El arte bizantino es el estilo de expresión artística que se basaba en expresar ideologías religiosas mediante pinturas, construcciones arquitectónicas e incluso mediante música proveniente de este movimiento.
Origen
El arte bizantino proviene de la sucesión del arte paleocristiano, cuya ubicación se centraba en el Imperio del Oriente durante la finalización de su división en el siglo IV. Este arte se expande hasta llegar al siglo XV, años en los que ocurría la toma de Constantinopla a mano de los musulmanes.
En resumen, el origen y expansión del arte bizantino ocurre durante los siglos IV y XV después de Cristo.
Se desarrolla en tres tipos diferentes de etapas:
I Edad de Oro (s. IV-IX) Este movimiento comienza como continuación del arte Romano, por lo tanto se le bautizó como “Nea-Roma”, ya que desea repetir todas las características del arte romano. Durante el siglo V el arte bizantino obtiene contribución por el arte Cristiano Oriental, quien otorga el núcleo para que brille durante esta época
En el siglo VI se gana el título como el movimiento artístico más importante de la época, cabe destacar que durante el reinado del Emperador Justiniano dio su apoyo para la comenzar la construcción de obras alrededor del Imperio del Oriente.
Cuando fallece el Emperador Justiniano, se ve en decadencia la economía en el Imperio, por lo tanto esto causa un gran desinterés hacia el arte.
Época Iconoclasta (s. IX-XI): Se sigue desarrollando la terrible crisis en Bizancio, cuyos problemas ya se habían comenzado a efectuar durante el siglo VIII, la cual obtendrá un gran paso del radicalismo religioso. Comienzan a jugar un importante papel las obras y esculturas cuyas representaciones contengan relaciones con identidades humanas y religiosas.
Durante esta época se observa la devastación de las imágenes del arte bizantino usadas durante los siglos pasados.
II Edad de Oro (s. XI-XV): Cabe destacar que mientras se desarrolla esta etapa ya se estaba ejecutando el movimiento del Renacimiento Macedónico.
En ésta época el arte bizantino comienza a ser más independiente, marcando sus propias características y delimitando las semejanzas con el arte romano.
Constantinopla junto con Grecia fueron los principales lugares desarrolladores del movimiento artístico bizantino durante su tercera etapa, mientras que este continuaba con su expansión hacia los países de Armenia, Italia y Rusia. Por otra parte, el arte bizantino llega a la ciudad de Venecia ubicada en Italia.
El arte bizantino tuvo un gran impacto en el Imperio Bizantino, pero… ¿Qué fue y como se originó este imperio romano?
Historia
La historia del arte bizantino comienza a toma rumbo en el año 395 tras la muerte de Teodosio, emperador del antiguo imperio romano, el cual trajo como consecuencia una división, dejando así, el imperio del Occidente y el imperio del Oriente.
Los dos hijos de Teodosio se quedaron a cargo de ambos imperios, arrogando como resultado final que Acadio se encargue el imperio oriental, cuya capital era la famosa Constantinopla mientras que su hermano Honorio se quedaba con la parte occidental, cuya capital era Rávena.
Cabe destacar que la decisión de una división dentro del imperio romano no fue tomada arbitrariamente. Antes de realizar esta distribución del imperio romano, se podía notar que existía una gran diferencia entre la economía, sociedad y lengua entre la zona occidental y oriental, siendo esta última predominantemente griega.
Luego de que los bárbaros invadieran el Imperio Romano del Occidente y lograran la caída de este en el año 476, esta parte occidental se distribuye en lugares independientes de poder, bautizados con el nombre de Reinos Germánicos, dejando que el Imperio del Oriente fuera el último sucesor legítimo del inexistente y dividido Imperio Romano.
Al finalizar todos estos sucesos, el nombre del Imperio del Oriente pasó a ser Imperio Bizantino, por la razón de que la capital de cuyo imperio, Constantinopla, era un antiguo territorio perteneciente a una colonia griega fundada en el siglo VII, cuyo nombre que poseía en ese entonces era Bizancio.
El emperador romano Constantino I fundó una ciudad en la misma zona donde se ubicaba la antigua colonia griega y a la que bautizó con su propio nombre, Constantinopla, creando en esta ciudad importantes centros militares, políticos y religiosos en la parte oriental del antiguo Imperio Romano. Cuando ocurrió la división, la ciudad Constantinopla pasó a ser la capital del imperio del Oriente, la cual luego fue llamada como Imperio Bizantino.
Los bárbaros que anteriormente había invadido el Imperio Occidental Romano mantenían el pensamiento de que el emperador del Imperio Bizantino era la mayor autoridad política de la zona, por lo tanto, la relación que mantenían los reyes germánicos con su vecino, el emperador Acadio era de tipo sumisa.
El Imperio Bizantino, aún poseía la clásica característica de ser el mayor centro militar y político del oriente. A pesar de esto, el imperio sufrió varios ataques por parte de los bárbaros y lograban salir sin graves daños ya que fueron desviados hacia el occidente.
Las ideologías religiosas del Imperio romano del Oriente eran de que Cristo poseía naturaleza divina, por lo tanto, esto dio orígenes a diversos conflictos religiosos dentro del imperio, provocando así más divisiones dentro de esta misma.
