretes de Toledo que tendrán una gran influencia ya que divulgan la ciencia moderna a que en ese momento podía idealizar Europa.
Pintura del arte románico
La pintura románica mural fue de suma importancia para época ya que todos los edificios debieron estar policromados.
Tuvo un corto período dentro de la pintura mural por la eliminación de las bóvedas, ábsides y muros contiguos, a la llegada del arte gótico. Preservó la ausencia de la presentación de los objetos tal como se exponen a la vista, y la actitud anti naturalista de etapas pasadas. Se aplicaba preferentemente en el interior de las edificaciones.
El dibujo y los colores planos se sobreponen para crear vivos contrastes cromáticos. El contorno de la figura lo delineaban utilizando líneas de mayor grosor, en colores negro o rojo; a su vez la forma de los rostros se lograban a través de sombras o señales rojas redondeadas en la frente, mejillas y barba. La distribución de las imágenes logra el espacio.
La técnica de mayor uso era la del fresco, la cual consiste en pintar sobre una capa de yeso húmeda, con tintes minerales disueltos en agua, lo que exigía el enyesado del muro previamente. También se trabajó sobre tabla, para decorar los altares. Las técnicas utilizadas respetaban las aplicaciones convencionales del relieve.
La técnica de la miniatura también destaca en la pintura románica, lo cual identifica a pinturas o dibujos de figuras para adornar libros, la que era realizado por gente instruida, y destinada a personas que dominaban la lectura; por lo que no tenían la intención educativa de las otras obras.
Los temas más representados en la pintura románica tienen que ver con la vida de los santos y mártires, además de los que aparecen en el último libro de la Biblia, llamado el Apocalipsis.
El otro tema que explotaban era el de la representación iconográfica de los cuatro evangelistas acompañados de sus respectivos símbolos, conocido como el Tetramorfos : toro (San Lucas), león (San Marcos), águila (San Juan) y ángel (San Mateo).
En general la pintura mural románica es bidimensional, que requiere de un soporte aportado por la arquitectura.
El pintor románico empleaba preferencialmente los colores blanco de la cal, negro del hollín, y pigmentos de colores verde, azul, ocre, amarillo, etc.; a los cuales se le aplicaba un tono fuerte, por cuanto las pinturas se veían con poca luz.
Arquitectura del arte románico
La arquitectura fue el elemento principal del arte románico. La pintura y la escultura se utilizaron básicamente para adornar o completar los edificios arquitectónicos.
Las edificaciones importantes de la arquitectura románica son tres: monasterios, iglesias y castillos.
Las iglesias se construían en el medio rural, ya que la mayoría de la población vivía en esas zonas. Eran edificios sencillos por lo general, y de aspecto macizo; lo que se deducía de sus gruesos muros y escasas ventanas. Sin embargo, esto generaba que fuera oscuro el interior de las iglesias, lo que producía un ambiente de intranquilidad y temor entre los devotos que asistían a las ceremonias religiosas; que generalmente eran humildes campesinos.
Los monasterios eran edificaciones donde residían las comunidades de monjas y monjes. Varios de esos edificios eran centros económicos y culturales, ya que tenían amplias propiedades con tierras de cultivo y campesinos a su cargo, además de estar dotados de escritorios y bibliotecas donde los monjes redactaban los manuscritos.
Los castillos eran las residencias de los señores feudales que servían a la vez de fortalezas defensivas. Entre sus elementos característicos se destacan primordialmente: Iglesias dotadas de plantas en forma de cruz latina – Arco de medio punto en entradas – La bóveda de cañón – El contrafuerte.
Escultura del arte románico
En líneas generales la escultura se hizo presente en fachadas y capiteles de iglesias y monasterios, básicamente. Predominaba el tema religioso (Escenas de la Biblia o Jesucristo bendiciendo), sin embargo, también había figuras de animales y seres monstruosos en esculturas y relieves. Se caracterizaban las figuras por ser rígidas, sin expresión y con una posición frontal.
Debido a la defensa que le hizo San Agustín al Neoplatonismo se creó la certeza, en gran parte de la edad media, que el mundo natural es una cara intermedia detrás de la que se oculta la realidad verdadera trascendente de Dios.
Por tanto, el arte debe evitar la representación de la Naturaleza tal como se aprecia por los sentidos, y demanda sustraer las verdades ocultas y el orden lógico que se esconden detrás de las formas físicas.
Así, las formas que adopta el románico se inspiran en una idea del arte desarrollado para la inteligencia humana, no para los sentidos. En modo alguno pretende copiar exactamente el contexto natural, como lo hicieron otros estilos anteriores y posteriores, sino calificar la belleza de una manera racional y abstracta.
