Ramón Castilla el 31 de agosto de 1797 fue su nacimiento en Tarapacá, área que tenía lugar alrededor de la Intendencia de Arequipa. En 1807 se va a Lima a tener conocimientos de educación. Después de diez años, se unió al poder realista del ejercito, donde permaneció hasta 1821. Fue elegido presidente en 1845, dirigiendo hasta 1851.
Biografía de Ramón Castilla
Era natural de Tarapacá, en el dominio del Virreinato del Perú. Comenzó su trabajo militar cuando era muy joven, en el poder realista suministrado que fue derrumbado en el combate de Chacabuco. Tomado prisionero en Buenos Aires, lo motivó su permiso a salir del país y se fue a Brasil, desde donde se apresuró hacia el Perú.
Reincorporado al poder provisto español, el año siguiente al pronunciamiento de la oportunidad de Perú se redujo al poder patriota. Se sumó al curso de acción de los cuerpos de poder montados de la Legión peruana, que más tarde se llamaron los húsares de Junín, y se desarrolló en el choque de Ayacucho, en 1824.
Para entonces buscó una escalada de vocación militar y política, apreciando Las guerras y cambios de la antigua República peruana, y los puestos vacantes más importantes en las organizaciones de Agustín Gamarra y Luis José de Orbegoso. En 1836, en una fracción de segundo antes del establecimiento de la Confederación Boliviana de Perú, fue a Chile, desde donde regresó con los intentos de reconstrucción que pusieron fin a este esfuerzo político.
Se desempeñó como Ministro de Guerra del segundo cuerpo gobernante de Gamarra, con el que corrió en la campaña a Bolivia, hasta su final en el compromiso de Ingavi en 1841. Tomado prisionero por los bolivianos, fue liberado en el momento de la aprobación de la amicapacidad en 1842, regresó a su país y luego muy asombrado por la dictadura político militar. ( Ver articulo:Francisco Bolognesi).
Luego se propuso a restaurar el estándar de la Constitución y los profesionales creíbles, lo que provocó un revuelo constitucional contra la auténtica asamblea de Manuel Ignacio de Vivanco, quien finalmente triunfó en el conflicto de Carmen Alto, en 1844. Después del cuerpo legislativo interino de Manuel.
Menéndez reconoció la organización constituida de la República en 1845, hasta 1851, seis años en general, en la que formó el país y terminó varias obras en todos los campos, con el patrocinio del pago transmitido por la riqueza guanera. Para entonces, Perú entró en un período de acuerdo y avance interno, y además de poder y calificación de todo incluido.
Esta metodología no fue seguida por su sucesor, el general Echenique, bajo cuyo estándar estalló el impacto de la asociación del compromiso interno, que obligó a Ramón Castilla a liderar la Revolución Liberal indicada de 1854, en medio de la cual declaró la invalidación del tributo a los indígenas cuando estaban en Ayacucho el 5 de julio de 1854 y la posibilidad de que los esclavos de color negro estén en Huancayo el 5 de diciembre de ese año.
Finalmente triunfó en el conflicto de La Palma, el 5 de enero de 1855, reconoció entonces como Presidente Provisional, reforzado por los liberales. Convocó a un Congreso Constituyente, que comunicó la Constitución liberal de 1856, que provocó el cambio conservacionista de Vivanco, que incitó a la Guerra Civil diabólica de 1856 a 1858.
Al término de este conflicto, Ramón Castilla consiguió cierta separación de los liberales y consideró un Congreso que lo respaldó como Presidente Constitucional, el 24 de octubre de 1858, por un período de cuatro años. Dicho congreso se redujo de sus capacidades, presentando otro en 1860 de carácter constituyente, ese año proporcional discutió y declaró otra Constitución, de carácter moderado, que llegaría a ser la Carta Política de autenticidad cada vez más conspicua, desde que habló hasta 1920.