Tras años de discutas y derrumbamientos en la sociedad ubicada en el interior del Imperio Bizantino, este llegó a su finalización en el año 518, cuando el emperador Justino I accedió al poder del trono y luego su sucesor Justiniano toma su puesto en el año 527, coincidiendo e influyendo de manera importante con el nacimiento de la primera etapa del arte bizantino, logrando así que la cultura del imperio se eleve y comience una nueva época de esplendor para todas las obras del arte bizantino.
Ubicación del arte bizantino
La ubicación del arte bizantino varía por todo el actual continente europeo, partiendo desde Constantinopla capital del Imperio del Oriente, también conocido por Imperio Bizantino, hasta llegar a su expansión hacia lugares importantes para la época como lo era Rávena, ubicado en Italia, parte de Rusia, por otra parte, también ocupa una gran porción del territorio de Armenia. Cabe resaltar que el arte bizantino también trazó su recorrido en Grecia, dejando una gran influencia para el estilo artístico de este país.
Características del arte bizantino
- Una característica principal con la que cumplía era que fue movimiento artístico en el cual representaba un gran uso de variados colores plasmados en sus pinturas, esculturas y construcciones religiosas.
- Fue influenciada mediante la cultura oriental y grecorromana, destacando fundamentalmente a Siria y Asia, arrogando un resultado final de la combinación de estas dos culturas.
- Mantenía como tema principal el uso de ilustraciones e ideologías religiosas.
- Existe una gran diferencia entre el interior y el exterior de las estructuras bizantinas, ya que desde el exterior se podía observar el uso de materiales sencillos de la época como la era piedra y el ladrillo, mientras que en el interior se encontraba decorado con la orfebrería del arte bizantino.
Pintura bizantina
La pintura del arte bizantino es la manifestación artística sucesora al arte paleocristiano la cual dio comienzo durante el siglo IV, coincidiendo con la época en la que el emperador Justiniano I se encontraba en el trono de uno de las resultantes divisiones del imperio romano, siendo más específicos en el imperio del oriente.
Cuando el arte bizantino se encontraba transitando su segunda etapa, se pudieron observar varias obras pictóricas destruidas por causa de la iconoclasia (la cual fue una etapa donde se vieron destrozadas varias obras de arte) ocurrido durante los siglos VIII y IX, por lo tanto, han sido pocos los ejemplos encontrados de la pintura bizantina.
Cabe destacar que la pintura tradicional rusa y otros tipos de pinturas ubicadas en variadas zonas del este de Europa (como por ejemplo los monasterios de Bucovina) son las sucesiones del arte bizantino, dejado a esta última como una gran influenciadora hacia otros artes.
De igual manera, podemos tomar ejemplos del continente africano, siendo más específicos con la pintura copta proveniente de Egipto y de la conocida pintura proveniente de Etiopía (ver cultura de Etiopía).
Volviendo al continente europeo, pero ahora partiendo del occidente podemos encontrar con que la pintura bizantina influenció de manera destacada a las obras pintorescas de los modelos de la pintura prerrománica, románica, etc.
Mediante las pinturas del arte bizantino se expresaba ideales religiosos, manteniendo como figura principal a Cristo ya que los habitantes de Constantinopla, ciudad donde se promovió este arte, se encontraban fuertemente aferrados a la creencia de un dios.
Principales técnicas de la pintura bizantina
De primer lugar encontramos el mosaico, cuya realización era a base de pequeñas piezas de materiales sencillos de encontrar, como por ejemplo lo eran la piedra, cerámica o vidrios con diferentes formas y colores denominados teselas, unidos mediante un aglomerante para obtener como resultado final figuras decorativas geométricas o incluso abstractas.
Por otra parte tenemos el temple sobre tabla, es decir, la elaboración de íconos. Los materiales que se usaban para ejecutar esta práctica de pintura era agua como disolvente de pintura, aglutinante (también denominado como temple o témpera) y grasa animal, también se utilizaba cualquier tipo de materia orgánica, como lo era el huevo, la glicerina, etc.
El fresco, era otra técnica empleada por los bizantinos en la cual se fundamentaba en esculpir una pintura sobre una base de madera, la cual se le realizaban dos capas resultantes de una mezcla entre agua, arena y cal. La primera capa era denominada el arricio, siendo esta la más espesa, ya que estaba con lo que estaba hecha esta capa era con hidróxido de calcio o también denominado como cal apagada, arena y agua proveniente de algún río. La segunda y última capa era mucho más fina que la anterior pero lo que diferencia a estas dos era de que esta estaba hecha con una mezcla de cal apagada, agua y polvo de mármol.
En esta lista igualmente podemos nombrar la iluminación de manuscritos, esta se fundamentaba en ilustrar escenas, en caso del arte bizantino, se representaba dibujos relacionados a la figura de Cristo, por otra parte también se encontraban pinturas sobre las etapas históricas del imperio bizantino.
No está demás mencionar que existen testimonios basados en la teoría de que los practicantes del arte bizantino también manejaban el uso de tapicería y seda.
Una de las características principales por la cual se podía diferenciar un mosaico a una pintura del arte bizantino es que al realizar una pintura se observaba a simple vista la abundante adornación con el manejo de materiales costosos, como lo era el oro.
Por otra parte, otro rasgo de la pintura bizantina es que los personajes plasmados se observaban dibujados con una forma larga y los brazos realizando algún movimiento o llevando algún elemento.