La escultura ésta subordinada a la arquitectura y responde a los mismas directrices de sumisión del orden racional y la lógica. Focillon, historiador del arte francés, se hace eco de este hecho con total acierto a través de la formulación de la “Ley del Marco” y de la “Ley del Esquema Geométrico”.
La “Ley del Marco” exige al escultor románico adecuar sus imágenes al marco arquitectónico que las contiene. Esta norma es evidenciable con facilidad en las esculturas de los tímpanos, puesto que su forma semi-circular precisa que los personajes adopten alturas diferentes o inclinen y agachen sus cuerpos de manera que no se interrumpa la armonía del trazado semicircular.
Por su parte, la “Ley del Esquema Geométrico” demanda del escultor que, incluso si no se ve obligado por el marco arquitectónico, las imágenes de su escultura han de presentar una lógica geométrica interior. Ejemplo de esto es que las figuras guarden simetría, creen imágenes similares a cruces, círculos, cuadrados, etc.; sin interesar que ese “forzamiento” deforme la realidad de animales o personas esculpidas.
A manera de conclusión se tiene que en la escultura románica se acogen formas y proporciones adecuadas para concordar con un orden geométrico racional. Por ello, en cabeceras, portadas y fachadas se presentan personajes o animales escarpados o excesivamente altos, con frecuencia representando perspectivas ilógicas. Sin embargo, eso no le resta belleza, sobre todo si nos despojamos del pensar positivista.
Iconografía cristiana
La escultura románica se rige por el principio de su funcionalidad para la comunicación y transferencia de ideas a través de escrupulosos programas iconográficos, las cuales pueden ser alegóricas o sencillamente descriptivas de pasajes bíblicos.
Los programas iconográficos de catedrales e iglesias que estaban dirigidos a un público analfabeto y se convertían en una especie de Biblias de piedra. Al comienzo del románico predominan escenas del Antiguo Testamento como el pecado original o la creación del hombre. Sin embargo, con prontitud logran especial fuerza historias del Nuevo Testamento. Se presentan escenas como el ciclo de la Natividad (la Anunciación, Nacimiento, Epifanía…).
Adquirió gran importancia -sobre todo en los tímpanos de las portadas- el Juicio Final con Cristo en Majestad, descendiendo desde los Cielos en la mandorla mística, rodeado por los cuatro evangelistas que forman el Tetramorfos y a veces el peso de las almas.
Luego la figura de María con frecuente que aparezca con el Niño en su regazo y en sus rodillas bendiciendo.
El Bestiario
El bestiario fantástico es procedente del mundo persa, bizantino y grecorromano; se hace del mundo románico con duras críticas por pensadores de la época. Pero el arte románico respeta esta estética pagana, transformando a los animales -reales e imaginarios- en transportadores de virtudes o depravaciones, por lo que su figuración en canecillos, tímpanos, capiteles, etc. es innovada y usada con propósito de enseñanza o aviso.
El motivo escultórico que provocaría gran efecto intimidatorio en el hombre medieval y que genera un gran interés entre las últimas generaciones quizás sea el bestiario fantástico. Construido con la combinación de diferentes partes de animales, su grabado, algunas veces feroz, se fortalecía a través de lucha con débiles hombres, con el fin de impresionar para arrepentirse del pecado.
El arte románico utilizó algunos animales preferentemente para exteriorizar el bien y otros como formas del diablo y del mal. Para los primeros se encontraban básicamente las aves en general, que en ocasiones se comparaban con el alma, por el hecho de poder ascender y apartarse de lo terrenal en busca del Cielo; a veces se le representaba cercenando sus patas para lograr despegar de la tierra y volar hacia el cielo.
También simbolizan valores positivos el león o el águila por su fuerza y nobleza, incluso al propio Cristo. Es común hallar águilas y leones con grifos en las enjutas de las portadas, como vigilantes del templo. Un ave emblemática que representa el bien es la cigüeña, por su condición de ave de buen agüero.
En cuanto al listado de animales relacionados con el mal encontramos al mono, como representación grotesca del hombre, la serpiente, símbolo del pecado y del demonio por antonomasia, la liebre y el conejo, relacionados con la lujuria por su fecundidad, el jabalí y el cerdo por ser sucios, perezosos y lujuriosos, etc.
Existen animales usados con regularidad dentro del bestiario fantástico, por su carácter positivo, como los grifos (cabeza/alas de águila y cuerpo de león), que debido a la combinación de ejemplares nobles se usan como guardianes en las puertas y ventanas de iglesias.
Pero, la lista de animales maléficos es mucho mayor. Los dragones son los más emblemáticos enemigos de Dios y el hombre. Su iconografía en el románico se aparta de las formas, que las fábulas nórdicas de siglos posteriores han logrado que estén presente en nuestros días.
