La escritura o Literatura mexicana tiene su reconocimiento en la historia, además de una apreciación artística. Los escritores mexicanos, en la región de Mesoamérica en medio de los tiempos precolombinos y locales supieron dejar un precedente para los tiempos futuros.
¿Qué es literatura Mexicana?
La escritura o Literatura mexicana es el aglomerado de obras con apreciación artística escritas en México por escritores mexicanos, en la región de Mesoamérica en medio de los tiempos precolombinos y provinciales.
Esta reserva artística se inicia antes de la entrada de los españoles. La mayor parte de la escritura de los grupos de personas de Mesoamérica se transmitió oralmente, y solo una parte de esas manifestaciones se registraron posteriormente en forma variada por las letras latinas en orden. Se sabe, independientemente, que el verso épico, el verso sensacional, la composición narrada y la escritura instructiva prosperaron.
En el momento en que se produjo el triunfo español de los terrenos de Mesoamérica, la escritura de la zona cambió profundamente. Al principio proliferaron las cartas de los vencedores, y además los anales de los principales peregrinos europeos, en general atractivos. En ese momento, una escritura de claro impacto barroco comenzó a prosperar, aunque con un cierto grado de carácter más auténtico y único en relación con el español.
Normalmente, el siguiente desarrollo increíble en la historia de México, Independencia, fue además para verificar un cambio significativo en la generación abstracta. Los articulistas de impacto sentimental se reunieron en la Academia de Letrán y enmarcaron la increíble edad de los periodistas mexicanos. Posteriormente, prevalecieron los ensayistas positivistas y los pioneros, entre los cuales surgió Amado Nervo, quizás el principal autor mexicano de hoy en día.
La entrada del nuevo siglo combinó en México, como en diferentes puntos, la cercanía de las vanguardias abstractas. Sea como fuere, el significado de la composición pragmática se debió más aquí que en diferentes lugares, lo que hizo posible que los ensayistas de las propensiones del siglo XIX coincidieran en un tiempo similar con otros estudiosos de vanguardia, que se reunieron en torno al supuesto Ateneo de la Juventud. (Ver: Cultura Olmeca)
En medio del segundo cuarto del siglo veinte, esta desunión terminó siendo más notable. Desde una perspectiva se alzaron los estridentistas, intensos partidarios de las vanguardias; otras personas que se ocuparon de recordar el tiempo pionero; y una tercera reunión más involucrada en la composición de libros sensatos sobre la Revolución. La novela indigenista y la de reflexión nacional surgieron de esa tercera reunión y alcanzaron suficiente significado a mediados de siglo.
Historia
Tiene sus precedentes en las obras escritas de los grupos indígenas de Mesoamérica. Sea como fuere, con el descenso de los españoles, hubo una manera de mestizaje que más tarde ofreció una ruta a un tiempo criollismo de la escritura entregada en Nueva España. El mestizaje de la escritura de la Nueva España es obvio en la fusión de varios términos generalmente utilizados en el arenga de vecindario del virreinato y en una parte de los temas que se abordaron en el período.
En el período del Virreinato, Nueva España facilitó a los ensayistas barrocos, por ejemplo, Bernardo de Balbuena, Carlos de Sigüenza y Góngora, Juan Ruiz de Alarcón, Francisco de Castro, Luis Sandoval Zapata, Sor Juana Inés de la Cruz, llamada La Décima Musa. Extremadamente inconfundibles todos, y que dieron la batalla subyacente por la liberación de la redacción nacional del promontorio: Diego José Abad, Francisco Javier Alegre y Fray servando Teresa de Mier.
Hacia el final de la administración fronteriza, figuras como José Joaquín Fernández de Lizardi se alzaron en Nueva España, cuya obra es vista como una muestra del picaresco mexicano y la principal novela actual compuesta sobre el territorio estadounidense. Hacia el segundo 50% de ese siglo, las obras, por ejemplo, Los Mexicanos pintaron sin que nadie más apareciera, un libro que nos da una idea aproximada de cómo las personas eruditas de la época vieron lo que queda de sus parientes.
Hacia el final del siglo, en medio del Porfiriato, los académicos mexicanos se inclinan hacia las inclinaciones predominantes de la época. Para elogiar el siglo de la Independencia de México, se preparó la supuesta Antología del Centenario, que se planeó para ordenar a los escritores de los cien años iniciales de México, pero se truncó y el volumen principal se distribuyó en dos volúmenes, que se consideraron todos los aspectos. Incorporó el verso.
Los increíbles artistas de la época son Fray Manuel de Navarrete, Fernando Calderón, Ignacio Rodríguez Galván. La Pléyade de artistas pioneros, por ejemplo, Amado Nervo y Manuel Gutiérrez Nájera emergen. De un tiempo similar y que dispuso la Antología del Centenario, Luis G. Urbina. De reconocido renombre, Efrén Rebolledo, José Juan Tablada, Enrique González Martínez y Ramón López Velarde.
Esta ideología sería precursora de la prosperidad de una escritura patriota, que llegó a buen término en los trabajos hechos por periodistas, por ejemplo, Rosario Castellanos o Juan Rulfo. Del mismo modo, hay una escritura indigenista en la escena, que espera representar el razonamiento y la vida de los grupos indígenas de México, aunque de manera divertida, ninguno de los escritores era indígena. Entre ellos cabe destacar a Miguel Ángel Menéndez Reyes, Ricardo Pozas y Francisco Rojas González.
