Las Geishas son íconos de la cultura japonesa, la cual es rica y antigua. En occidente a menudo se malinterpreta su trabajo y se les confunde con mujeres de compañía o cortesanas, pero esto es un error. El verdadero trabajo de las Geishas japonesas es el entretenimiento a través de las artes y esto lo deja claro su nombre, que está compuesto por dos kanjis “Gei” cuyo significado es arte y “Sha” cuyo significado es persona. Lo que se traduce como persona dedicada a las artes o directamente artista.
Las geishas se encargan de mantener y proteger la cultura japonesa en los tiempos actuales donde las tradiciones y la historia han perdido demanda. Y donde se cree que se encuentran en peligro de desaparecer. El turismo ha sido una de las actividades que han mantenido vigente a esta profesión al ser consideradas un emblema de Japón y su rica tradición artística.
Historia de la profesión
El trabajo de las geishas se remonta al siglo XV. Donde se solicitaban los servicios de personas que animaran eventos. Mediante la demostración de sus habilidades en disciplinas artísticas tradicionales que incluían tocar instrumentos musicales como los tambores, la flauta o el shamisen o demostrar el dominio de la compleja ceremonia del té, entre otras actividades.
Alrededor de 1750, el oficio de la geisha se extendió y popularizó. Lo que llevó a la aparición de los okiya y los kenban. Los kenban son un sistema parecido a los sindicatos, que se encarga de regular al colectivo de estas artistas. Por otra parte, los okiya son los hogares de las geishas, donde se les educa y entrena desde temprana edad.
Curiosidades sobre las geishas
- La figura de la geisha se asocia a las mujeres. Pero en sus inicios, esta profesión también era ejercida por hombres, que fueron perdiendo popularidad. Dejando finalmente el puesto solo para las mujeres.
- Para ser una geisha primero se debe ser Miranai, luego Maiko y, tras varios años de entrenamiento, se realiza la ceremonia llamada Erikae. Donde la Maiko se convierte en una geisha veterana.
- Las geishas aprenden a tocar el shamisen, el shakuhachi y el taiko. Además, aprenden baile japonés, poesía, literatura, teatro, canciones tradicionales, dominar el Sado (ceremonia del té) y realizar Ikebana (arreglos florales).
- Para el año 1920 existían alrededor de 80.000 geishas en todo Japón. Pero en la actualidad tan solo ejercen esta profesión alrededor de 1.000 mujeres.
- La formación de una geisha solía ser muy costosa. Por ello necesitaban de un patrocinador o mecenas que cubriera sus gastos. Las familias de menores recursos económicos enviaban a sus hijas a los okiyas. Generando una deuda que se pagaba con los años, cuando las jóvenes dejaban de ser aprendices y eran contratadas por los clientes.
- Actualmente los lugares en Japón donde más se concentran las geishas son las ciudades de Tokio y Kioto, en barrios conocidos como Hanamachi.
- Para poder vestir el kimono tradicional, las geishas necesitan ayuda. Hombres llamados otokosu solían ser los encargados de esta labor y es de los pocos oficios que los hombres pueden ejercer en los okiya. En la ciudad de Kioto solo existen cinco otokosu, por lo que el oficio de ayudante de vestimenta lo ejercen en su mayoría mujeres de mediana edad.
- El peinado tradicional de las geishas es conocido como Shimada pero existen otros estilos de peinado como Katsuyama, Mishidashi, Yakkoshimana y Ofuku, entre otros. Actualmente se acostumbra a utilizar pelucas que son cuidadas por artesanos, ya que lo apretado de los peinados solían causar alopecia.
- A medida que la aprendiz se convierte en geisha, su apariencia en maquillaje, peinado y vestimenta, van cambiando. Volviéndose más apagado ya que se considera que al llegar a la madurez, es más apropiado mostrar la belleza natural de la geisha.