La vestimenta que llevaban estas figuras humanas ser percibían como pliegues paralelos y rectos, fueron escasas las veces se podían encontrar pliegues verticales.
Era fundamental que la capa que usaban los personajes en la pintura siempre se observaran con movimiento y recogidos sobre su brazo izquierdo. Por el resto del cuerpo se percibía un lenguaje corporal que representara la majestuosidad, la honestidad y por otra parte, la tranquilidad. En caso de los ojos se podían notar que poseían una mirada fija a la derecha del espectador o de frente, con los ojos abiertos y grandes; en los pies se podían fijar pequeños y con una terminación en punta.
Tocando el tema de las decoraciones que se les hacían a las obras pertenecientes del arte bizantino consistían en prendas de importante valor, asimismo se encontraban numerosas joyas, perlas, guirnaldas (coronas elaboradas con materiales orgánicos, tales como ramas, flores u hojas), por otra parte se podía contemplar el uso de plantas siendo la palmera la más común entre todas.
A los laterales de la obra artística, se podían observar escritos colocados en formas vertical u horizontal por encima del fondo del oro, la cual cumplían con el objetivo de notar el nombre del personaje plasmado, el motivo del porqué se encontraban ilustrados o en algunos casos el nombre de panorama en el que se encuentran ubicados.
Los temas que principalmente se empleaban en la pintura eran religiosos, utilizando como base el antiguo o incluso el nuevo testamento. Cabe destacar que no siempre se notaba el uso de la imagen de Cristo, por otra parte también se mostraban plasmadas escenas religiosas de ángeles y algunos santos.
En las iglesias localizadas en el Oriente era común encontrar imágenes del Pantocrátor (representaciones en pintura de Dios o de su hijo Jesús) rodeado de santos o ángeles ubicados en sitios importantes en la iglesia tal como lo era la basílica o en el interior, siendo más específicos en la cabecera.
Durante el siglo VIII se comienza a observar una gran falta de estilo artístico, otorgando que las pinturas del arte bizantino lleguen a su apogeo, es decir, a su máximo grado de perfección durante todo su trayecto hacia el siglo XIII causando una escasez de expresión por parte de las pinturas artísticas, de igual manera por la redundancia de rigidez que se les concedía.
Al llegar al siglo XIV durante el imperio de los Paleólogos, ubicada en el antiguo imperio bizantino, estos se vieron interesados en restaurar la majestuosidad al arte bizantino sin embargo el objetivo no fue cumplido con total éxito, causando así la decadencia total hacia los últimos años del silo XVI.
Cabe destacar que al finalizar la decadencia del arte bizantino, los restos de estas obras fueron refugiadas en los monasterios del monte Athos, ubicado en Grecia, cuyo lugar cumplía con otorgar asilo a los restos de los grandes imperios, tales como lo fueron los griegos, rusos, rumanos, serbios, etc.
Observa cómo el arte griego fue relacionado con el arte bizantino.
Los mosaicos bizantinos aportaron una importante influencia hacia los movimientos artísticos de la época medieval del Occidente hasta el siglo XII incluyendo que este llegó a ser un gran determinante en las obras ubicadas en todo el oriente del continente Europeo, hasta llegar a una gran parte del territorio ruso.
El mosaico del famoso emperador Justiniano I junto con su corte plasmado en San Vital siendo más específicos en Rávena, Italia fue elaborado durante la primera edad de oro bizantina y es catalogado como uno de los más importantes íconos y mosaicos del arte bizantino.
Arquitectura bizantina
La arquitectura bizantina comenzó a originarse en los mediados del siglo V, ubicado en el Imperio Bizantino (resultado de la división del imperio romano del oriente) coincidiendo con época de la toma del imperio del Occidente a mano de los bárbaros.
Cuando Constantinopla pasa a ser la capital del Imperio Bizantino, se comienza la trayectoria de la arquitectura bizantina ya que, el emperador Constantino I dio su ayuda para la expansión de este arte, comenzando a construir estructuras bizantinas por todo el imperio romano del oriente, cabe destacar que este personaje fue de suma importancia para la historia del arte bizantino ya que este mostró un gran interés hacia este movimiento artístico.
La arquitectura del arte bizantino tiene una larga prolongación de tiempo, comenzando desde el siglo V hasta la caída de la famosa e importante ciudad de Constantinopla ante los turcos otomanos en el año 1453, a mediados del siglo XV.
La larga duración de tiempo hace que los estudiadores dividan tres etapas diferentes la historia de la arquitectura del arte bizantino.
La arquitectura bizantina se expande desde Constantinopla hasta los grandes territorios de suma importancia de la época, tales como lo fueron la actual Bulgaria, Grecia, Turquía, Rumania y variadas zonas de Italia, pasando de igual manera por Siria y Palestina.
Durante el siglo VIII, transcurre la expansión del cristianismo, llegando así hasta los pueblos esclavos, cuyo movimiento fue ejecutado por la iglesia ortodoxa bizantina logrando que la arquitectura del arte bizantino continuara su crecimiento hacia los países actuales de Bielorrusia, Ucrania y Rusia llevando con ella las características arquitectónicas bizantinas hacia estos países del oriente europeo.