Características
Es resaltado entre los más productivos y convincentes del dialecto español. Tiene creadores universalmente percibidos. Tiene sus predecesores en las obras literarias de los grupos indígenas de Mesoamérica. Los autores mexicanos están inclinados hacia las abrumadoras tendencias de la época.
Inclinación estampada por la redundancia de un pensamiento propio. Imágenes que se originan de un pensamiento similar. Imágenes que se originan en la naturaleza. No son exclusivamente ceremonias puras, la naturaleza. Además del hecho de que son costumbres modestas, se ven como escritos filosóficos y otros, además, se parecen a escritos filosóficos y otros que reflejan la preocupación por la muerte.
En medio del conflictivo siglo XIX, se busca un verso del nacional. En el período anterior a la autonomía, antes de la libertad, se produjo el avance criollo. En medio del criollismo de Wardesarrollo. En medio de la guerra de la mediación francesa se salvó donde la intercesión francesa salvó los modelos convencionales. Hacia los regreso giros porfiriato prevalentes. Hacia el porfiria, el verso noble regresa a través del verso distinguido a través del Modernismo que comprende esa época. El modernismo establece ese tiempo en un semillero de poetas, en un semillero de artistas.
Autores y escritores
El siglo XX fue excepcionalmente productivo para la nación y se crearon numerosas escuelas y corrientes artísticas, de todos modos en la actualidad hay creadores que, además, emergen por su esplendor en los versos. Un resumen de los editores mexicanos, actuales, simultáneos y auténticos, que han afectado la escritura mexicana, además de ser algunos individuos esenciales en la nación. Han compuesto especialmente libros, versos, teatro, exposiciones e historias. (Puedes ver: la Danza del Venado)
Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (1651-1695)
De lo contrario llamada Sor Juana Inés de la Cruz fue designada “el Fénix de América”, “El Décimo Musa” o “La Décima Musa Mexicana”. Se ve como un ejemplo de la escritura de Nueva España y la Edad de Oro de la escritura española. Sus obras más excepcionales son “El amor es más laberinto” y “Los peones de una casa”. Fue artista y además compuso obras de teatro.
Octavio Paz (1914 – 1998)
Delegado extraordinario de las letras latinoamericanas. Este escritor fue escritor, narrador, intérprete, artista y Premio Nobel de Literatura en 1990. Sus obras fueron retratadas por su sensualidad, su tono poco original y surrealista. Entre sus obras más extraordinarias se encuentran “Luna salvaje”, “Poemas”, “Libertad bajo palabra”, “Águila violenta”, “Salamandra”, “Entre la piedra y la floración” y “Pasado en claro”.
Carlos Fuentes (1928 – 2012)
Fue uno de los individuos del Boom latinoamericano y un destacado entre las figuras más esenciales de la escritura latinoamericana. Debido a sus libros, artículos y comentarios académicos, se le otorgó el premio Príncipe de Asturias por su escritura. Estableció la revista mexicana de literatura. Entre sus obras se encuentran “Los días velados”, Aura, “Zona santificada”, “El distrito más sencillo”, “La desaparición de Artemio Cruz”, “Tierra nostra” y “Cristóbal Nonato”.
Juan Rulfo (1917 – 1986)
Los libros “Pedro Páramo” y “El llano en llamas” se han convertido en numerosos dialectos y se contemplan en las escuelas de escritura de todo el mundo. A pesar del hecho de que Juan Rulfo compuso un par de libros, la profundidad de sus obras ha sido percibida por representar la condición humana y la excentricidad de los individuos mexicanos.
Jaime Sabines (1926 – 1999)
El creador de las obras “Adán y Eva” y “Clima terrible” fue descrito por su dialecto informal y sin restricciones que refleja la vida de los individuos acostumbrados. Fue escritor, autor y escritor. Él es visto como un destacado entre los escritores más vitales del siglo XX en la escritura mexicana.
Juan José Arreola Zúñiga (1918 – 2001)
Lo más sorprendente de este ensayista es que su preparación fue autodidacta, ya que nunca completó la escuela primaria. Fue ensayista, intérprete, escolástico y director editorial de revistas imperativas, por ejemplo, Cuadernos del Unicornio o Eos, Revista Jalisciense de Literatura. Surgen sus obras Bestiario, La Feria y Confabulario. Es un destacado entre los anunciantes más esenciales de la asombrosa historia contemporánea mexicana.
Rosario Castellanos (1925 – 1974)
No se ve exclusivamente como un destacado entre los periodistas mexicanos más esenciales del siglo XX, sin embargo, sus trabajos son una salida a través del contexto histórico de las damas en México. Este representante y autor se destacó por sus trabajos, por ejemplo, “Ejercicio de cocina: confeccionar, cerrar y cumplir con el cónyuge” y “La mujer incesante”, siendo la última una obra de teatro.
Alfonso Reyes (1889 – 1959)
Percibido como extraordinario en comparación con otros académicos de la América española en el siglo XX. Presentó diversas clases artísticas a lo largo de su profesión como verso, artículo, novela y obras de teatro. Distribuyó “Preguntas de buen gusto”, su primer libro en 1910. También fue diplomático de México en Argentina y fue compañero de los periodistas latinoamericanos más famosos de la época.
Carlos Monsiváis (1938 – 2010)
Se asoció con diarios y mejoras sociales desde el principio. Escribió en varias clasificaciones académicas, por ejemplo, historias, exposiciones. Sus obras se caracterizan por la incongruencia, la parodia y el desvío corrosivo y manejan temas distintivos, por ejemplo, los cambios de la cultura mexicana debido a la innovación o los desarrollos sociales.
