Aprende todo sobre el hombre de Tepexpan, un descubrimiento antropológico que nos muestra algunas características de cómo era el hombre en la época prehistórica.
¿Qué es el hombre de Tepexpan?
El hombre de Tepexpan es el cuerpo esqueletizado de un ser humano, localizado por un grupo de arqueólogos, dirigidos por Helmut de Terra hacia 1947.
Este descubrimiento se hizo en el estado de México, específicamente en las cercanías del Lago de Texcoco. Se consideraba uno de los restos humanos encontrados, más antiguos hallados en la región, ya que se estimaba tendrían alrededor de once mil años de antigüedad.
Esta data fue calculada por algunos especialistas, basándose en que estos restos se encontraban muy cercanos a los huesos de un mamut, además por la posición en que se encontraba, que hacía pensar que se trataba de un cazador prehistórico.
El Dr. Helmut de Terra, aseguraba que se trataba de restos prehistóricos y que serían de mucho interés para la arqueología y por consecuencia de la historia misma.
En qué consiste la arqueología.
La arqueología es una ciencia. Sus estudios buscan en diferentes piezas y restos que se han mantenido a través de épocas distantes, la historia del hombre mismo y de sus sociedades.
La arqueología ha sido fundamental, ya que nos permite reconstruir hechos históricos y entender el desarrollo de civilizaciones antiguas.
Esta ciencia se divide en dos etapas: una es la de campo, es decir la búsqueda de evidencias a través de exploraciones en lugares que previamente han estudiado por su historia. La segunda etapa consiste en el análisis científico de las piezas o restos encontrados, los cuales se realizan en un laboratorio.
Los antropólogos deben tener conocimientos sobre las distintas topografías y también sobre los diferentes métodos de excavación a fin de no deteriorar el ambiente, ni dañar cualquier posible material a encontrar que se localice en el lugar de la misma.
La arqueología se desarrolla de manera multidisciplinaria ya que sus estudios necesitan del conocimiento de especialistas en otras áreas como: historiadores, antropólogos, químicos, biólogos, paleontólogos, informáticos, etc.
Controversias
El hombre de Tepexpan fue descubierto en la zona central de las tierras mexicanas, específicamente, en las riberas del lago Texcoco el cual en la actualidad se encuentra extinto.
Para el estudio del área fue usada una técnica de localización aplicada en el campo de la geofísica, llamado métodos electromagnéticos para la exploración de depósitos metálicos.
Dicho método sirve para determinar una anormalidad geofísica, es decir en el área explorada. Esas variaciones encontradas en el subsuelo se ilustran mediante mapas y perfiles.
El sistema utilizado en la exploración donde se encontró el hombre de tepexpan, fue creado por el Ingeniero geofísico Hans Lundberg.
Los restos encontrados en el lugar antes descrito, consistían en un cráneo humano, huesos largos y varias costillas. Fueron retirados del área con sumo cuidado de no deteriorarlos. No obstante el exceso de cuidados jugó en contra de los avances científicos, ya que más tarde se indicaba que los restos habían sido contaminados por los diferentes compuestos que se le untaron para conservar los restos.
Una vez localizadas estas osamentas, fueron puestas al análisis y estudio del antropólogo y físico Javier Romero, determinando éste que se trataba de los restos de un hombre de edad entre 50 y 60 años, de un metro setenta y de sexo masculino. También le datan de once mil años, convirtiéndose en materia de estudio de la presencia de hombres en la prehistoria en tierras americanas.
Parte del basamento de la edad del hombre de Tepexpan fueron el material geológico donde fue hallado, esto además de que sus restos fueron encontrados boca abajo muy cerca de los restos óseos de un mamut, por lo que se pudo conjeturar que este hombre había fallecido al intentar cazar un mamut.
Esta escena se representó en el Museo Nacional de Antropología de México, donde puede apreciarse en la sala referente a la prehistoria. Allí puede apreciarse un escenario prehistórico, y se ve al hombre que yace tendido frente a un gigantesco mamut que se defiende de los cazadores, dándole al hombre de Tepexpan la conceptualización de prehistórico.
Durante un tiempo otros especialistas realizan observaciones a estos restos; dentro de ese grupo hay unos investigadores que opinan que la data real de ese hallazgo es de 2.000 años y no de 11.000. En ese momento se crea una controversia sobre la edad real, por lo que años después, a mediado de los años ochenta, se decide tomar una muestra del hueso fémur para aplicar el Carbono 14 y así poder fechar de manera más precisa.
El resultado de tal análisis arrojó que tales huesos correspondían a una antigüedad de dos mil años. Cabe destacar que tal resultado fue desalentador ya que desacreditaba la hipótesis de que se trataba del hombre prehistórico.