Cabe destacar que el movimiento del arte bizantino es catalogado como arte oficial, ya que construye un vínculo de relaciones entre el poder eclesiástico y el poder civil lo cual la creación de esta relación beneficia a la propia iglesia. Por lo tanto, desde el origen del Imperio Bizantino existió la relación entre la expansión del arte bizantino y la religión, la cual fue tomada de la mano con la fe ortodoxa.
Debido a que el nacimiento de la arquitectura bizantina tenía como lugar origen el Oriente Medio, esta se vio con una importante influencia de otros tipos de arquitecturas provenientes de zonas cercanas, como por ejemplo lo era la arquitectura del movimiento romano
Por otro lado, unas de las características más importantes que podemos encontrar para catalogar cualquier construcción como arquitectura bizantina es que esta se fundamentaba en formar cúpulas mediante el uso de materiales básicos para la construcción como lo era el ladrillo y la piedra. De igual manera se utilizaba en las mayorías de las ocasiones, el abundante uso de mosaicos, con el objetivo principal de decorar las partes internas de las instalaciones.
Períodos de la arquitectura bizantina
Primera etapa: En este inicio de la primera edad de oro bizantina, también llamada como la época Constantiniana,
la cual transcurre desde la creación de Constantinopla hasta que el emperador Justiniano l toma el trono del imperio bizantino. Al pasar estos años la arquitectura bizantina comienza a expandirse rápidamente, hasta llegar al punto de tener instalaciones en las ciudades de Jerusalén, Siria y Rávena.
Cabe destacar que unos de los principales problemas por los que pasaba la arquitectura del arte bizantino era de que tenía muchas características parecidas a la arquitectura romana, por lo tanto se originó que estas instalaciones arquitectónicas bizantinas se vieran en la necesidad de seguir evolucionando alrededor del oriente del continente europeo para comenzar a distinguir sus características de las otras arquitecturas y logrando que esta pase a ser más individual.
Uno de los principales rasgos que caracterizaban la arquitectura bizantina fue que para la elaboración de las instalaciones religiosas se utilizaba el ladrillo, obteniendo excelentes resultados y sustituyendo así a la piedra. Cabe resaltar que al reemplazar el ladrillo por la piedra esta comenzaba a ser la primera característica que se encargaba de distinguir la arquitectura bizantina con la arquitectura romana, siendo esta última la explotadora de la piedra para la fabricación de sus estructuras.
Segunda etapa: La elaboración de las iglesias empiezan a tomar un papel importante durante esta etapa que estas se comienzan a realizar los tipos de iglesias de planta cuya estructura llegaba a ser de manera plana y horizontal, de igual manera se podía notar una proyección paralela siendo perpendicular al plano proyectante horizontal con usos de una cruz griega envuelta sobre cúpulas con una presente cornisa ondulada en su base exterior.
Podemos encontrar como ejemplo de este tipo de estructura proveniente de la arquitectura de las iglesias bizantinas la catedral de Atenas, por otra parte también podemos nombrar la iglesia del monasterio de Daphni ubicada a once kilómetros de distancia en sentido noroeste del centro de Atenas.
Otro modelo que podemos nombrar de este tipo nuevo de construcción de iglesia es la desaparecida Nea de Constantinopla, construida por el emperador bizantino Basilio I aproximadamente en el año 881.
Esta segunda etapa coincide con la iconoclastia, la cual llegó a destruir variadas edificaciones bizantinas a los inicios de esta época. Actualmente, una de las pocas iglesias con arquitectura bizantinas que han sido encontradas es la basílica de Santa Sofía en Salónica, ciudad central de Grecia. Por otra parte también se encuentra la iglesia de la Asunción de Nicea en Asia Menor, la cual sobrevivió hasta el siglo XX ya que fue destruida en el año 1920 por causa de los combates de la guerra greco-turca, a pesar de estos lamentables sucesos se han encontrado fotografías del templo religioso.
Con respecto a la época de la dinastía macedónica la cual gobernó el Imperio bizantino desde el siglo IX hasta el siglo XI se logró que el arte bizantino llegara a su máxima expansión sobre el oriente y otras importantes zonas de Europa y Asia.
Cabe destacar que durante esta época se hablaba que la desaparecida “Theotokos Panachrantos” o también conocida como la iglesia de la Inmaculada Madre de Dios ubicada en la ciudad principal del imperio bizantino, Constantinopla, la cual fue construida por el emperador Basilio I y se utilizó como ejemplo para las estructuras con planta en forma de cruz inscrita en un círculo.
Una de las iglesias que se tiene la teoría de que se elaboró utilizando como prototipo de la iglesia de la Inmaculada Madre de Dios fue el monasterio de Ossios Loukas (ubicada en Grecia y construida a principios del año 1000), por otra parte también se encuentra el monasterio de Néa Moni (ubicada en la isla de Quíos, localizada en el mar egeo el cual fue un gran proyecto apoyado por Constantino IX) y para finalizar se encuentra el monasterio de Dafni (ubicada en Ática, actualmente territorio de Atenas, Grecia).
El tipo de construcción de la planta con forma de una cruz inscrita en un círculo es la más conocida y utilizada por todos los territorios del oriente Europeo. Asimismo, se expandió de igual manera hacia los pueblos esclavos para comenzar a realizar la cristianización durante la época de la dinastía macedónica.
