A medida que los días se vuelven más soleados y cálidos, no es de extrañar que la gente esté deseando ir a la playa. Pero desde el comienzo de la crisis del coronavirus, las playas han sido un punto de controversia. Al igual que con cualquier actividad pública al aire libre, ir a la playa en estos días puede tener tanto beneficios como riesgos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades instan a las personas a salir a la calle para aliviar el estrés y tomar aire fresco y vitamina D. La clave es tomar las precauciones adecuadas y quedarse en casa si está enfermo. Si esperas que una visita a la playa sea en su futuro no muy lejano, esto es lo que necesita saber para hacerlo de manera segura.
Verifica las reglas antes de ir
Los requisitos relacionados con el coronavirus para las playas pueden diferir entre los estados, e incluso entre las ciudades vecinas. Si bien algunos están abiertos para todas las actividades sin restricciones, otros permiten el acceso a la playa solo para correr, caminar, nadar o pescar, pero no para descansar o hacer un picnic.
Algunas áreas también están implementando medidas para ayudar a reducir el hacinamiento, como limitar los estacionamientos al 50 por ciento de su capacidad y vender menos pases de playa. Las políticas de las mascarillas también varían. Comunícate con tu playa local o con el departamento de salud pública para conocer las pautas actuales y haz tu parte yendo a casa si el estacionamiento y la playa están demasiado llenos.
Nadar con seguridad
Una posible vía de infección es la posibilidad de que la saliva o la mucosidad de una persona infectada terminen en el agua donde está nadando. Aunque no hay datos sobre cuánto tiempo puede vivir el virus en el agua, la investigación de Charles Gerba, profesor de virología y ciencias ambientales en la Universidad de Arizona en Tucson, muestra que los coronavirus que causan el resfriado común pueden sobrevivir en agua dulce hasta por tres días.
Pero incluso si el virus está presente en el agua, los expertos coinciden en que es muy poco probable que esté en una concentración lo suficientemente alta como para enfermarlo. La mayor amenaza, incluso en el agua, es estar lo suficientemente cerca de una persona infectada como para inhalar directamente las partículas de virus que exhala, estornuda o tose, así que no hay temor de ir a la playa.
Practica el distanciamiento social
Las mismas precauciones que toma al comprar en el supermercado, caminar por la calle o ir a un parque también se aplican a las visitas a la playa. Eso significa continuar con las buenas prácticas de distanciamiento social, incluido mantener al menos seis pies entre usted y las personas que no son de su hogar.
Cuando usar una mascarilla
Si las fotos de algunos bañistas recientes son una indicación, esa atmósfera informal también puede llevar a renunciar a las máscaras. El CDC recomienda el uso de cubiertas faciales de tela ya que en entornos públicos donde las medidas de distanciamiento social son difíciles de mantener son más necesarios este tipo de mascarillas.