Como un ave de cabeza perruna con grandes ojos y órbitas profundas, con orejas puntiagudas y alargadas y amenazantes fauces, se representa el dragón románico. Su rabo es de serpiente y a veces en lugar de patas de ave, presentan pezuñas.
Iconografía profana
El arte románico, agrega motivos de tipo costumbrista o anecdótico, junto a elementos esencialmente religiosos, a medida que se desarrolla y se arraiga en el contexto rural, alejado de las importantes vías de peregrinación.
Los canecillos que soportan las cornisas de las iglesias y catedrales rurales, por lo general son las que mayormente se decoran con esculturas que representan costumbres de la época (banquetes, lances guerreros, cacerías, fiestas, etc.) o eventos sociales, incluso personajes más o menos corrientes en actividades cotidianas.
Música del arte románico
Dentro del arte románico la música tuvo una connotación trascendental, sobre todo con la eventualidad de que en este período fue que nació el canto Gregoriano, el cual tiene un gran significado para la iglesia católica. Fue creado por San Gregorio Magno y nació por la necesidad de unificación de los cantos y liturgias de las ceremonias católicas que se llevaban para el momento.
Esta iniciativa fue apoyada por teorías de personas de renombre en la historia de la religión católica como San Agustín el que sustentaba que “El que canta ora dos veces”; incluso por La Biblia que en numerosas pasajes exhorta al canto a Dios. Ejemplo de ello es cuando Pablo expresa “cantando a Dios con vuestro corazón”.
Fue desplegado una gran trabajo y organización para la creación de este canto, ya que requería del manejo del latín, del profundo conocimiento de la Palabra, de flexibilidad lingüística, preparación vocal (porque era a capella), del impecable trabajo en equipo (porque este canto se hacía al unísono), del excelente manejo de los ritmos, de un ambiente altamente espiritual y en fin, se procuraba de reunir las mejores muchas condiciones para desarrollarse, que el arte románico aglutinaba.
Obras y monumentos de arte románico
En el arte románico se encuentran ejemplos de arquitectura civil, como puentes o restos de palacios, murallas; sin embargo, la mayoría de las evidencias que existen actualmente se relacionan con la religión, específicamente con el Cristianismo. Por ello muchos autores consideran al arte románico, como el primer arte Cristiano de la historia.
Se encuentran evidencias de este arte en varios países de Europa, a través de monasterios e iglesias románicas en la península ibérica (en la mitad norte), Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Austria, Hungría o Croacia, por ejemplo.
Dentro de los monumentos más representativos podemos citar:
Iglesia Abacial De Sainte-Foy, Conques
En el Camino de Santiago Francés se encuentra la población de Conques , donde está ubicada la iglesia abacial de Sainte-Foy; una joyas definitiva del románico en Francia. Esta iglesia se comenzó a edificar a mediados del siglo XI y se terminó en el siglo XII.
De este magnífico monumento se debe destacar el tímpano de su portal, uno de los más hermosos del arte románico. Se cuentan 124 personajes esculpidos en la representación del Juicio Final que se encuentra en ese portal, la que se considera una obra cumbre de la escultura románica.
Catedral De San Trófimo, Arlés
Esta iglesia románica del siglo XII es otra joya del románico francés, la cual forma parte del Patrimonio de la Humanidad; es célebre por el extraordinario tímpano de su portalada principal, en el cual se destaca la fortaleza escultora de la simbología del Juicio Final, y por su bellísimo claustro, que posee dos de sus galerías en estilo románico y con hermosos capiteles esculpidos.
Como nota curiosa cabe destacar que esta iglesia se le retiró el rango de catedral en 1801 cuando el obispado fue trasladado a Aix-en-Provence; por ello en la actualidad tiene rango de Basílica menor.
Catedral de Lisboa
Esta catedral es ícono del románico portugués, a pesar de ser fruto de una composición arquitectónica. Se construyó a mediados del siglo XII, razón por la cual fue diseñada con un estilo más avanzado el cual accedía a la realización de edificios imponentes.
Uno de los rasgos característicos que llama poderosamente la atención de la Catedral de Lisboa es su indiscutible aspecto de fortaleza, campanarios con almenas incluidas, dispuestos en forma de torreón. Particularidad común en otros edificios del románico portugués, tal como la Catedral de Coimbra.
Catedral de Módena
El patrimonio románico también se atesora en Italia. La Catedral de Modena, cuya construcción se inició a finales del siglo XI, encima del sepulcro de San Geminiano, patrón de la ciudad de Módena; es un ejemplo emblemático de las iglesias románicas italianas, la cual fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
Contemplar la fachada occidental nos refiere que la catedral de Módena dista mucho de ser un templo menor. Sendos leones imponentes de época anterior fingen de base a las columnas que sostienen el pórtico de entrada.