La catedral de Santa Sofía en Ohrid (actual República de Macedonia) o la iglesia Santa Sofía en Kiev (actualmente territorio ucraniano) son claros ejemplares del uso de la cúpula de tambo, sabiendo que con el paso de los años estas va siendo cada vez más altas y esbeltas.
Tercera etapa: Durante esta última época, se continúa con el uso de plantas de iglesias cubiertas con cúpulas circulares pero ahora se introduce la forma poligonal. Esta etapa se encuentra entre los siglos XIII y XV, mientras que en el poder del imperio bizantino llega la familia Comnenos y luego los Paleólogos.
Las iglesias de Elmali killise en Capadocia, ( parte de territorio de Constantinopla), la iglesia del Pantocrátor (actualmente llamado como mezquita de Zeyrek) y la iglesia de la Theotokos Kyriotissa (Virgen del Trono, actualmente denominada como Kalenderhane Camii), pertenecen a la familia de los Comnenos.
Por otra parte, se han mantenido variadas cantidades de iglesias en Bulgaria, Cáucaso (región natural ubicada entre Europa del Este y Asia occidental), Rusia y Serbia entre otros países esclavos. Cabe destacar que se puede añadir a la lista de iglesias conservadas la Cappella Palantina del Palazzo dei Normanni ubicada en Sicilia y la basílica de San Marcos junto con la catedral de Santa María de Asunción en Venecia.
Al llegar la etapa de la llegada de los Paleólogos al trono bizantino siguen perteneciendo numerosas iglesias a la ciudad principal de imperio bizantino Constantinopla, resaltando la iglesia de San Salvador de Chora (actualmente conocida como Fetiye Camii), siendo esta considerada como una de las obras arquitectónicas bizantinas mas bellas del mundo. Por otra parte, un rasgo notable en la arquitectura bizantina es evitar la verticalidad, priorizando así la estructura horizontal.
Un ejemplo de algún establecimiento religioso construido que no cumple con alguno de estos requisitos es la iglesia Santa Sofía de Trebisonda, ubicada en el actual territorio de Turquía, junto al mar Negro. Coincidiendo con esta etapa, en Grecia se mantienen las iglesias de los Santos Apóstoles de Salónica (elaborada durante el siglo XIV), la iglesia de Mistra localizada en el Peloponeso y podemos nombrar algunos monasterios del Monte Athos.
Características de la arquitectura bizantina
El hecho de que el arte bizantino sea una sucesión al arte romano este logra mantener algunas características claves del pasado movimiento artístico romano, podemos tomar como ejemplo el gran manejo de materiales tales como lo era el ladrillo y la piedra para elaborar los establecimientos y decorarlos por la parte exterior, mientras que, en el interior de la construcción esta se encontraba adornada de mosaicos e iconos del arte bizantino junto a joyas e incluso en algunos casos se observaba la existencia del uso del materiales lujosos como lo era el oro.
Otra característica común que era muy abundante era el parecido a sus estructuras de las iglesias, elaborando en los templos divinos arcos de medio punto, es decir, con la punta en forma de semicírculo, las columnas utilizadas para el soporte eran el estilo clásicas.
Por otra parte, hicieron nuevas aportaciones como por ejemplo se encuentra la de una diversa de concepción dinámica en los componentes, también se puede nombrar el peculiar uso del espacio.
Una de las mayores contribuciones de la arquitectura bizantina era observar el común uso de una cubierta abovedada, es decir, el notar las cúpulas con forma de triángulos esféricos ubicados en los ángulos, lo cual cumple con el objetivo de permitir el cambio de las estructuras de las iglesias de planta cuadradas a circulares en caso de la cúpulas.
La elaboración de las bóvedas con forma de triángulos esféricos se hacían con una serie de elementos en línea con base de ladrillos, causando que las coronas del interior de las iglesias bizantinas fueran reforzadas por su parte exterior con un compuesto de conglomerantes inorgánicos con el fin de asegurar las construcciones de ladrillos o piedras, esta mezcla era conocida habitualmente como mortero.
De igual manera, otra característica de la arquitectura bizantina y rasgo que fue usado con el paso de tiempo fue la práctica de decorar los capiteles, haciendo que se formen varios tipos como lo era el tipo teodosiano siendo usado durante el siglo IV y con origen en el imperio romano, siendo esta una mejora del corintio y del tallado a trépano consiguiendo similitud a los avisperos. En otro punto de observa una diversidad del capitel cúbico, siendo este hecho con caras planas.
No esta demás mencionar que de vez en cuando era indispensable el uso de colocar una pieza troncopiramidal o el manejo de cimacios (es aquella moldura con forma de S, cuyo propósito principal era ser estética o estructural para la construcción) con el objetivo de decorar y realizar íconos y símbolos cristianos.
En el caso de la estructura de las iglesias con planta, se hace común la observación de una planta centralizada, ganando su propia importancia tal cual como lo era la colocación de una cúpula. Fueron realizadas muy pocas iglesias con el manejo de una planta estilo basilical y cruciforme con todos sus tramos iguales (siendo así una planta de cruz griega).
Se notaban en abundancia que las iglesias poseían su clásico cuerpo de nave principal y por otra parte se le agregaba un atrio o un nártex, proveniente de las arquitecturas pasadas, cuyos orígenes eran paleocristianos y el presbiterio, siendo esta última la sucesora al iconostasio, denominada así ya que poseía un cerramiento calado y se decoraban con íconos pintados.
