El titulo exacto de este poema extenso, se desconoce hasta el día de hoy. Esto se debe a que en sus títulos variaba siempre entre cantar y gesta. Por esta razón, no es raro observar títulos como cantar del mio Cid o gesta del mio Cid.
El mio Cid es un cantar de gesta, el cual se encuentra inspirado en las hazañas realizadas por Rodrigo Díaz de Vivar el Campeador. Este personaje fue un caballero castellano que según este cantar, realizo múltiples hazañas durante sus últimos años.
Su escritor esta hasta el día de hoy en el anonimato. No obstante, según muchas de las opiniones y teorías de hoy en día, esta gesta fue escrita alrededor de los años 1200. Esta fecha es correspondiente a la versión del manuscrito que se conserva hoy en día, casi completo.
El cantar del mio Cid es el primer poema extenso de la literatura española que se conserva, relativamente, en buenas condiciones. Además de ser el único cantar épico de la misma literatura, de esa época.
De esta antigua obra literaria solo se han perdido 3 hojas, estas hojas son la primera hoja de contenido original y dos hojas del interior. No obstante, gracias a prosificaciones cronísticas el contenido de dichas hojas pudo ser deducido.
El contenido del cantar del mioCid consta de 3735 versos, la extensión de los mismos es muy variada. No obstante, son las que poseen de 14 a 16 silabas que se encuentran con mayor frecuencia. Es decir, las predominantes.
Los versos contenidos en el cantar del mio Cid no se encuentran en forma de estrofas. Los versos se encuentran en forma de tiradas. Las tiradas se componen, por una serie sin número de versos que poseen una sola e igual sima asonante.
Estructura y bases internas del cantar del mio Cid
La estructura y temática principal que presenta la gesta del mio Cid, se basa principalmente en el honor del gran héroe. El cual es perdido luego de su destierro, dicho héroe se centra en recuperar su honor y conseguir un honor mucho mayor al que ya poseía.
El honor expresado en este poema extenso, tiene que ver directamente con el hecho de la posición o rango social. En los versos queda denotado de manera implícita una dura crítica hacia los rangos y clases altas.
Por otro lado, de igual manera, realiza una alabanza a los rangos o clases media o baja nobleza. Esto en base a que ellos obtienen sus estatus y su clases, a medida de sus batallas y buscando sus propios méritos. Esto sin necesidad de heredar ningún estatus.
La estructura interna del cantar del mio Cid, se basa en una oscilación que va desde la perdía hasta la recuperación de su honra.
En el primer momento no es reflejado pero el Cid es un buen vasallo de su rey, el mismo se encuentra debidamente honrado y con heredades en Vivar. No obstante, la primera perdida de honra sucede cuando ocurre el destierro del Cid.
Dicho destierro ocurre por medidas injustas. Algunas mentiras aíran al rey, con esto se consigue el destierro del Cid por parte del rey. La ira del rey es causada por mentiras hechas por personas intrigantes.
Posteriormente a esto se presenta la primera recuperación de honra, esto sucede cuando se le es otorgado el perdón al Cid por parte del rey. Anexado a esto, las hijas del Cid consiguen casarse con nobles.
La segunda oscilación se genera con la pérdida de la honra de las hijas del Cid, que posteriormente recuperan su honra mediante un juicio con el rey.
Estructura interna del cantar del mio Cid
Su estructura interna en un principio contaba con una sola sección. No obstante, implícitamente en el texto se podía notar que el autor, buscaba dividir todo su texto en tres secciones.
En el año 1913 mediante una edición del texto, realizada por Menéndez Pidal, el texto fue dividido en tres secciones, tal y como lo intentaba realizar el autor anónimo del texto.
Actualmente el texto se divide en estas tres secciones, tres cantos o tres partes. Son muchos los términos usados para la división del texto, no obstante, buscan reflejar lo mismo. Estas tres partes se componen por:
- Primera gesta: cantar del destierro.
- Segunda gesta: cantar de las bodas de las hijas del Cid.
- Tercera gesta: cantar de la afrenta de Corpes.
Todos y cada uno de estos cantos o gestas, van enfocados principalmente al Cid y la forma en que dicho héroe logra crecer de manera justa y heroica, a través de sus hazañas y méritos propios. El mismo crece hasta quedar grandemente enaltecido.
Sin embargo, a medida que van transcurriendo los versos, se puede observar la oscilación y las curvas entre la perdida y la recuperación de la honra del Cid, así como la de sus allegados.
Los cantares de gesta presentes en el mio Cid
Este poema extenso denominado el cantar del mio Cid, tiene sus principales bases en los tiempos del 1200 aproximadamente. Fecha en la cual se usaban los poemas épicos con narración de carácter heroico.
Esto se realizaba de esta manera, buscando propagar una información que se consideraba, que debían saber todos los pobladores.
Por lo general, esto cantares se usaban para describir hazañas heroicas, sucesos importante e impactantes, acontecimientos recientes y en este caso personajes importantes.
No obstante, dichos cantares, por lo general eran únicamente cantados de forma oral. Esto hasta la llegada del gran poema extenso del mio Cid. El mismo fue el que comenzó un extenso recorrido en la redacción y en la literatura hasta la fecha de hoy en día.
Se considera que su autor se benefició en gran medida de los patrimonios culturales tanto popular como colectivo, todo esto para redactar dicho texto.
Primera gesta: cantar del destierro
Este primer cantar comienza en el destierro del Cid que posteriormente deja sus castillos y sus propiedades abandonadas. Sale de la ciudad con sus hijas y con su esposa. Este grupo de personas se dirigiría a la ciudad de Burgos.