Elena Poniatowska (1932 -)
Concebida en Francia, pero con un alma mexicana, se destaca entre los periodistas más importantes de la actualidad. Sus obras manejan temas esenciales de la historia mexicana del siglo XX. Ha emergido para sus libros y papeles, por ejemplo, “La noche de Tlatelolco. Homenajes de la historia oral.” Otras de sus obras son: “Hasta el momento en que usted ve, mi Jesús”, “La piel del cielo”. “Viernes por la noche” o “Los siete niños”. Es una de las pocas mujeres mexicanas que tiene el Premio Cervantes.
Literatura mexicana contemporánea
Consecuencias de ocasiones políticas. Una mezcla de cultura mexicana y española. La precariedad política cambió todos los tipos de expresiones humanas entregadas desarrollos abstractos, por ejemplo, “Estridentistas” y “Los Contemporáneos”. Hoy en día, numerosos académicos en México son vistos como la voz de la sociedad de la historia.
La escritura contemporánea mexicana alude a los estilos académicos utilizados en el período desde el siglo XIX hasta el presente. Su introducción al mundo se atribuye a las ocasiones de la Revolución Industrial y la Revolución Francesa. Este tiempo de escritura tiene como marca general estar siempre en restablecimiento. Es un período atravesado por cambios extraordinarios a nivel social, social y político. Por lo tanto, la escritura reflejará sus cambios constantes. (Ver: Danzas de México)
Por lo tanto, la escritura desea descubrir la expresividad de los escritores, destacando las disparidades sociales y los resultados de la innovación y el avance. Los temas utilizados por los creadores de la escritura contemporánea muestran sustancias específicas, problemas de impugnación y desequilibrios sociales.
El objetivo es romper con ideas pasadas, modelos y parámetros de buen gusto (Renacimiento, Barroco e Ilustración o neoclásico). Con la escritura contemporánea surgen articulaciones artísticas, por ejemplo, funnies y manga. También afecta a revistas, folletos, diarios, radio, cine y televisión, es decir, en los primeros medios de comunicación. Entre los creadores excepcionales se encuentran: Duarte Camilo Cela, Ignacio Aldecoa, Blas de Otero, Manuel Vásquez, Isabel Allende y Jorge Luis Borges.
Obras
La escritura mexicana, productiva y de género, se distinguió constantemente por el mestizaje o el impacto de una Revolución mexicana que transformó la clasificación periodística en un antecesor de historias y escritores patriotas. Una inclinación que detona en estos mejores libros mexicanos que deberías leer, por lo menos raro.
Pedro Páramo de Juan Rulfo
En el caso de que haya un libro mexicano, este es Pedro Páramo, un destacado entre las historias más completas de la escritura latinoamericana. Desaparecido antes por la no menos sugerida recopilación de historias la llanura en llamas a través de la cual Juan Rulfo nos había familiarizado previamente con el pueblo anecdótico de Comala.
Pedro Páramo inspira la calidad sobrenatural de un desierto de México, de voces desconcertantes y de destrozos en los que nos encontramos. Nosotros dos historias: la de Juan Preciado, un joven que llega en busca de su padre Pedro Páramo, y el último mencionado, un cacique adulterado por el poder. Distribuido en 1955 y considerado por numerosos individuos como uno de los principales libros de la célebre autenticidad mística latinoamericana, Pedro Páramo es uno de esos libros básicos que todos deberían leer.
Como agua para chocolate de Laura Esquivel
En el momento en que todo el mundo se imaginó que la autenticidad de otro mundo mencionada anteriormente había llegado a su fin, los años 80 terminaron con la producción de una de las obras extraordinarias de la escritura mexicana.
Ubicada en la provincia de Coahuila en medio de la Revolución Mexicana, la historia relata el sentimiento entre Tita, sentenciada a lidiar con sus padres cuando fallece como cada niña Benjamina, y Pedro, quien recibe la mano de la hermana de Tita, Rosaura.
Esto, con las cocinas, los sabores y los platos mexicanos enganchando a los néctares del sentimiento. Al igual que el agua para el chocolate, es en sí misma una fórmula que juega con los elementos esenciales para ser abrumador: una historia romántica guisada, la combinación ideal de la vida cotidiana.
El laberinto de la soledad de Octavio Paz
La escritura patriótica como resultado de la Revolución mexicana incorpora obras distintivas en las que los escritores han intentado explorar el modo de vida, la médula y la conducta de los mexicanos. Un precedente decente es The Labyrinth of Solitude, el showstopper de Octavio Paz distribuido en 1950 y formado por nueve artículos a través de los cuales el autor profundiza en las escenas narradas que activaron, según él, un personaje escéptico específico en la cultura mexicana. (También puedes ver: Música prehispánica)
Las versiones posteriores del trabajo han incorporado el notable Postdata, una Conferencia de Paz en la Universidad de Texas en 1969 que depende de la hipótesis del libro, o Regreso al laberinto de la soledad, una reunión en la que el razonamiento en torno a un mexicano que de manera confiable “cumple”. Con la voz de la carrera”.
Las luchas en el desierto de José Emilio Pacheco.
Distribuido por primera vez en el suplemento del sábado en 1980, The Battles in the Desert terminó siendo impulsado como una novela corta un año después. Ambientada en 1967, la obra de Pacheco retrata los últimos veinte años a través de la voz de Carlos, un joven del barrio romaní de la Ciudad de México que se convierte en una impresión ideal de la cultura mexicana de la época, una que a pesar de progresar y comprender.
La modernización continuó arrastrando las grietas que acabarían rompiendo en poco tiempo. Extraordinario en comparación con otros libros mexicanos con respecto a la comprensión de la historia actual de la nación norteamericana.
