El 15 de noviembre de 1922 los pobladores de Guayaquil son testigo directo de un doloroso episodio en la lucha de los trabajadores por lograr mejoras en su jornadas de trabajo. También es el inicio de una fecha conmemorativa para la clase trabajadora.
Comienzos del 15 de noviembre de 1922
Los pobladores de Ecuador han escrito muchas historias dolorosas en su lucha por encontrar un equilibrio entre la sociedad y el Estado. Una de ella es la ocurrida el en la fecha que mencionada. Después que el principal producto que les generaba divisas a las arcas del gobierno ecuatoriano, sufrió una recia caída en los precios a nivel global, es decir todos los países que cultivaban el Cacao.
El cacao era la principal fuente de trabajo para los pobladores de la costa, estos se ven severamente afectados por la baja de los precios y una serie de eventos económicos que desencadenaron una fuerte crisis económicas, afectado la vida social y transformo del ámbito político. Se formo el primer bloque unido de trabajadores que lideraran los venideros días en la ciudad de Guayaquil.
Al inicio del mes de noviembre, se convoca una huelga general por “la Federación Regional de Trabajadores del Ecuador” (FRTE). Allí no solo se exigían derechos laborales, los trabajadores preocupados por la situación del país, solicitaban al gobierno dar respuesta sobre: la falta de divisas, la escasez de billetes el (Sucre). Conoces sobre las Organizaciones Sociales del Ecuador.
En Ecuador se hacía imposible los intercambios comerciales internos, tanto en los campos como en la ciudad, por la falta de la moneda local, la inflación que a diario registraban los productos de primera necesidad y el clima de zozobra que vivían los pobladores eran temas de las protestas.
Antecedentes
Después que el (FRTE) hace el llamado a todos sus afiliados a incorporarse a la huelga, otras organizaciones sindicales en vista del clima de incertidumbre se unen al llamado para unificar fuerzas. Cabe destacar que el elemento en común que tenían los trabajadores era las gran desigualdad económica y jurídica. El poder absoluto y el control de la política que tenían las cúpulas burguesas generaba malestar en los trabajadores. Se recomienda leer sobre las Culturas del Ecuador.
Por lo antes descrito, surge un movimiento que fue liderado al principio por los trabajadores ferroviarios en la base de Duran que exigían el pago de sus salarios atrasados, pero la mayoría de los trabajadores estaban descontentos debido a que sus salarios no alcanzan ni para hacer una dieta de palmito. Para ese entonces los hijos de los trabajadores tenían muchas carencias como: alimentación, educación, salud. Los trabajadores atravesaban una situación tan critica que con su sueldo no podían vestir ni alimentar a su familia.
Situación de los trabajadores
Esta situación hizo que la clase trabajadora se reunía en pequeños grupos, para plantear la problemática económica que les afectaba, buscaban los mecanismo de presión más contundente que siempre terminaba la necesidad de unir fuerzas para poder realizar las actividades de presión. El Planteamiento de la huelga general cada día se hacía más urgente.
Para muchos sectores la huelga era para generar la única vía de presión más contundente para la época.Con la idea huelguista se sumaron sectores públicos y privados como: la electricidad, transporte urbano, textiles, el comercio, los maestros, médicos, la clase obrera en general.
En el mismo orden de idea, es importante acotar que entre los principales antecedentes del 15 de noviembre de 1922 se encuentran el periodo que vivió Ecuador derivado de la primera guerra mundial en 1916 hasta 1920. En el plano económico esta nación fue sacudida en la mayoría de las estructuras por los efectos de la guerra.
Ocupación de la ciudad
Los acontecimientos que se desarrollaron el 15 de noviembre de 1922 se fueron originando a partir del 13 de noviembre, cuando se anuncia el inicio de la huelga general. Al principio este movimiento huelguista no contaba con suficiente fuerza, pero se fueron uniendo los pequeños empresarios, artesanos, familias adineradas, que no estaban de acuerdo con las políticas ideológicas y económicas de gobierno de la época.
Esto hace que para el día 13 de noviembre, se animaran otros movimientos en diferentes municipios que realizan propuestas para iniciar las actividades de lucha de la clase trabajadora, pero la más fuerte era tomar la ciudad de Guayaquil y declarar la huelga general.
Por lo general los trabajadores de Guayaquil eran empleados en las oficinas públicas y privadas, la otra parte se dividían en tres sectores: los artesanos en pequeño porcentaje, los independientes que eran la gran mayoría y los comerciantes. Sin embargo, su participación fue protagónica en cuestión de horas; a los días, 13 y 14, la ciudad era un cao, miles de trabajadores marchaban por las calles de la ciudad con consignas y peticiones para que el gobierno del presidente Luis Tamayo, cambiara sus políticas.
En Guayaquil
En las actividades mencionadas no se registraron hechos de violencia durante el día. Aunque la ciudad carecía de transporte público, los huelguistas se desplazaban a pie. También los habitantes de Guayaquil se quedaron sin agua ni luz. El día 14 de noviembre, la ciudad permaneció paralizada totalmente, lo que enfureció a la burguesía dominante; al ver que los trabajadores no regresaban a sus puestos de trabajos y esto le generándole grandes pérdidas económica. Otro factor que los irrito son los hechos que se dieron pasada las seis de la tarde donde se generaron algunos focos de saqueos.
