Cada 24 de junio, cuando el sol se ha alejado mas de la tierra y son las fechas del solsticio de invierno, en todo el Imperio Incaico se celebra Inti Raymi. En Sacsayhuamán se realiza esta Fiesta de Sol, como también se llama, y es de gran relevancia en el incario.
Introducción
El inicio del Inti Raymi (en quechua «fiesta del sol» o antiguamente llamada Wawa Inti Raymi «fiesta del niño sol»), es tan lejano como la época de los grandes mandatarios Incas y la cuna de su imperio Cusco. Su naturaleza ha sido desde entonces ofrecer culto a las divinidades andinas, dar gracias por las zafras obtenidas y realzar la fertilidad de la madre tierra.
Esta fiesta tiene un sentido muy importante para el dominio andino así como las celebraciones religiosas para la civilización occidental. Es referida como la fiesta mayor de los Andes, teniendo un lugar resaltante en la tradición de los pueblos indios. Y esto obedece en gran medida a que es la temporada de la maduración de los frutos de la Pachamama, por lo que la participación de las colectividades en la recolección en todas la zonas es grandiosa.
Ya que es una fiesta tradicional aborigen, cada agrupación racial y cada colectividad tiene una fecha y un tiempo apropiados para celebrar. Cuando algunas colectividades comienzan el 22 de junio con el baño ceremonial en ríos, vertientes y cascadas benditas, otras comunidades aguardan la llegada del día y el instante adecuados para comenzar sus celebraciones.
Inti Raymi en Ecuador
La fiesta del Inti Raymi Ecuador o la fiesta del sol se expresa en cada provincia de modos diferentes, donde mora el pueblo aborígen con sus propias usanzas, aunque el ceremonial siempre se mantiene en torno al sol. El día destinado para esta festividad es cada 24 de junio, día que, para la cosmovisión andina, es cuando el sol se ubica más alejado de la tierra.
Armay Chishi – Baño Ritual
Este ritual se efectúa el 22 de junio, día del solsticio de invierno. Las cascadas, ríos y vertientes tienen sitios particulares donde se reúne la energía a través del año. El baño ceremonial trata de capturarlas para retomar nuevas fuerzas, desechar fuerzas perjudiciales retenidas durante el año y comenzar de esta manera con la fiesta del Inti Raymi. El baño tiene como objetivo la purificación y se relaciona con el sentido agrario de la celebración.
Los Cantos
A través de las noches en los días de celebración, la música invade todos los espacios y por caminos y chaquiñanes se comienzan a ver comparsas. En ellas se observarán pingullos, flautas y armónicas y gran parte de los agrupaciones ejecutantes llevan guitarras y violines. Son menores los grupos que portan el rondador y, por el contrario, otros tienen influjos modernos llevando melódicas.
Las danzas
Cuando se danza, la música emitida por los instrumentos típicos generan un éxtasis de energía y aliento ilimitado. Son sensaciones intensas que se exteriorizan en términos de júbilo como el ¡churay! ¡churay!, canto que conlleva a zapatear fuertemente y sin freno, ¡jari! ¡jari!, ¡kulun! ¡kulun!.
Las comparsas al ritmo de “san juanitos”, repentinamente entran a una casa, sin pedir autorización ya que es un honor para sus propietarios tener la visita de estos grupos. Posteriormente se hace un círculo de danzantes que da vueltas alrededor de los músicos, los cuales, manteniendo la música, se quedan en el centro.
Al finalizar toda esta actividad musical y de baile, todos juntos, al abandonar la casa visitada gritan un último ¡oooojaja!. Expresión que indica consumación, complacencia y desahogo tras el ritual. El baile y el zapateo intentan que la madre tierra permanezca despierta para que reciba el karana o presente del ceremonial del randi randi o reciprocidad.
La Rama de Gallos
Esta es una de las costumbres más curiosas del ceremonial del Inti Raymi. Sus inicios nos trasladan a los tiempos de la colonia, cuando en las haciendas era usual la uyanza o celebración del jubilo después de la zafra. Esta tradición se ha perdido con el pasar del tiempo y para rememorarlo se volvió a tomar este ceremonial con algunos cambios: la rama de gallos.
La Rama de gallos se basa en que una persona de la colectividad acuerda realizar una fiesta a favor de las divinidades andinas y toma las obligaciones de un prioste. Son tiempos aprovechados para pasarla con la familia, vecinos y amigos, los cuales se acercan a la casa del prioste con un gallo y seguir así con el ceremonial.
Los propietarios de la casa aprestan el “gallo caldo” y lo reparten entre todos. Después, un miembro del grupo tomará la tarea de prepararlo el siguiente año pero con la condición de doblar el esfuerzo. Para entonces así brindarlo con la comunidad y mantener el ceremonial vivo a través del tiempo.
El Castillo y la Comida Ritual
A través del Inti Raymi, las colectividades Kichwa Otavalo realizan un karana o presente sagrado muy particular llamado «castillo». El castillo es un ramo bien preparado con carrizos en el cual se sujetan distintos tipos de frutas, algún pan, frascos de licor, dinero y ají.