Confabulario de Juan José Arreola
Increíble compañero de Juan Rulfo y corrector incansable de diversas producciones artísticas de extraordinarios logros en el México de los años 60, Arreola fue un destacado entre los escritores más fructuosos de su época, en contacto constante con las vanguardias distintivas y con una nación de la que formó parte.
Confabulario, distribuido en 1952, es un arreglo de historias a través de las cuales el escritor profundiza en los sentimientos generales, por ejemplo, el amor, la decepción o la decepción del hombre actual, mientras que incluye una actividad de purga para incorporar diferentes escritos del ensayista que eran densos en menos paginas.
El paso de Artemio Cruz vía Carlos Fuentes.
Independientemente de no obtener el Premio Nobel de Literatura que afirmó haber recibido cuando fue recibido por Gabriel García Márquez en 1982, Fuentes es uno de los increíbles creadores de la escritura hispanoamericana, campeón de diferentes premios, por ejemplo, el Príncipe de Asturias o el rómulo gallegos.
Un ensayista cuyo catálogo incorpora funciones tan intensas como La muerte de Artemio Cruz, una novela que revisa los resultados de la Revolución mexicana en el grupo sobresaliente y, específicamente, de un Artemio Cruz que desde su lecho de muerte nos revela su propia historia.
Literatura mexicana actual
A partir de ahora para el siglo XX, la ocasión central que motivaría y tendría una sólida proximidad en la mejora de la epopeya mexicana contemporánea fue el tema de la transformación, que estaría disponible en las obras, por ejemplo, “Los de abajo” (1916) por Mariano Azuela, épica realista en la que su propio creador dependió solo como especialista militar para ser parte de los poderes de Julián Medina, quien era un optimismo villista militar mexicano.
Los diferentes académicos que se alzaron en este siglo y que a la larga podrían ser los más conocidos de toda la historia artística que se creó en México son: el escritor Carlos Fuentes, quien con su excepcional estilo de composición descubrió cómo sumergirse en el individuo y Cuando se tiende a, por ejemplo, el escritor Paris Alejandro Salazar (2013) especifica el amor, la desaparición, los problemas gubernamentales, la energía, la mentalidad ausente, la vida, etc., utilizando un dialecto fuerte y novedoso adecuado para fusionar las crudeza casual.
Siguiendo con la mayoría de los autores delegados de este período, está también el ensayista Juan Rulfo, quien en sus obras descubrió cómo capturar una mezcla del mundo real y el sueño, que está disponible en su obra titulada “Pedro Páramo”, donde hace una obra única. Representación de la relación de los mexicanos con la muerte.
Finalmente, el artista Octavio Paz apareció en este siglo con su trabajo en papel que obtendría el título de “El laberinto de la soledad”. El creador descubre cómo presentar la sustancia de la singularidad mexicana, a través de la investigación de articulaciones particulares, estados de ánimo e inclinaciones, que descubrió cómo encontrar en la cultura mexicana en el segundo 50% del siglo XX.
Los nuevos creadores que se desarrollaron antes de este nuevo siglo han sido conscientes de que el dialecto actual no es lo mismo que el pasado, debido a la cercanía de la maravilla llamada “hipermodernidad”, que ha incitado, como lo menciona Antonio Paira. (2005) el surgimiento de nuevos dialectos como el supuesto “dialecto transfronterizo”, que ha resultado estar disponible debido a la relación armoniosa que México ha tenido con los Estados Unidos.
Posteriormente, la escritura mexicana actual ha entendido que no puede seguir siendo el beneficiario de todos y que su mejor aparato es la capacidad creativa, que se ha convertido posiblemente en el factor más importante para llenar cada uno de esos espacios sin llenar de los encuentros que no se han podido aclarar.
Del siglo 20
El siglo XX fue la era de la vanguardia, la vanguardia buscó en el trabajo un método para enfrentar al mundo real. La innovación siguió prevaleciendo en verso y autenticidad y naturalismo en composición. En medio de este período, los delegados de la escritura del siglo XIX existían junto con los individuos del Ateneo de la juventud.
Entre los individuos del encuentro se encuentra Alfonso Reyes, cuyo trabajo “La cena” escrita en 1912 es el comienzo del avance en la cuenta mexicana y también la ficción principal. En el siglo XX, la novela en México era todavía joven y en esos minutos en que las ocasiones políticas influyeron en la vida de la nación. El estallido de la Revolución Mexicana siempre se aplazó en medio de los largos períodos de las batallas, afectando inequívocamente la forma en que se hizo la escritura; Este es el medio por el cual surge la novela de la revolución.
Los autores mexicanos del siglo XX son probablemente los más conocidos en el contexto histórico de la escritura en la nación, con nombres clave, por ejemplo, el escritor Carlos Fuentes, Juan Rulfo o el artista Octavio Paz con su trabajo de exposición El laberinto de la soledad. Con estos compromisos, México se ha ganado su lugar en la escena artística global.
El agente trabaja en los siglos XX y XXI hasta mediados de la década de 1940, hubo creadores que procedieron con un relato sensato, pero además se encontraron con el ascenso de la novela indigenista y las reflexiones sobre la cultura nacional y el ser. Dos nuevas edades maravillosas se alzaron alrededor de las revistas Taller y Tierra Nueva.