Más tarde, durante el año 2006, se realiza en México el Tercer Simposio Internacional El hombre temprano de América, donde tuvo participación la Dra. González, quien es Arqueóloga y Geóloga, conferencista representante de la Liverpool John Moores University.
En su participación la doctora González indicó que en efecto los estudios realizados por el Dr. Thomas Stafford, del Laboratorio de Geofísica de la Institución Carnegie de Washington, con carbono 14, arrojaban el resultado de que los restos tenían una antigüedad de 2290 años.
También informó que los mismos formaban parte de un grupo de ejemplares de restos humanos pertenecientes a períodos previos a la aparición de la cerámica y que estaban bajo el cuidado de la Dirección de Antropología Física del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La Dra. González también hizo énfasis que las muestras estudiadas con el carbono 14 tenían evidencia de estar contaminadas y por ende los resultados obtenidos por esta prueba no era del todo confiable.
También indicó la Dra. González, que se presumía que la contaminación de las muestras fue desde el mismo momento de su descubrimiento, ya que tenían sustancias para su preservación que actuaban en contra de la investigación, donde posiblemente los resultados habían sido alterados por esas sustancias.
También dijo la dra. González durante su participación, que en el año 2003 se enviaron otras muestras óseas para un nuevo análisis, ejecutado por la sección de Datas o Fechamiento de un centro Universitario de Bristol, Inglaterra, en donde se utilizaron las series de uranio para la investigación, donde no es importante los niveles de contaminación más actual.
González indicó que los resultados obtenidos del estudio de la universidad inglesa sobre esta prospección, es que se le localiza entre 4600 y 7600 años de antigüedad. Este nuevo fechamiento coincide también con los sedimentos de las capas geológicas del lugar donde fueron encontrados los restos, ya que se dice pueden ser de unos 6.000 años. Tal vez te interese leer sobre las regiones culturales de México.
Por tanto hasta el momento los restos más antiguos encontrados en territorio Mexicano son los de la Mujer del Peñón, estos fósiles fueron encontrados en la región de Peñón de los Baños, México.
Es importante resaltar que en este último caso si se aplicó el estudio con carbono 14, arrojando como resultado una antigüedad de 13.000 años y le da fuerza a las presunciones de que el hombre pudo llegar a tierras americanas desde lo que es hoy el continente asiático, antes de la glaciación ocurrida hace más de 10.000 años.
Esta hipótesis se afianza, ya que cuando se le hizo un estudio de ADN a los molares de este cráneo, resultó tener características de herencia de esa raza humana.
En cuanto al hombre de Tepexpan, aunque no fue cierta la fecha dada originalmente de 10.000 años y actualmente se establece en un promedio de 6.000 años, sigue siendo un descubrimiento muy antiguo e importante para obtener conocimientos que no solo del hombre en sí, sino también del contexto donde hacía su vida cotidiana, por ejemplo: el medio natural, suelo, clima, poblaciones, artesanías, y muchos otros más.
Hombre o Mujer
Dentro de la controversia en los estudios realizados al hombre de Tepexpan, el Dr. Santiago Genovés, español de nacimiento y mexicano de crianza, graduado en Antropología, quiso efectuar una nueva revisión a los restos encontrados en las riberas del lago Texcoco.
Él concluyó que habían motivos para pensar que los restos no eran de un hombre, sino de una mujer joven de más o menos 30 años, de 1,60 de estatura.
Los análisis del Dr. Genovés fueron puesto por él en una publicación llamada Revaluations of Age, Stature, and Sex of the Tepexpan Remains, que en español es: Revalorizaciones de edad, estatura y sexo de los restos del tepexpan.
Lo cierto es que la variedad de investigaciones realizadas a estas osamentas, así como la diversidad de opiniones en torno a su antigüedad, han hecho que, pese a su importancia, deje de ser interesante para muchas personas, quienes buscaban información sobre el tema.
Algunos autores resaltan que en la actualidad, no son exhibidos. Ni existen publicaciones recientes que exalten su importancia en el campo de la arqueología y de todas las áreas en que ésta ciencia se involucra. La enseñanza de los descubrimientos arqueológicos así como de los aspectos culturales y tradicionales tienen una importancia también para el enriquecimiento de las sociedades. Te invitamos a leer sobre las culturas indígenas de México.
Queda de parte de las autoridades gubernamentales, en conjunto con los institutos arqueológicos y las universidades, darle seguimiento y la relevancia que, a criterio de muchos, tiene, no sólo para México, sino para el conocimiento del mundo entero.