Los grupos de la burguesía mencionados anteriormente hacian presión insistente al presidente Tamayo, para que usara la fuerza y controlara la enardecida clase trabajadora, sin embargo, el 14 de noviembre, en horas de la tarde los manifestantes deciden ir a la casa de gobierno a llevar sus peticiones con un ultimátum de 24 horas para que le dieran respuestas. Con más de 30 mil personas en la calle por segundo día se registraron algunos hechos violencias. (Ver: Patrimonio cultural del Ecuador)
Peticiones de los trabajadores
Desde años anteriores al 15 de noviembre de 1922 ya la clase trabajadora acumulaba una serie de inconformidades en sus sitios de trabajo. Su mayor anhelo era lograr la reducción de horas laborales a 8 horas diarias, tener un salario justo para lograr cubrir las necesidades básicas de su familia.
En otras palabras los trabajadores de las carpinterías, el calzado, los textiles, telégrafo, electricidad, y otros, demandaban una mayor seguridad social, en cuanto a la estabilidad laboral, la salud. Los patronos los contrataban por corto tiempo, al culminar el trabajo eran despedidos sin percibir ningún beneficio. Se les asignaban jornadas muy largas, con implementos de trabajo que no eran adecuados, lo que hacía una jornada precaria, donde su salud se afectaba notablemente.
Para esa época los salario de los trabajadores cada día los empobrecía más, no había incentivo para asistir diariamente a los centros de trabajos, tampoco tenían derecho a sindicalizarse libremente. También luchaban por una semana de trabajo de seis días, otra petición fue obligar al patrón a notificas los despidos 30 días antes.
Todas estas peticiones no escuchadas en el momento preciso, desencadeno los hechos que marco la historia de los trabajadores en Ecuador a nivel nacional e internacional.
La Masacre
Después del tercer día de protestas, el presidente Tamayo, presionado por banqueros y la burguesía, le mandó un telegrama al general de brigada para que le colocara punto final al caos existente en la ciudad y a sus líderes huelguistas. Siendo aproximadamente la seis de la tarde, 1500 funcionarios del orden público esperaban la llegada de los manifestantes, cerca de la clínica Guayaquil.
En el telegrama se ordenaba taxativamente “acabar con el movimiento y abrir fuego sobre los manifestantes”. Pero probablemente lo que desato la ira del general, fue el miedo al ver la magnitud de los manifestantes, más de 30 mil hombres y mujeres decididos a exigir respuesta, en vista de que el plazo de las 24 hora ya había finalizado.
El desenlace del 15 de noviembre de 1922 quedo plasmado en Guayaquil como la masacres de los indefensos, pero aguerridos trabajadores, donde más de 1000 personas fueron asesinadas a sangre fría. La orden emanada era disparar al que siguiera avanzando y así fue. Hasta los actuales momentos no se tiene con certeza el número de muertos ese día. Ya que muchos fueron enterrados en las siguientes horas si identificar ni notificar a los familiares.
Muchos historiadores y organizaciones sindicales han hecho investigaciones sobre el caso, cada vez surgen nuevos testimonios sobre el 15 de noviembre de 1922. Algunos relatan que llegaron a ver los cuerpos de los trabajadores y personas que apoyaban la protesta.
Días después
El general responsable de ejecutar la orden asumió los hechos declarando en público, “yo soy el único responsables de esos sucesos”. Algunas federaciones se acusaron de improvisar la huelga y ser responsables los resultados. Debido a la falta de líderes que controlaran la multitud después de estos acontecimientos, los trabajadores cada 15 de noviembre, conmemoran el día del los trabajadores ecuatorianos.
Si bien es cierto que estos hechos marcaron a las organizaciones gremiales y sus trabajadore, no lograron desmontar al movimiento sindical en los años posteriores, pero si produjo una mejor organización y planificación detalladamente en cada actividad. Por muchos años la sombra de 15 de noviembre de 1922 ha estado presente en cada actividad Sindical, Municipal, Departamental y Nacional.
En otro orden de idea, las fuerzas dominantes en Ecuador, impiden por varias décadas el auge de las industrias con un mercado libre, donde los trabajadores del sector campesino e indígena sean incorporados a sitios de trabajo digno que les permita abandonar los trabajo en situaciones precarias.
Los gremios
Finalmente es en los años 60′ y 70′ donde se logra consolidar el binomio del crecimiento acelerado de las nuevas industrias con el desarrollo y crecimiento de la clase trabajadora, se incluyen cláusulas en los contratos colectivos que favorecen la vida social e los trabajadores.
Se logra la reducción a 8 horas diarias de trabajo para todos los obreros. El respeto a los accidentes de trabajo que nunca fueron aceptado en las empresas anteriores. Los trabajadores logran agruparse por sectores para unir fuerza.