Del siglo XIX
A partir de estos años comienza el viaje académico y abstracto de la literatura de México. Abierto a todos los impactos y flujos, será una gran carga y una gran cantidad de innovaciones, mientras que mantendrá un esfuerzo inmutable de pruebas distintivas y desarrollo nacional. El abrumador sentimentalismo se solidificó en documentos y conferencias sobre la administración de dos flujos extraordinarios en los que la nación estaba aislada, inconformista y moderada, en una batalla perpetua. (Ver: Chichén Itzá México)
Los versos sentimentales experimentaron tres periodos. El autónomo, con Francisco Manuel Sánchez de Tagle, Andrés Quintana Roo y Francisco Ortega (1793-1849), sus antecesores. En ese momento, alrededor de la Academia de Letrán, se reunió un enorme elenco de personas sentimentales, excepcionalmente impactadas por los oleadas europeas: Fernando Calderón, en una inmutable restricción a Santa Anna; Ignacio Rodríguez Galván, e Ignacio Ramírez, el Nigromante, conocido por su tono mordaz y sarcástico.
Sea como fuere, lo más importante de ellos es Guillermo Prieto, autor de la Academia, nombrado y clérigo con Benito Juárez. La prometedora edad de los eruditos se reunió alrededor de Francisco Zarzo (1829-1869), escritor y agente, salvaguarda de la Reforma, e Ignacio M. Altamirano, la figura artística más imperativa de su tiempo en busca del testimonio de cualidades nacionales.
Prehispánica
En la naturaleza de la escritura prehispánica incluía fantasías y leyendas, salmos sagrados, diversos tipos de versos, tanto expresivos como épicos y religiosos, y, además, las palabras esperadas para las fugaces cosas de la vida ordinaria y extraordinaria: escritos de iniciación, sumersión, palabras fraternales o paternas, funerarias, escritos del profeta, etc.
México es la nación con el mayor número de hablantes del dialecto hispánico en el planeta. En cualquier caso, 500 años después del horrible desorden cultural que obligó a las autoridades españolas allí, unos pocos millones de personas salvaguardan en su dominio la utilización de 56 dialectos prehispánicos duraderos.
Algunos de ellos están sorprendentemente en movimiento para terminar con dialectos muertos, pero muchos otros incrementan su número de hablantes en cada nueva enumeración. El estilo de vida había alcanzado un notable nivel de avance en vastos territorios de la actual región mexicana cuando se produjo el ataque español. Lo que podríamos llamar escritura prehispánica tenía signos imperativos allí, particularmente en el dialecto náhuatl y otros del tronco maya.
Los arreglos artísticos se mantuvieron en forma oral, pero en general se enfocaron en la traducción de lo que parecía pintado en lo que se traía en Náhuatl y amoxtli, un libro indígena hecho con trozos largos de papel colapsado o piel de ciervo, que contiene ilustraciones pictoglíficas excepcionalmente. Se crearon y eso permitió sacar a relucir las melodías e historias a las que podían descifrarlas.
Los mayas descubrieron cómo construir un contenido glifo con un carácter logosilábico, lo que implica que consolidaron signos o glifos que hablaban de una idea o pensamiento con otros que registraban sílabas. Con ellos podían componer escritos cortados en piedras, o pintados en la producción de barro y libros.
En el momento en que los héroes vieron el efecto en la filosofía indígena del “amoxtli” (que actualmente conocemos como códices), se comprometieron persistentemente a destruirlos bajo el argumento de que fueron creados por el demonio.
Temerosos de la transmisión oral de información, también restringieron las melodías indígenas. Quien poseía un “amoxtli” en ese momento se arriesgó con su vida. Hay declaraciones de la Inquisición en las que la alegación principal de apostasía era la propiedad de un códice.
Solo un par de trabajadores gubernamentales y humanistas religiosos advirtieron en medio del siglo XVI el absurdo de este enfoque y se esforzaron por salvaguardar una parte de la convención oral y la declaración impresa en esos libros importantes.
Los franciscanos Bernardino de Sahagún y Toribio de Benavente Motolinía, los dominicanos Bartolomé de las Casas y Andrés de Olmos, el obispo de Michoacán Vasco de Quiroga y el Oídor (autoridad imperial) Alonzo de Zurita, entre otros, surgieron en este esfuerzo.
México Antiguo se dio cuenta de cómo tener una gran cultura, y con ella es como un sabio brillante la luz de su propia afirmación. Grupos de personas que poseen un mundo y la voz que describe, hace y atasca dicho universo; Ancestral y significativo, la convención y la aventura de escribir en Mesoamérica retornan al sencillo procedimiento de su historia.
Literatura mexicana indígena
La composición maya aún no ha sido completamente descifrada. Unos pocos especialistas en idiomas como el ruso Yuri Knorosov sostienen que el marco contenía alrededor de 300 signos ideográficos, unidos a los fonéticos y de un tercer tipo que, sin ser examinados, determinaron el significado de las palabras.
La composición de los nahuas y mixtecos era adicionalmente logosilábica pero excepcionalmente inferior a la de los mayas, por lo que entre ellos la oralidad probablemente logró una mejora gigantesca. Todos se combinaron con la composición de sus imágenes con imágenes innovadoras de sustancia semántica sólida, tanto en los hitos cortados como en los artículos pintados.
El francés Jacques Soustelle en un gran trabajo sobre la cultura mexicana sostiene que “… el náhuatl tiene todas las características solicitadas por un dialecto refinado. Se presta espléndidamente para transmitir cada una de las sutilezas del pensamiento. Fue Material bruto de determinación para una escritura”. Los ocupantes de Tenochtitlán estaban complacidos con su dialecto y dejaron a los individuos que hablaban diferentes dialectos.