Escultura bizantina
La escultura del arte bizantino comenzó su rumbo unos años luego de la arquitectura y pintura bizantina, aproximadamente en el siglo VI.
Cabe destacar que durante el siglo pasado, en la división del oriente del imperio romano, el arte del estilo romano era el más dominante de todas las artes del oriente, por lo que en la ciudad principal del imperio del oriente, Constantinopla existía la presencia de dos estatuas, las cuales eran la del Buen Pastor apoyadas en el obelisco egipcio, mostrando así los relieves característicos de la escultura romana.
Estas esculturas fueron colocadas con la decisión de Teodosio el Grande, localizadas en una plaza de la capital llamado como obelisco de Teodosio, durante los finales del siglo V.
A pesar de que la esculturas romanas predominaban el oriente, el arte bizantino estaba comenzando a surgir, como por ejemplo se encontraban los clípeo (escudos que usaban los griegos y romanos) e incluso el Disco de Teodosio, el cual es un objeto ceremonial romano que actualmente se sigue conservando en la Real Academia de la Historia, en la cual se muestran esculpidos el emperador Teodosio junto con sus dos hijos Arcadio y Honorio, futuros sucesores de la división del imperio romano.
La escultura del arte bizantino siempre se ha considerado como una derivación y continuación del arte romano (te invito a conocer más sobre el arte romano haciendo clic aquí), con influencias asiáticas y se caracteriza por cierto amaneramiento, uniformidad y rigidez. Por otra parte se encuentran los trazos geométricos y el follaje estilizado. Entre los períodos históricos podemos destacar:
- Período de formación: Durante este período el cual comienza a partir del siglo VI con un ejemplo del estilo romano donde se destacan la orfebrería y obras de joyería.
- Período de perfección: Se desarrolla desde el siglo VI hasta XII donde en el cual el arte Bizantino se destaca con varias esculturas, lo cual hace que se extienda por todo el oriente de Europa.
El recorrido de este período de perfección se divide en 3 grandes etapas:
Período Justinianeo: Se define de esta manera ya que comienza a principios del siglo VIII, coincidiendo con el mandato del emperador Justiniano en el imperio bizantino. En esta etapa se destacan los dípticos de marfil, arquetas y tapas de libros sagrados, a este mismo período se le puede agregar los sarcófagos de Ravena y variados marfiles preciosos entre ellos se encuentra el ejemplo de la cátedra episcopal de San Maximiliano, por otra parte, también vale la pena las escultura del arte bizantino de los dípticos del tesoro de Monza y el díptico de la catedral de Oviedo.
Período Iconosiasta: Período que abarca siglo y medio desde la llegada al trono bizantino del emperador León el Isaúrico hasta llegar a Basilio el Macedonio, aproximadamente entre los de años 717-867. Durante estos años el arte bizantino es atacada fuertemente por los emperadores, sin embargo el arte bizantino se despliega por Occidente en todo el mundo del cristianismo pero específicamente principal en la corte de Carlomagno ubicado en Italia (Si desea conocer sobre la cultura italiana diríjase al siguiente artículo).
Período Macedónico: Este período se inicia con el emperador Basilio el Macedonio a mediados del año 867. Cabe destacar que en el transcurso de este período se toma el objetivo de realizar una restauración hacia el arte bizantino pero no a su totalidad. Por otra parte, los ejemplares que destacan durante este período es el tríptico del Crucifijo, la placa del Salvador coronando a Romano IV la cual se mantiene se guardada actualmente en París y para finalizar, otra placa con la figura de la Virgen y del niño en Utrecht.
- Período de exageración y decadencia: Comenzando a partir del siglo XII hasta el siglo XV, coincidiendo con la toma de Constantinopla a mano de los turcos. Una de las principales características observadas durante este último período de la escultura dela arte bizantino es que se hace notar de que en la figura humana plasmada, tiene como vestimenta un pliegue de los paños y esta misma es alargada mediante su canon escultórico hasta llegar a una altura máxima de ser once veces de la cabeza. A mediados de los principios de este período, es decir, a mediados del siglo XII se hace visible la falta de naturalidad y una expresión de ideas generalizadas, lo cual genera que se haga intolerable luego de que ocurra el suceso de la caída de la famosa ciudad Constantinopla, la cual solo se había mantenido el estilo en los países de los establecimientos religiosos cismáticos. Comienza un interés social y político para traer de vuelta la restauración completa durante los años en el que Bizancio quedó atrapado por los latinos (aproximadamente del año 1204 al año 1261) y de igual manera por parte de los primeros emperadores bizantinos Paleólogos. No obstante, nace la idea de completar la restauración de las esculturas bizantinas, pero esta no pudo hacerse vigente ya que fue un ideal pasajero y escaso el querer resurgir al arte bizantino.
Unas de las partes más importantes de la escultura bizantina es cuando se ven incluidas las influencias asiáticas, elaborando así la orfebrería y la joyería haciendo el manejo de materiales lujosos.
Por otra parte también podemos mencionar a la fabricación de la cerámica del arte bizantino la cual no cumple con muchos ejemplares a pesar de que en Islam, el Imperio Bizantino mantenía prohibido el uso doméstico de vajillas elaboradas con oro y plata.
