Las costumbres de los Wayuu han sido pasadas de generación en generación a través de la tradición oral que encierra a estos pueblos, y de las que puedes aprender si sigues leyendo.
Costumbres de los wayuu.
Los wayuu son un grupo étnico indígena de los más antiguos que se pueden encontrar tanto en territorio colombiano como venezolano perteneciente a la familia Arawak, cuyo idioma es el Wayuunaiki.
Estos indígenas colombianos milenarios habitan esta tierra desde antes de la llegada de los españoles, y aunque su población se vio fuertemente mermada durante la colonia, todavía existe en nuestros días y ahora va cada vez más en ascenso.
Tienen una serie de costumbres de lo más interesantes que serán descritas en este artículo:
El blanqueo.
Estas costumbres de los wayuu entra en vigencia cuando una mujer adolescente entra en la fase de desarrollo, noticia que solo lo dice a su mama o tía materna. La mujer responsable de la niña la dispone en encierro para darle un baño usando agua que ha sido puesta al sereno.
A esta agua se le coloca cocha de un tronco de árbol que se llama indio desnudo o kutena, esto se realiza con la finalidad de suavizar el cutis de la joven.
Después de este ritual indígena, la muchacha debe ingerir varias bebidas que se hacen de vegetales mientras está encerrada en una habitación parte de la vivienda más alejada, en la parte alta del cuarto se le pone un chinchorro para dormir.
Durante este tiempo de encierro la joven tiene prohibido consumir alimentos sólidos, solo puede tomar el guarapo de vegetales, alguna chicha de maíz o jugos que se extraen de las raíces.
Cuando ha finalizado el encierro se debe bañar y quitársele todo el cabello, así al salirle nuevo se le habrán ido las malas mañas. La muchacha no se puede dejar ver por extraños mientras esta en una habitación aprendiendo a tejer, hilar, bordar y cocinar.
El nombre se debe a que durante este tiempo la muchacha no recibe sol, así que su piel se torna un poco blancuzca.
Matrimonio Wayuu.
El hecho de casarse significa la unión de un hombre y una mujer para que tengan familia y se ayuden en todo.
Sin embargo, en el caso de la mujer el matrimonio es un negocio, pues el hombre debe pagar para poder casarse con alguna chica, y la cantidad del pago es puesta por el tío materno, que se establece en cabezas de ganado vacuno, cabrío, con collares, prendas y dinero.
El pago es repartido entre el tío materno, la madre de la joven, la muchacha y algunos familiares cercanos.
En caso de que el hombre se canse de vivir con su esposa puede devolverla a los padres, quienes la reciben y reintegran a la familia pero no devuelven nada de lo pagado. El dinero solo se devuelve cuando la separación se produce por infidelidad de la esposa.
Culto a los muertos.
En primer lugar se enciende una fogata en un espacio cerca de la vivienda, lo cual es una referencia de que en esa casa hay un muerto. Se prepara gran cantidad de bebida espirituosa llamada chirrinche, así como grandes cantidades de carnes de res o de ovejo.
Se ponen en su lugar muchos chinchorros o hamacas que servirán para las personas que vienen de lugares lejanos. Los parientes están encargados de bañar al muerto y envolverlo en mantas para colocarlo en mantas, en un chinchorro o en un ataúd.
La manera Guajira de entierro a los muertos los visitantes se acerca al difunto poco a poco según el parentesco que tenga. Luego se van para que otros puedan pasar pero siguen llorando a la distancia con la cara cubierta por una tela.
Los asistentes se acercan a los familiares para dar el pésame mientras al cadáver se le da sepultura en el cementerio popular.
El segundo velorio wayuu.
Luego de todo el acto anterior, es costumbres de los wayuu que una anciana perteneciente a la familia y que esté preparada para ello, debe primero lavarse las manos antes de exhumar los restos del familiar. Toma un licor que la estimula y le ayuda a resistir la tarea que debe ejecutar a continuación.
El trabajo consiste en sacar con mucho cuidado y poco a poco todos los huesos del familiar que están dentro del ataúd, al sacarlos debe lavar muy bien cada hueso hasta quitarle cualquier resto de carne.
Una vez limpios, los huesos se colocan en un pañuelo blanco que es sostenido por otra mujer, para luego colocarlo en una olla de barro o en una urna nueva.
Se hace un nuevo velorio, tras el cual se lleva de forma permanente el puñado de resto hasta el cementerio para quedarse ahí.
1 pao pao
gracias me sirvio mucho la informacion