Adquiere todo el conocimiento referente a la economía de la cultura teotihuacana, en este artículo podrás descubrir cómo se desempeño esta cultura y su forma de producir ingresos, eso y más.
Resumen
Teotihuacan fue la ciudad dominante en Mesoamérica durante 500 años. Una metrópolis cuidadosamente diseñada, con un complejo ceremonial y casas para alojar a los peregrinos.
Además de ser un centro religioso, era también un centro económico, un lugar donde la obsidiana era intensamente explotada y una etapa importante en las primeras rutas comerciales.
En su apogeo, dominó un área mayor que la Roma imperial, convirtiéndola en una de las ciudades más grandes del mundo preindustrial.
Teotihuacan representa un recorte drástico en el pasado, con cambios en la distribución de la población, los patrones de asentamiento y la explotación de los recursos; sus tradiciones culturales han jugado un papel importante en la evolución posterior de las culturas mesoamericanas.
Comenzó a declinar entre los siglos VI y VII, cuando se agotaron sus recursos naturales y las ciudades vecinas -Xochicalco, Teotenango, Cacaxtla, Cantona y El Tajín- comenzaron a tomar su lugar. En la época del Imperio Azteca, la ciudad no era más que una leyenda.
A continuación se describen brevemente algunas de sus características. Para conocer más sobre esta maravillosa cultura, sin duda una de las más importantes de la América prehispánica, utilice los enlaces que aparecen en el recuadro de la derecha.
Como en todas las civilizaciones, la economía se basa en la explotación de los recursos naturales de la región. Debido a su ubicación, Teotihuacán era una colonia rica en productos de comercio y subsistencia, así como cerca de masas de agua que permitían un flujo regular de comercio y una amplia variedad de productos en oferta.
Bases Teotihuacanas
Las bases económicas sobre las que floreció esta civilización fueron la agricultura, la caza y la cría, la explotación de los recursos naturales y el comercio.
Agricultura
La floración del cultivo y su supervivencia se debe principalmente a la agricultura, ya que la mayor parte de los alimentos obtenidos se destinan a satisfacer las necesidades de todos los habitantes.
Como se mencionó anteriormente, hubo más de 120.000 personas, así como comerciantes y viajeros que visitaron el mercado de trueque.
La cantidad de alimentos que proporcionan las cosechas ha permitido que incluso los segmentos más pobres de la sociedad sobrevivan. Además de tener suficiente para alimentarse y vender el resto, los teotihuacanos también han “exportado” productos a otras civilizaciones con menos recursos agrícolas.
Uno de los rasgos más característicos de esta civilización es sin duda el uso de las “chinampas”, barcazas cubiertas de tierra que les han permitido plantar incluso en zonas pantanosas.
Se cree que este tipo de tecnología agrícola ha influido fuertemente en su desarrollo de la economía de la cultura teotihuacana, ya que han podido aprovechar las zonas fangosas o las masas de agua muy abundantes de la región y pueden cosechar durante todo el año productos que son difíciles de encontrar en otras zonas.
Caza y cría
Para complementar su dieta, los teotihuacanos cazaban animales de carne blanda como ciervos, conejos y aves. También se dedicaron a la domesticación y crianza de animales, siendo el más común el Guajolote y el más caro y exquisito el xoloitzcuintle.
La comida no era el único beneficio de la caza o la cría, también estaba el comercio de pieles. Estos han aumentado de valor en función de los tratamientos con los que han sido tratados, lo que ha permitido que el mercado de pieles disponga de productos accesibles para todos los bolsillos. Para la economía de la cultura teotihuacana esta fue una ventaja adicional que favoreció la afluencia de comercio a la ciudad. También podrías estar interesado en Gastronomía mexicana.
Explotación de los recursos naturales
Esta cultura se caracteriza por su estrecha relación con el trabajo de la obsidiana, un mineral muy abundante y resistente que les permitió crear armas y esculturas, además de aprovechar la arcilla del suelo, lo que permitió la creación de las pirámides de revestimiento y su posterior adornamiento con pinturas propias de esta zona.
Aunque se podría pensar que la creación de esculturas y objetos de obsidiana era algo poco trascendental, la realidad es que fue una piedra angular de las culturas. La religión politeísta predominante permitía una demanda constante de dioses y figuras, tanto para la adoración como para los rituales.
Esto ha tenido un valioso impacto en el desarrollo económico de Teotihuacan. Los teotihuacanos eran los únicos “dueños” del monopolio de la obsidiana. Cualquier civilización, sin importar su tamaño, tenía que negociar con ellos por el material precioso.
Debido a la ley de la oferta y la demanda, en la economía de la cultura teotihuacana les dio un inmenso poder para negociar los pocos productos que no fueron fabricados o explotados.