Una vez estando en esta ciudad, todas las persona que habitaban en dicho lugar, tenían miedo a ayudar al Cid. Por esta razón, no le concedían asilo ni buscaban ayudarlo. El miedo de ayudarlo fue generado por temor a las posibles represalias que tomaría el rey en su contra.
Posteriormente a esto una niña le pide que no intentara la ayuda por la fuerza, ya que esto podría perjudicar para los que moraban las posadas de Burgos. En dicha ciudad el Cid se aprovecha de la avaricia de unos judíos.
Más tarde el Cid se dirigiría hacia el monasterio de San Pedro de Cardeña, lugar donde se despide de sus hijas y su esposa. Esto lo hace por el motivo de que emprendería su próximo viaje para recuperar su honra. La esposa e hijas quedan al cuidado del abad del monasterio.
Lo siguiente en la vida del Cid, conlleva conquistas y lucha. Esto se debe a que después de salir del monasterio se dirige a la ciudad de Moros, lugar donde asalta la villa de Castejón y logra vencer en reiteradas ocasiones a los moros.
Gracias a vencer a los moros varias veces, el Cid se colma con una considerable riqueza, esta riqueza es botín por sus hazañas. Sin embargo, dicho botín es enviado al rey como muestra de arrepentimiento.
Posteriormente el Cid seguiría viajando y realizando sus obras. Llega un tiempo en el que el Cid derrota y prende al conde de Barcelona. Tiempo después liberaría al mismo personaje.
Segunda gesta: cantar de las bodas de las hijas del Cid
En esta ocasión el Cid se dirige a Valencia, ciudad a la cual conquista con sus hombres. Luego de esto el Cid envía a su mano derecha y su mejor amigo llamado Álvar Fáñez, a Castilla. Más específicamente a la corte, Álvar Fáñez llevaría regalos al rey.
Además el mejor amigo del Cid pediría al rey que sea perdonado y el Cid logre reunirse con su familia en Valencia. Todo esto dio sus frutos, esto por la razón de que el rey accede a la petición.
Gracias a esto el Cid se puede mostrar orgulloso en la ciudad y su vega a su familia desde una de las torres más altas. Gracias al perdón otorgado por el rey al campeador (el Cid), el mismo recupera su antigua gloria.
Además de esto, es levantado el castigo sobre el héroe, sin embargo, no solo se le levanto el castigo a él. El castigo también fue levantado de aquellos a los que el Cid llamaba compañeros.
El Cid obtiene una gran cantidad de fortuna, gracias a esto los infantes de Carrión piden la mano de doña Elvira y doña Sol, hijas del ahora aclamado héroe, el campeador. No obstante, a pesar que el Cid no confiaba del todo en ellos, accede.
El motivo por el cual accedió se debió principalmente a la presión del rey, quien le pidió al héroe que accediera al matrimonio y de esta forma terminar de congraciarse con el campeador.
Luego de que el Cid accediera, de manera no muy gustada por el mismo, las bodas se celebran correctamente.
Tercera gesta: cantar de la afrenta de Corpes
En los primeros versos del este cantico, los infantes del Cid muestran su cobardía al salir corriendo totalmente asustados de un león que escapo de sus jaulas. Posteriormente a esto, los mismos infantes cometen un mismo acto cobarde.
En una lucha contra los musulmanes y el rey Búcar de Marruecos, los mismos infantes salen huyendo. Esta lucha se dio en defensa de Valencia, ciudad que querían recuperar los musulmanes.
Este acto de cobardía es ocultado por los capitanes de las mesnadas del Cid. Ocultan su acto cobarde, no obstante, se burlan constantemente del acto cometido por estos infantes. Dichos infantes, al sentirse sumamente humillados, toman de decisión de vengarse.
Esta venganza la realizan en el robledo de Corpes, lugar al cual los infantes emprenden un viaje con sus esposas (las hijas del Cid). Este robledo de Corpes, se ubicaba más específicamente en camino hacia Carrión de los Condes.
En el robledo de Corpes los infantes deciden azotar y abandonar a sus esposas, las cuales quedan casi desfallecidas y son abandonadas para que se las coman los lobos.
En vista de la gran deshonra hacia el campeador, el mismo pide justicia al rey. El rey en vista de lo sucedido accede y empieza con la devolución de los dotes del Cid.
Posteriormente comienza un duelo entre los infantes del Cid y los capitanes que ocultaron la cobardía de los infantes.
Duelo que pierden los infantes y quedan sin nada de honra y medio muerto. Posteriormente a esto la boda con ellos se cancela y tiempo después se realiza un proyecto para casar a las hijas del Cid con príncipes. Con esto el Cid obtiene su honra en el punto más alto.
Estilo de redacción por parte del autor
El autor de la gesta del mio Cid enaltece a los personajes usando muy buenas cualidades y aplicando el epíteto épico. Esto dota de forma ideal a los personajes de la historia y de cierta forma, dota a la narración de un buen sentido y emoción.
También el autor implementa el uso de adjetivos que caracterizan, no solo al campeador, además estos adjetivos se extienden a su esposa, a su caballo, a sus compañeros, entre otros.
El escritor busca dar emoción y vida a sus textos mediante el uso de expresiones deícticas, esto con sentido de animar más la obra, e incluso llegan momentos en los que el autor se auto introduce a la obra y realiza sus propios comentarios.
El uso del lenguaje ayuda a comprender aún más la época. Esto se debe principalmente, al uso de prácticas legales, ropajes amplios, usos feudales, del arte de la guerra, entre otros.
De igual forma durante el texto se puede observar pleonasmos, usados principalmente para agravar situaciones.
Durante el texto es común que sean muy bien descritos diferentes aspectos, desde los personas hasta grandes batallas. En resumen un gran trabajo por parte de su autor, que genero dinamismo no solo en la escritura, además a la hora de leerlo e interpretarlo.