En el distrito de Nahua, era un tlamatini indígena o un individuo inteligente responsable de descifrar las indicaciones del amoxtli o libro de obras de arte. Una parte de estos fueron llamados cuicamatl o libro de canciones. Los “amoxtli” fueron hechos por artesanos particulares conocidos como tlacuilos y protegidos en bibliotecas obvias llamadas amoxcalli. El camino hacia la lectura y desciframiento de lo que se pintó en un “amoxtli” se llamó amoxohtoca, que generalmente se interpreta como “seguir el camino del libro”.
Los “tlamatini” tuvieron una charla sorprendente ya que habían sido preparados en el calmecac, las escuelas predominantes de nobles y clérigos indígenas. Una parte de estos tenía la capacidad de reunir a los hombres de la ciudad o macehuales y mostrarles las melodías que habían sido expuestas por hombres distinguidos de la clase predominante o pipiltin. (Te puede interesar: Regiones Culturales de México)
Hay pruebas de que en el territorio Nahua, sin más preámbulos antes del triunfo español, hubo no menos de cuatro enfoques académicos con creación artística esencial: México-Tenochtitlán, Tezcoco, Puebla-Tlaxcala y Chalco-Amecameca.
Literatura mexicana e hispanoamericana
La escritura de América Latina comenzó a tomar un estallido impresionante a partir del segundo 50% del siglo XX, cuando no solo ganaron peruses que definitivamente la conocían en la masa a través de funciones académicas tan significativas como las de Rómulo Gallegos, Ricardo Güiraldes, José Eustasio Rivera y Mariano Azuela, sin embargo, expandió su mundo diferente, el que el cheque de Keyserling llamó “el continente del tercer día de la creación”, para todos los efectos y para todo el planeta, llegando a ser general en este procedimiento.
Debemos incluir el significado de la investigación de la escritura, es una parte del legado social de una nación y, a través de ella, conocerá, reconocerá e incluso formará una conexión con la nación cuya convención artística considera. Debido a esto, se conoce desde las tradiciones menos difíciles hasta la idea más intrincada de un pueblo. De lo fácil a lo que es una parte del legado social del individuo.
Despreciarlo o decirlo a un lado disuelve el trabajo recopilado desde hace bastante tiempo, ya que los hombres primarios comenzaron a hacer breves representaciones entre ellos, hasta el punto en que el cerebro de una persona compuso las líneas o las estrofas que nos conmueven profundamente. El presente que los guía es el equivalente.
Libros
La escritura mexicana incorpora obras que interesan y atrapan a todos los leyentes. El amor es la revelación de la oportunidad de los demás y nada es más molesto que percibir la oportunidad de los demás, en particular la de un hombre que aprecia y quiere “compuso Octavio Paz en su obra Cuadrivio.
Rosario Castellanos, mientras tanto, nos complació con los refranes, por ejemplo, “Experimento los efectos negativos de la propensión, del legado, de no separarme más de mis colegas, que de las causas sólidas”. Piezas que son solo un pequeño ejemplo de las numerosas maravillas que hacen la escritura mexicana.
La escritura mexicana es un recalcado entre los más multifacéticos y productivos del dialecto español, donde se unen diversas convicciones y sociedades de grupos de pueblos indígenas y pioneros. Ha habido numerosos periodistas que se dispusieron a contar historias distintivas sobre esta tierra y sus secretos, sin embargo, solo algunos de ellos se han puesto en contacto con perusores, hasta el punto de convertir sus obras en libros de amor.
Simplemente adelante y encuentra a los eruditos mexicanos más cautivadores y los cuentos que necesitan para contar en los libros que te abandonamos debajo.
- “El laberinto del aislamiento” – Octavio Paz
- “Balún-Canán” – Rosario Castellanos
- “El testigo” – Juan Villoro
- “Pedro Páramo” – Juan Rulfo
- “Las luchas en el desierto” – José Emilio Pacheco
- “Bestiario” – Juan José Arreola
- “El local más directo” – Carlos Fuentes
Revista
Historia Mexicana es la revista del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México. Establecido en 1951, es uno de los diarios mexicanos más experimentados que pasó un tiempo significativo en el examen del pasado. Es una referencia no prevenible para la investigación verificable en México y América Latina.
A lo largo de más de seis décadas se ha mantenido firme en el objetivo propuesto por sus creadores: distribuir trabajos únicos que dependan de la investigación del nivel académico más sorprendente, con el objetivo final de agregar a la difusión, actualización y recarga de la información registrada de los mexicanos. Pasado y latinoamericano. (Ver: Juegos Tradicionales de México)
Cuentos
Fantasías, anécdotas intencionadas, historias inteligentes o representaciones esencialmente regulares que bordean a los poderosos, es algo que podemos descubrir en las historias indígenas representadas y contadas al escuchar las conversaciones de las personas en México, y por numerosos dialectos, durante un tiempo considerable.
Como es de destacar, en nuestra nación se hablan 68 dialectos y 11 familias etimológicas, de las cuales alrededor de 30 sociedades permanecen excepcionalmente presentes, con sus tradiciones y sus aspectos destacados únicos. A pesar de que es un surtido semántico realmente rico, hoy en día no es ni el 50% de lo que alguna vez existió en el área de México.
Uno de los enfoques para continuar con las lenguas vernáculas indígenas es sin duda la herencia abstracta prehispánica. La historia, como un precedente decente y brillante, nos demuestra rápidamente lo que se construyó día a día a través de la pluma en las viejas ocasiones. Un camino, también, para mejorar el vocabulario mexicano.