La cerámica del arte bizantino no tuvo tanto éxito ya que no fue tan apreciada a diferencia de las pinturas, arquitecturas e incluso esculturas bizantinas, otorgando la consecuencia de que la artesanía no se desarrollara en su totalidad. Por lo tanto, actualmente no existen ejemplares que apoyen de teoría de que se produjera cerámica de lustre.
Uno de los fundamentales tipos de cerámica bizantinas era la denominada la cerámica de brillo rojo, la cual comenzó su trayectoria de elaboración desde el majestuoso Imperio romano, viajando por tiempo hasta llegar al Imperio bizantino alrededor de los años 300 d.C, a pesar de que dichas cerámicas tenían escasas producciones a mano de los romanos.
La práctica del arte vidriado al plomo fue utilizada por los romanos y esta misma se propagó durante los siglos VIII y IX con variadas formas plasmadas.
Por otra parte, se manejaron los vidriados de color verde y amarillo pálido, de este modo también se utilizaron vidriados mas incoloros. A mediados del período Isausico (aproximadamente entre los años 712 y 876) se elaboraban a menudo los vidriados verdes.
Existió un monje llamado Teófilo, el cual narraba sobre los tipos de artes y oficios durante el siglo XI y este mismo escribió que la cerámica estaba vinculada de alguna forma con las artesanías del vidrio y el dorado. Teófilo solo hace una vez referencia a este suceso, señalando que la artesanía del momento no era tan conocida y practicada durante la época.
Las vajillas ganaron una considerable cantidad de calidad cuando en el período de los Paleólogos (partiendo desde el año 1261 hasta el año 1391) se vieron en la necesidad de cambiar la forma de elaboración de la artesanía, ya que había problemas con las insistentes guerras, afectando así a la sociedad y religión de la zona. Las vajillas pasaron de ser creadas con base de oro y plata a hacerlas con arcilla.
Se hacían notar íconos y significados religiosos plasmados en las elaboradas cerámicas bizantinas con la finalidad de decorar y darle importancia religiosa y simbólica, unos de los ejemplos más comunes el constante uso del dibujo de una paloma, el cual es un animal relacionado directamente con el cristianismo, así como los patos que eran usados en Egipto(Conoce más curiosidades sobre el arte egipcio en el siguiente enlace).
Existen variados ejemplos de animales usados como decoraciones ante la cerámica bizantina, los cuales podemos encontrar de todas especies, desde mitológicos como el centauro, pasando por ciervos, perros y depredadores como leones hasta llegar al águila, siendo este último uno de los principales ya que cumplía con el significado de poder, majestuosidad y bondad.
Fueron escasas las veces que se tomaba la figura humana como ejemplar para ilustrar en las cerámicas, pero a pesar de esto cuando se encontraban se observaban realizando alguna postura formal o incluso grotesca resaltando que en los ideales de la iglesia bizantina no se aceptaba el uso de una postura naturalista del hombre.
La cerámica bizantina era dividida en dos partes diferentes, la primera era la cerámica elaborada a base de una mezcla la cual contenía vidrios de color blanco y en algunos casos estos vidrios eran decorados con expresiones artísticas plasmados; y en el segundo tipo se encuentra la típica cerámica hecha a base de arcilla roja, con la cual decoraban con dibujos trazados en la superficie con colores en forma de dos capas superpuestas.
Música del imperio bizantino
El canto bizantino fue utilizado en el ámbito religioso para celebraciones principalmente en las iglesias ortodoxas griegas.
Se caracteriza por contener solamente sonidos vocales, exceptuando el diverso uso de sonidos de toques de campanas o instrumentos musicales elaborados con madera llamados como toaca. Cabe destacar que la música del arte bizantino era monódica, es decir, eran composiciones musicales instrumentales conformadas por una única línea recta melódica compuesta por una sola voz.
Con estas dos ya nombradas características principales del canto bizantino se le llegaba a comparar a la música gregoriana ya que ambas cumplían con la misma función.
Los textos principales cantados se encontraban relacionados de alguna manera importante al lenguaje griego y al lenguaje litúrgico
Durante el lenguaje griego se pudo observar un nacimiento de una himnografía religiosa la cual fue escrita por los músicos y poeta Romanos el Melodista y Juan Demasceno.
Este último nombrado, fue el encargado de realizar los ocho modos o clases melódicas, la cual son rasgos que marcan el canto bizantino desde su origen hasta la actualidad. Estos tipos melódicos fueron denominados como el octoeco bizantino.
Durante la caída de la ciudad de Constantinopla se hace notar el canto bizantino, evolucionando, otorgándole a cada sílaba del escrito en el texto del compás pertenencia a alguna una nota melódica.
En el canto bizantino existe la isocrátima la cual es una nota larga entonada junto a acompañantes para apoyar a la melodía cantada por el solista (en griego denominado como psaltis) o por el grupo (psalters) realizando este canto en iglesias ortodoxas griegas y también son encontradas por algunos territorios de la zona oriental.
Por lo tanto, se realizaba de forma lenta el melisma, es decir, el cambiar de altura musical alguna sílaba seleccionada de la letra conformada de la canción mientras se va entonando, durante esta época a este procedimiento se le denominaba como el kalofónico, traducido como “de bello sonido” cuyo proceso obtenía una gran cantidad de barroquismo (movimiento artístico originado en Europa entre los siglos XVI y XVIII) para su formación causando de que cada sílaba perteneciente al texto escrito cambie de correspondencia hasta logar obtener una frase musical completa.