Los priostes disponen el castillo anualmente y de generación tras generación, y la persona que quiera ser el prioste del siguiente año se apropia un poco del contenido del castillo. Este es un ceremonial realizado con el fin de complacer a las divinidades andinas y exponerles la prosperidad que han alcanzado gracias a la fertilidad de la madre tierra.
Vestuario
Adicionalmente a los ropajes tradicionales, los participantes, portan caretas, sombreros, pañuelos, zamarros.
Inti Raymi en el Imperio Incaico
El Inti Raymi o “fiesta del Sol” fue la conmemoración religiosa más reconocida a través del Imperio Incaico. Hasta hoy en día sigue siendo mostrado cada 24 de junio en la construcción arquitectónica de Sacsayhuamán.
La ciudad del Cusco se convierte en centro de atención por la realización de este evento y por la mezcla de valores culturales y naturales que la hacen única, distinta y a la vez indivisible y misteriosa. Sus estructuras, distribuidas por el área cusqueña, hacen parte del llamativo turístico e histórico del lugar.
Inti Raymi en Perú
A través de la época de los Incas del Perú, el Inti Raymi era el más relevante de los cuatro festivales conmemorados en el Cusco, según indica el Inca Garcilaso de la Vega. Señalaba el principio del año, así como el inicio mítico del Inca. Duraba nueve días a través de los cuales se realizaban bailes y sacrificios. El último Inti Raymi donde estuvo presente un emperador Inca se hizo en 1535.
En la noche del día anterior se sofocaban todos los fuegos en el Tahuantinsuyo. En la gran plaza Huacaypata (hoy Plaza de Armas del Cusco) se reunían todos los personalidades del imperio. A la sombras, la concentración aguardaba con gran reverencia la salida del dios Inti (sol). Generales, príncipes y toda la élite esperaban en profundo mutismo, muchos de ellos revestidos de fieras y de otros animales de la mitología andina.
Uno de sus sitios cautivadores es el espacio Sacsayhuamán, gigantesco edificio arquitectónico situado en la área norte del Cusco, a dos kilómetros de la urbe y a 3671 metros de elevación sobre el nivel del mar. Sacsayhuamán fue una de las fortalezas más reconocidas del Tahuantinsuyo y es tenido como una de las maravillas del mundo.
Al salir el sol mostraban sus respetos y lo veneraban como sumo, solo y universal dios, que con su iluminación y su vigor concebía y mantenía todas las cosas de la tierra. Igualmente, le agradecían por las zafras obtenidas en el año.
El Inca, con el auxilio de los sacerdotes, instigaba al dios Inti (sol) a regresar con el favor de sus rayos para fertilizar la tierra y conseguir la buenaventura de los hijos del gran imperio del Tahuantinsuyo. El fuego divino era restablecido con un pulsera cóncava de oro que se colocaba contra la luz solar, cuyos brillos se proyectaban sobre un pedazo de algodón que se encendía en breve espacio. La lumbre sagrada era transportada al Coricancha, donde sería mantenida por las acllas.
A lo largo del acto también se hacía la ofrenda de una llama para predecir el año por venir. Después vendría un gran desfile militar y al final todos se apartaban y reventaban en gritería desenfrenada a lo largo de varios días.
Inti Raymi en Chile
El ocaso solar del solsticio de invierno transcurre en un sitio «clave» desde el ushnu de la huaca de Chena (Chile): el cruce del horizonte más próximo (Cerro Chena) y del más alejado (cordillera de la Costa). Adicionalmente, en esta ruta exacta se ubica la cima del cerro más alto (1166 msnm) que termina al sur de la Cuesta Zapata. Esta situación podría no ser una casualidad, sino un requerimiento topográfico relevante por la vinculación conocida de los cerros altos con el culto al agua en varias tradiciones.
Inti Raymi en Bolivia
En Bolivia, la conmemoración de Inti Raymi es llamada año nuevo andino-amazónico (solo pocas colectividades de la Amazonía lo realizan) y ancestralmente se le denominaba «Año nuevo Aymara». El festejo mas grande se lleva a cabo en Tiahuanaco, pero persisten otros lugares en los cuales aclama la llegada del sol.
Inti Raymi en perspectiva
En 1572 el Inti Raymi fue proscrito por el virrey Francisco de Toledo por considerarlo una celebración pagana y opuesta a la fe católica. A partir de esa fecha tuvo que celebrarse de modo oculto.
En 1944 Faustino Espinoza Navarro realizo una reconstrucción histórica del Inti Raymi de acuerdo a la crónica del Inca Garcilaso de la Vega. Desde entonces la festividad retomo el espacio público y hasta el día de hoy es uno de los atractivos turísticos primarios.
En la actualidad el Inti Raymi es una manifestación teatral, pero también una de las exhibiciones tradicionales más alusivas a la identidad nacional porque personifica los valores y recuerdos ancestrales.