Leyendas
Muertos que regresan del pasado, fantasmas, visiones diabólicas brumosas, disciplinas extrañas y certezas celestiales, muertos revividos, espíritus en agonía y muchas ocasiones terribles ocurrieron en medio del peregrino y fueron grabados en la escritura mexicana.
Transitó el tiempo, y la población general que solo se preguntaba leyó o escuchó los alarmantes relatos de los días en que nuestra capital era la capital de Nueva España, dijo que todo había sido duplicidad, innovaciones de individuos informales, personalidades inclinadas y lo que eran. Eventos, ocasiones genuinas apoyadas por los expertos de su tiempo, terminaron con historias y leyendas deliciosas.
Hoy en día, se veía con el evento de nuevos y premonitorias ocasiones como las que sucedieron cientos de años antes, la ciencia actual ha reconocido ellos y los clasifican en algo que llaman parapsicología, poder sobrenatural, paranormal e ilógico, tolerar y aprobación de estas ocasiones que parecen simplemente la redundancia de lo que se negaron a reconocer hace un par de años.
Estos, en ese momento, son los cuentos que dependen de la investigación, de investigaciones de registros antiguos y podridos que se basan en la fantasía de la oscuridad en los estantes comidos de las crónicas de las Indias de Sevilla y en los archivos oficiales de la nación. Tal vez hayan incluido un pequeño sueño, algo de sabor para mantener una distancia estratégica de lo frío, lo grotesco y lo severo de una historia, pero sin distorsionar o disminuir el núcleo de la traba.
Enciclopedia
En 2014, se desarrolló una empresa extraordinaria y fructífera centralizada en la escritura mexicana. Nos damos cuenta de que escritores como Alfonso Reyes (quien obtuvo calificaciones y fue calificado por Jorge Luis Borges como el mejor autor de exposiciones en español) o Juan Rulfo fueron tipos que impactaron la escritura inclusiva.
Sor Juana, una vez más, fue una figura clave en la invasión de mujeres en mano de obra, incluso en todo el mundo; Por otro lado, Octavio Paz podría descubrirnos los enigmas que aclaran la identidad del mexicano; A fin de cuentas, la historia académica de México es considerablemente más inagotable.
Proteger esta herencia y hacerla accesible a cualquiera de forma progresiva fue el objetivo de una tarea poco común de este tipo llamada Enciclopedia de la literatura en México. Es un esfuerzo entre el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la Fundación para la Literatura Mexicana a través de la Enciclopedia de Literatura en México para acercarse a los creadores mexicanos en un asombroso fracaso desde el siglo XV (antes del triunfo) hasta el XXI. (Ver: Tradiciones de Mexico)
Con este libro de referencia, tendrá la posibilidad de experimentar hasta 585 escritores, también divididos por clases, por ejemplo, versos, cuentos, dramaturgia, artículos, trabajos bibliográficos, etc. Revistas abstractas de varios tipos fueron digitalizadas como un aspecto importante de la empresa. Es una ventana, una expansión y abierta al universo abstracto de México, ya que tal vez nunca se haya terminado.
Diccionario
El Diccionario de la Literatura Mexicana, Siglo XX es un trabajo de referencia que se esfuerza por sistematizar el desarrollo de la cultura mexicana a través de una progresión de clasificaciones, flujos y reuniones abstractas, revistas, mejoras sociales, discusiones, establecimientos, distribuidores, bibliotecas, premios, etc., que nos brindan una visión mundial. Mirada total como concebible de este alucinante proceso.
Los datos contenidos en el Diccionario de Literatura Mexicana van desde la revista Azul (1894-1896) hasta el año 1998. Por casualidad, se eligió comenzar con esa revista, a pesar del hecho de que tiene un lugar con él en el siglo XIX, fue debido a que comenzó a distribuir la gran mayoría de periodistas innovadores, lo que comprobaría el gusto artístico de la primaria durante muchos años del siglo XX.
Fábulas
Las fábulas mexicanas, es una de las escrituras abstractas con las que tenemos más cercanía. Por su esplendor y mezcla de diversos impactos, en este artículo le indicaremos 5 cuentos mexicanos que debe conocer. La cultura mexicana, tanto el folklore como las tradiciones de la nación, es extremadamente rica. Las historias o cuentos de su sociedad, no están muy atrás. A pesar del hecho de que es problemático, conocer la raíz de los cuentos, ya que se cuentan en algunas naciones con algunas pequeñas alteraciones.
El perro inquebrantable
En este cuento mexicano se cuenta el relato de un hombre que tuvo un cachorro que no dejó de abusar, debido a otras cosas debido a la circunstancia de necesidad que estaba ocurriendo. El alma de las criaturas, Kakasbal, conversó con el maltratado chucho y le propuso que abandonara a su señor, ya que consistentemente recibió numerosas palizas.
El halcón y el cerrojo.
Esta historia nos familiariza con un buscador que intentó perseguir a un halcón utilizando su arco y sus pernos. Después de numerosos esfuerzos, finalmente hirió a la criatura voladora, que, mientras se retorcía miserablemente, podía percibir cómo los penachos del rayo eran aves. No pudo resistirse a pensar en lo preocupada que estaba, ya que había sido dañada por alguien de su propia clase. En este cuento podemos separar el ejercicio, que no hay más aniquilaciones agonizantes que las creadas con nuestras propias armas.
La cabra y el pastor.