Por arriba del pórtico, hallamos una extraña galería, que se extiende hacia las fachadas laterales. Y por arriba de ésta, una bella ventana circular con vidriera dibujada y a colores. La totalidad de su planta física con sus tres naves, capillas laterales, sus ábsides, y un imponente campanario la catalogan como un templo excepcional.
Campanario o Torre de Pisa
Una de las obras más populares del arte románico es el campanario de la Catedral de Pisa, la cual es un hermoso ejemplo del románico, pero es su campanario, en esta oportunidad, quien se lleva la gloria. Ya no tanto por su elegancia y belleza que es mucho qué decir, si no por su afamada inclinación. La Torre de Pisa es un templo que se comenzó en 1173 y tiene ocho niveles que la elevan por encima de los 55 metros de altura.
El campanario tiene la base adornada con arquerías ciegas. Pero, a partir del segundo piso ya se encuentran hermosos arcos de medio punto, abiertos al exterior, en forma de circulares galerías.
Luego de algunos años, durante los cuales estuvo prohibido acceder al octavo nivel, en la actualidad es posible subir hasta la cúspide, ubicación del campanario desde el que se deleita de una maravillosa vista de los demás edificios que conforman la Plaza de los Milagros de Pisa.
Catedral e San Pedro de Tréveris
La fama de esta catedral la obtuvo por su reconocida Porta Nigra (Puerta Negra), monumento romano de excelente majestuosidad que se resguarda al norte de los Alpes, sin embargo, se debe recordar que la Catedral de San Pedro es una de las grandes construcciones románicas que jamás se hayan levantado.
De Alemania es la iglesia con mayor antigüedad, ya que sus cimientos fueron heredados de un antiguo templo construido en el siglo IV, sin embargo, su estructura románica es de finales del siglo XII.
Llama poderosamente la atención su fachada hacia el occidente, fraccionada en cinco secciones, con dos pequeñas puertas laterales y un saliente, que se asemeja más a un ábside, en la sección central. La Catedral de San Pedro de Tréveris se encuentra en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Puente de Besalú
Como ya es sabido, el arte románico es valorado como un arte eminentemente eclesiástico, sin embargo incursionó en el campo civil en muchas oportunidades, como lo muestran obras en románico civil.
Son numerosos los puentes románicos que se encuentran en el suroeste de Europa, uno de ellos de excelente belleza es el Puente de Besalú en España; auténtico símbolo de esta población medieval gerundense. Se trata de un puente angulado que permite el paso del río Fluvià, el cual lo componen ocho arcos y 105 metros de longitud.
Los primeros registros que se poseen de esta hazaña de la ingeniería medieval de la época se ubican en el año 1075, sin embargo, a la construcción se le aplicaron varias remodelaciones y reconstrucciones debido a los daños ocasionadas por desbordes del río Fluviá.
A nivel del quinto pilar, a mitad del puente, se encuentra una hermosa torre fortificada de base hexagonal. Era en este lugar donde se abonaba el peaje de las mercancías, cuando pasaban por la ciudad. En la encantadora población de Besalú se pueden encontrar varios ejemplos del arte románico, como el Monasterio de Sant Pere o la Iglesia románica de Sant Julià, que en sus tiempos era la iglesia del hospital de la población.
Arte románico en la edad media
En el transcurrir de los siglos XI y XIII se encuentra un arte novedoso en toda Europa, el cual tenía raíces profundamente cristianas, es decir, lo encontraremos manifestado en edificios de las iglesias y monasterios, sin embargo sus características también se registraron en otros edificios civiles de la época.
Uno de los aspectos que más destaca en este arte es que en cada nación o reino donde se manifestó fue apropiándose de esta corriente artística, por lo que no es conveniente destacar a algún país por encima del otro.
De esta manera, los reinos y países más importantes en los cuales se desarrolló dicho arte fueron: España, Italia, Francia y Alemania.
Características principales
- El arte románico es profundamente religioso.
- Su objetivo principal es promover el acercamiento de los fieles a Dios.
- En arquitectura las edificaciones más importantes son religiosas: iglesias, catedrales y monasterios.
- En la escultura y pintura, se buscaba expresar el aspecto espiritual.
- El artista románico le interesa representar la esencia interior, mas no la belleza.
En esta época a los artistas se les considera artesanos, deambulan de un lado a otro persiguiendo contratos y por lo que sus nombres raramente aparecían como responsables de las obras que realizaban las obras. Usaban una amplia gama de símbolos, lo que se corrobora con los mensajes que observamos al contemplar las obras de arte.