Comercio
Como el centro comercial más grande de Mesoamérica, Teotihuacan ha recibido a vendedores de países lejanos, como el norte de México hoy en día o incluso Guatemala. El número de transacciones realizadas durante un día en el mercado era comparable al número de civilizaciones que conocemos por su tamaño y diversidad, por nombrar sólo una, Roma.
La mayoría de las esculturas de arcilla y objetos de obsidiana encontrados en el norte de México o Sudamérica se pueden encontrar fácilmente en la civilización que habitó Teotihuacan. Esto nos recuerda la influencia de su mercado y comercio en las culturas circundantes.
Por todo lo anterior, entender cómo una cultura que no tenía los medios de transporte y tecnología actuales pudo haber experimentado tal auge y apogeo nos permitirá conocer cómo nacieron los primeros mercados, instituciones comerciales, dinero y transacciones. También podridas estar interesado en Idiomas de México.
Para la economía de la cultura teotihuacana ,Teotihuacan era un lugar de encuentro para el comercio. Con raíces multiculturales, muchas de las familias de los artesanos que vivían allí provenían de países tan lejanos como Guatemala. También fue un punto central en Mesoamérica por donde pasaban la mayoría de las carreteras.
Hoy en día, una economía exitosa depende de varios factores de sostenibilidad, como el fácil acceso y explotación de los recursos naturales, la diversidad de las rutas comerciales y la exportación de productos, así como su demanda. Teotihuacan los tenía todos.
Además de lo anterior, cabe mencionar su estructura social, ya que parte de la economía de la cultura teotihuacana se debió a que se creía que estaba seriamente influenciada por las brujas que realizaban los rituales ceremoniales.
Como resultado, se han mantenido dotaciones o impuestos en las clases sociales altas, lo que representa una muestra considerable de administración económica de una población de más de 120.000 habitantes.
Conclusión de la economía de la cultura teotihuacana
Dejando a un lado sus costumbres de vestir, el saber que la ciudad era uno de los asentamientos más grandes con más de 125.000 habitantes nos permite entender que su economía era un aspecto crucial de su supervivencia.
Como si fuera un gran paquete, la economía de Teotihuacan integró los aspectos religiosos, políticos, sociales y comerciales en un solo sistema de producción, que se convirtió en el más robusto de Mesoamérica.
En este sentido, la ciudad de Teotihuacán se ha convertido en el principal escenario regional, en el marco de un modelo de producción nacional independiente, pero interconectado con un sistema económico gubernamental ritual y ceremonial.
Además, las ciudades vecinas se han convertido en aliadas y socias de este mecanismo, creando una perspectiva productiva que tiene en cuenta las diferentes escalas, ya que involucra tanto a las élites sociales como a la población.
Por otra parte, esta economía se basaba en una combinación de las condiciones geográficas de las tierras altas centrales de México, como los manantiales, un valle que se extendía hacia la costa y servía como corredor de bienes, y los suelos con depósitos minerales o recursos lacustres, que eran favorables para el desarrollo del patrimonio cultural de Teotihuacán.
El impulso de la economía de la cultura teotihuacana fue generado principalmente por la actividad agrícola, que le permitió aplicar técnicas como la chinampa o cultivos flotantes, plántulas en terrazas y huertas con riego de los ríos, para producir alimentos, que cubrían las necesidades alimentarias de la población y vendían el excedente a otras localidades menos agrícolas.
Del mismo modo y como complemento alimenticio, cazaban animales, como ciervos, conejos y aves, o domesticaban otros, como pavos o perros xoloitzcuintle, de los que se extraían las pieles, para su posterior venta en los mercados. a precios que cubren todos los estratos sociales. También podrías estar interesado en los grupos étnicos de México.
Así, la economía de Teotihuacan no sólo experimentó el auge y el apogeo de los primeros mercados mesoamericanos, sino también un importante movimiento de personas dentro de su territorio, interesadas tanto en el comercio como en celebraciones religiosas monumentales.
Una de las razones del poder de Teotihuacan es que la ciudad tenía el monopolio de la obsidiana. Esta roca vítrea, producida por el volcán Popocatépelt, podría afilarse como una navaja de afeitar. Y da armas en este mundo que ignoran el hierro.
Su comercio se extendió a la actual Guatemala, donde se cambió por pieles de jaguar o plumas de quetzal. En la exposición, se puede admirar un hermoso par de cuchillos agitados como serpientes. Fueron encontrados bajo la pirámide de la Luna, cerca de los restos de doce hombres con las manos atadas a la espalda y decapitados. También podrías estar interesado en la cultura teotihuacana.