En este cuento, una cabra fue abandonada a la luz del hecho de que necesitaba apreciar el pasto por un tiempo más. Un joven, para reprenderla, lanzó una piedra con un punto tan grande que le rompió uno de sus cuernos. Con remordimiento, el niño fue hacia ella implorándole que no le dijera nada a su propietario. A lo que la cabra respondió eso, sin importar si ella no hizo referencia a la historia, el cuerno dividido la delataría. Lo bueno es que antes de hacer cualquier demostración, considere los resultados que podría tener.
El corcel y el soldado
En medio de la guerra, un soldado valiente sostuvo a su pony con gran grano. Una vez completado, la criatura fue consignada a las empresas del campo, por lo que regresó para completar una actividad abrumadora y para ser reforzado con paja. Después de algún tiempo, la guerra regresó y el guerrero exigió la administración de su corcel, que en la actualidad se parecía más a un burro. El oficial en ese momento reconoció algo vital: en caso de que necesite que su pertenencia permanezca en perfecto estado, tiene el compromiso de tratar con ellos.
Infantil
Para que la escritura de los jóvenes funcione, es importante ver más allá del género o los temas básicos, los libros para niños también deben tener una calidad académica, un nivel de dialecto, una meta. Si es difícil caracterizar la “escritura”, es más mental Boggling para caracterizar el desierto de la escritura de los niños.
En este momento, a pesar del hecho de que hay información de su realidad, hay una idea incorrecta en general. La posibilidad de que los niños escriban ha producido charlas en cualquier caso sobre la base de que los términos bebé o niño son relativos, cambian después de algún tiempo y sociedades.
La escritura de los niños se distingue por la tierra, los obstáculos ideológicos y cronológicos, logrando la forma en que no podemos pensar cuando comenzó. En cualquier caso, para que esta escritura funcione, es importante mirar más allá de los temas abstractos o normales, los libros para jóvenes también deben tener calidad académica, un nivel de dialecto, un objetivo es más, numerosas, etcétera. (Ver: Día de muertos en México)
La escritura de los niños está en su mayor parte relacionada con historias, sin meditar sobre el significado que puede tener; contar, llenar a un joven con historias es algo más que estimulación, es un aprendizaje a una cantidad más elevada, también tiene que ver con la estructura de la cuenta del cerebro, sobre la base de que, según Richar Dawkings, al afinar En historias, estamos haciendo modelos de circunstancia y esto se identifica directamente con la visión del mundo.
Al hablar sobre la escritura de niños y jóvenes, es esencial reconocer la escritura europea y mexicana, ya que no se creó un campo sólido hasta algún otro momento, lo que causa contrastes entre uno y otro. ¿Qué ocurre en México? tiende a considerarse como un paisaje alternativo que implica que la escritura de los niños mexicanos tiene suficiente generación y potencial para merecer un aviso por separado. Lo que es más, es que ahora hay una historia increíble, una convención esencial y un futuro prometedor.
Los ejemplos principales de la escritura de los niños mexicanos bien podrían comenzar en la escritura prehispánica, con el huehuetlatollis, el consejo dejado por las personas mayores, en cualquier caso por su pensamiento instructivo; en consecuencia, aquí y allá, soportó el mestizaje con todo lo español y mediante escritos provinciales, a causa del teatro, los maniquíes y algunos otros escritos menores.
El siglo XIX resucitó esto con el incremento abstracto, las publicaciones periódicas, a pesar del hecho de que era, en general, una escritura religiosa o instructiva. En cualquier caso, el hecho de escribir, después de pasar el 50% del siglo XX, es extraordinario, con una riqueza más prominente, con los principales investigadores discutiendo genuinamente el tema, y también los periodistas realmente dedicados a componer para jóvenes algo más que libros educativos, cuentos o formas en aquellos que consideran a los niños como si no fueran sensatos.
En el siglo XX, numerosos creadores trabajaron en la escritura de los jóvenes, a pesar de que los años principales siguen el patrón de escritura de niños raros que existió en el siglo XIX, alrededor de ese momento las características fueron las producciones realizadas por el SEP y las distribuciones. De Pascuala Corona, entre otros no muchos escritos.
Lo más sorprendente es la distribución en 1924 de Lecturas clásicas para niños, presumiblemente el libro más leído de los escritos de jóvenes en México. También hubo distribuciones seguras en los campos del verso y el teatro, debido al centro de representación de maniquíes y escritores, por ejemplo, José Juan Tablada.
En los años primarios de este siglo, el trabajo no es extremadamente amplio y, con exenciones específicas, no es excelente. No obstante, a continuación del setenta y cinco por ciento del siglo, el cambio es radical; en 1971, se llevó a cabo la principal Feria Internacional del Libro para Niños y Jóvenes, que es el momento definitorio de la escritura infantil en México. Este razonable se identifica con la expansión de la escritura para los jóvenes, es por esto que conoce la necesidad y los beneficios de la lectura y el contacto temprano del tyke con la escritura y la artesanía.
Esto comenzó la expansión de producciones, publicaciones y numerosos llamados a los desafíos de la escritura infantil y juvenil, impulsada tanto por el INBA como por los diferentes distribuidores. Y también el nacimiento, o aprendizaje extraordinario, de maestros creadores en el tema, en su mayor parte, este tipo de ocasiones fueron satisfechas por pequeñas reuniones de académicos y educadores.
De repente, tenía la esperanza de transmitir a los niños a la lectura y al revés. Avanzando hacia los nuevos mil años, los distribuidores se comprometieron progresivamente con el universo de jóvenes, expandiendo la cantidad de producciones y haciendo acumulaciones de sus hijos; Alfaguara hizo Alfaguara infantil, El Fondo de Cultura Económica: A la orilla del viento, mientras que las versiones SM: El barco de vapor.