Hay elementos que llaman profundamente la atención de los carnavales de Oruro. Uno de ellos es la forma cómo se originaron, ya que fue producto del devenir de diferentes rituales indígenas, para la siembra, para la cría, y otros, bajo su visión ancestral del mundo. Otro, sin lugar a dudas es su majestuosidad que no tiene nada que envidiarle a los de Brasil o de México, sin embargo han sido poco difundidos.
Historia de los carnavales de Oruro
Oruro es un pueblo situado a 3.700 mts. sobre el nivel del mar, en las montañas al oeste de Bolivia. En tiempos precolombinos era un importante centro de ceremonias, que luego se convirtió en importante centro minero entre los siglos XIX y XX.
Sus orígenes se remontan al tiempo cuando el misticismo ancestral era practicado por hombre de esas latitudes Uru – andinas. Antes del término “carnaval” en esta zona se practicaron los ritos primitivos que originaron la religiosidad Uru como la domesticación a la llama, la caza a la taruka (ciervo andino), los ritos al Tiw y los que elementalmente son reconocidos como anatas o fiestas de la siembra y recolecta que respetan la cosmovisión y el almanaque agrícola andino respectivamente.
Estos ritos ancestrales devinieron en una especie de festejo, pero con un gran sentido religioso; es lo que hoy se conoce como los carnavales de Oruro, que forma parte de la cultura boliviana.
Características de los carnavales de Oruro
Es un carnaval muy sui géneris por el sentido religioso que lo envuelve. Se inicia una cuarentena antes de la Pascua, y coincide con el primer homenaje que se le brinda a la Virgen del Socavón en el año.
Cada año, durante seis días, ese carnaval origina una amplia gama de artes populares en forma de bordados, tejidos y máscaras. El principal evento es la “entrada” (procesión), en la cual los bailarines caminan 4 kilómetros de procesión durante 20 horas, sin interrumpir su caminata.
Más de 10.000 músicos y 28.000 bailarines, distribuidos en cincuenta grupos participan en el desfile, que ha conservado la esencia de los misterios medievales.
A lo largo del trayecto de “la entrada”, colocan una cerca que impide el contacto directo entre bailarines y público en general, cosa que ha repercutido positivamente en la calidad y organización del evento.
Una diversidad de danzas bolivianas se presentan en esta gran festividad entre las cuales se puede resaltar la kullaguada, los caporales, la diablada, la morenada y llameros, entre otros.
Las danzas son diferentes entre sí, desde el punto de vista de su ritmo musical, además, todas tienen pasos de gran belleza coreográfica, lo que hace combinación perfecta con los disfraces de múltiples colores.
Los carnavales de Oruro son una muestra viva que evidencia la diversidad cultural y musical de ese país. (ver: musica boliviana).
Diablada del carnaval de Oruro
La “Danza de diablos” de Indígenas-Mineros dio paso al nacimiento de la “Diablada” e impulsó su proceso de aceptación por parte de la sociedad de Oruro; el cual abarcó el periodo de 1789 a 1944, lapso en el que los grupos de “comparsas de diablos” se nombrarían “Diablada”.
Es una danza católica y de imagen, donde los danzarines se deshumanizan personificando personajes teológicos del cristianismo.
Es una de las mezclas de costumbres andinas y católicas, más representativas de la cultura boliviana; presenta vistosos disfraces y máscaras de diablos para hombres y mujeres, que liderados por el arcángel Gabriel, simbolizan con sus pasos y saltos la salida desde el infierno rumbo al juicio. Simboliza además, la lucha entre el bien y el mal.
Adicionalmente, también es un baile característico del norte grande chileno, que se identifica especialmente con la Fiesta de la Tirana. (ver: bailes típicos de bolivia).
Carnavales de Oruro, patrimonio de la humanidad
La majestuosidad de su carnaval, procuró que la ciudad de Oruro fuera reconocida como la Capital del Folklore de Bolivia y la Unesco lo declaró como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”, el año 2001.
El carnaval de Oruro cumplió 13 años que fue declarado “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad”, evento que tiene sus orígenes en lo ancestral de esas culturas antiguas, que con el devenir del tiempo y el coloniaje logra una característica muy singular al mezclarse lo ancestral con la fe católica.
El carnaval es realmente una cultura muy bonita en los países donde se practica, se puede apreciar que realmente las personas disfrutan mucho de ese momento, aunque hay quienes no les agrada mucho esa costumbre. (ver: trajes típicos de bolivia).