Juan Koukuzelis fue uno de los principales practicantes de esta técnica bizantina, la cual obtuvo un gran éxito manejándola. Cabe destacar que el método de la Krátima se independizó, logrando así pasar a ser un nuevo estilo de elaboración musical. Actualmente no existe suficiente información al respecto del uso de este proceso melódico.
A comienzos del siglo XVIII ésta tradición bizantina comienza a evolucionar de nuevo, obteniendo así dos nuevas grandes personalidades.
En primer lugar podemos mencionar a Pedro Lampadarios o también llamado como Peloponesio, quien fue un compositor exitoso durante su carrera, influyendo en la restauración de los métodos tradiciones del canto bizantino, labor que terminó de realizar su sucesor Pedro de Bizancio.
Por otra parte nombramos a Pëdro Bereketis, quien se encontraba interesado por los métodos antiguos, agregando los ámbitos turcos.
Entre las composiciones bizantinas con mayor reconocimiento podemos encontrar:
Kanónas (también denominado como canon): es catalogada como una de las mejores obras musicales del arte bizantino ya que, tiene un ritmo acelerado caracterizado. Está conformado por ondas que varía entre tres (transcurriendo la época del “Triodion” el cual fue una etapa litúrgica que se origina desde la Cuaresma hasta el domingo de Päscua), y nueve. Cada onda individualmente contiene una estrofa inicial la cual al final de la composición se canta con un sentido mas tranquilo (aplicando la técnica de katavasia).
Kontákio: Son los cantos de tipo himno caracterizados por contener una larga longitud y ser libres en sentido de la composición. Actualmente esta técnica se realiza con las primeras estrofas.
Akathístos: Al igual que la anterior, es una obra musical con una larga extensión compuesto por 24 estrofas representadas específicamente en grandes e importantes celebraciones.
Idiómelon: Es la composición cuya estructura poética y melódica es particular causando que no sea como ejemplar de otras obras musicales del arte bizantino.
Theotokio: Son los cantos dedicados a “la Madre de Dios” también llamada como Theotokos.
Kathísma: Es aquella composición de entrada hacia las zonas de la liturgia que se escuchan sentado.
Apolytíkion: Son las piezas representadas específicamente por un ritmo rápido cuya función es cumplir con la despedida de los variados servicios.
Krátima: Son las producciones musicales que se ven escasas de texto poético.
La música del arte bizantino posee algunos tipos de interpretación los cuales pueden ser entonador de forma individual (psaltis) o cantante, y por otra parte encontrábamos la colectiva, la cual se entonaba mediante un coro principalmente compuesto por hombres.
En abundancia de los casos registrados, el cantante individual y el coro estaban tomados de la mano junto con uno de los componentes más atractivos de este tipo de canto para un espectador relacionado con la música del occidente, la cual se otorga un rasgo cuya denominación sería catalogada como mágica y agradable. Por otra parte, los isócrates tienen como objetivo principal emitir un tono musical predominante para la estructura que se lleva a cabo.
Como características de la música bizantina podemos encontrar con que esta se distingue principalmente de la melodía gregoriana ya que es cantada en lenguaje griego (incluso en árabe , específicamente en la ciudad de Antioquía, localizada en Turquía), dentro de su estructura melódica se observaba un grave sonido sostenido denominado como ison o isocrátima (la cual del lenguaje griego “iso” significa igual y “crátima” se traduce como fijación).
Esta tuvo comienzo durante las primeras sociedades cristianas habituadas en el desierto de Sinaí ubicado en el continente africano (este desierto ocupa actualmente los terrenos desde Arabia Saudita hasta Yemen pasando por los Emiratos Árabes Unido e Irak). Si te genera curiosidad el continente africano, te invito a leer este artículo en el cual habla sobre la cultura africana, su vestimenta y muchas cosas más.
Este canto bizantino se mantiene en los monasterios de los ortodoxos griegos otorgando distintos tipos hacia esta misma dentro de los territorios del oriente donde predomina la religión cristiana.
Principales representantes del arte bizantino
Como uno de los principales influenciadores del arte bizantino encontramos a Justiniano I, personaje que siempre mostró un gran interés hacia este movimiento artístico.
Justiniano I nació el 11 de mayo del año 483 en Tauresium, un pequeño pueblo ubicado en las montañas dentro del majestuoso Imperio romano .
Murió el 13 de noviembre del año 565 y aún no se conoce la razón.
En la parte de la pintura bizantina nos topamos con Filoxeno de Eretria quien descubrió una nueva técnica la cual lograba realizar pinturas en un corto periodo de tiempo, se dice que este conocido pintor de la época lograba esculpir pinturas funerarias en dos horas.
Tocando el tema de la arquitectura del arte bizantino conocemos a Marco Vitruvio Polión quien fue uno de los más destacados en ingeniería civil y arquitectura de la época, por otra parte también tenía la ocupación de ser escritor y tratadista.
Cabe destacar que fue arquitecto del conocido Julio César (dictador romano) cuando Marco era un joven, luego de esto comenzó a independizarse, inscribiéndose en el servicio de la arquitectura civil.