Como en su primer gobierno, en este segundo Ramón Castilla trabajó maravillosamente, modernizando el país y estableciendo la incredulidad de Perú en el territorio, protegiendo su autenticidad local en medio de la disputa con Ecuador de 1859 a 1860. También fue el momento del impacto del guano, que se transformó en la fuente esencial de los recursos del Estado.
Como consecuencia de haber terminado su cuerpo legislativo, por casualidad tomó el poder durante varios días, en abril de 1863. Fue elegido congresista por Tarapacá y pionero del Senado en 1864, y antes de la disputa con España, censuró el Tratado de Vivanco-Pareja, por lo que Expulsado en 1865 a Gibraltar por la organización de Juan Antonio Pezet.
Regresó a Lima en 1866, se instaló en Tarapacá, donde manejó una pelea contra el presidente Mariano Ignacio Prado acerca de la Constitución de 1860; de todos modos, falleció en el valle de Tiliviche en 1867 a los 69 años de edad. «Redentor de los indios, leyenda del negro, creador de la posibilidad de la prensa, destruyendo la estructura política», así evocó el periódico El Comercio la memoria de Castilla.
La Infancia de Ramón Castilla
Su natalicio fue en la ciudad de San Lorenzo de Tarapacá el 31 de agosto de 1797, en medio del Virreinato del Perú. Fue el descendiente del porteño Pedro de Castilla y Manzano y Juana Marquesado y Romero. Su abuelo paterno, el español Pedro Pablo Castilla, era un especialista del espacio en medio del virreinato.
Mientras que su abuelo materno, el genovés Giovanni Batistta Marchese (su nombre: Juan Bautista Marquesado en castellano) fue coronel del Ejército Realista de España. Ramón Castilla, en medio de su juventud, ayudó a su padre como leñador, e hizo excursiones al desierto para obtener partes secas de algarrobos. Enriquecido por la consideración de sus parientes Leandro, fue a Lima en 1810 y después a la ciudad chilena de Concepción.
Carrera Militar: Ejército Realista de Ramón Castilla
En 1812, se alistó cerca de sus parientes Leandro, en el poder realista equipado. Tenía entonces quince años. Apreció con éxito las luchas contra la antigua nación chilena. Luego del azote de los instigadores de autogobierno, llegó a Santiago, en 1816, el ambiente de trabajo del fructífero cadete en el regimiento eléctrico montado Dragones de la Frontera. (Ver articulo:Perú republicano).
A la edad de 20 años, como oficial de escolta del brigadier Casimiro Marcó del Pont en el poder del ejercito español, fue tomado prisionero con él después de la batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817, en el cultivo de «Las Tablas», cerca de la ciudad del El Quisco. Enviado al campo de reclusión de Las Bruscas en Buenos Aires, entendió cómo escapar cerca del también prisionero realista Fernando Cacho.
Fue a Montevideo y desde allí, partió a Río de Janeiro, desde donde regresó a Perú a través de las áreas boscosas de Mato Grosso (Brasil) a Santa Cruz de la Sierra (directamente Bolivia), y allí comenzó a Lima, en un Caminata que duró 5 meses cruzando 7 mil millas, generalmente a través de distritos salvajes, y eso fue en sí un logro que no se repite.
Reintegrado con el poder realista del ejército, en 1820 obtuvo la estrella de teniente y continuó en posiciones al mando, uniéndose al regimiento de Dragones de la Unión que observaba Arequipa. En cualquier caso, después del anuncio del autogobierno del Perú, se unió al poder del ejército con partidarios que contó el general José de San Martín desde el inicio en 1822.
Primer mandato de Ramón Castilla
En 1845, fue elegido presidente del Perú. Los largos períodos de su legislatura fueron separados por la fuerza política, la solicitud regulatoria y la prosperidad monetaria del salario por el mal uso del guano.
Para la comercialización de este artículo, estableció la disposición de los destinatarios nacionales, por medio de la cual una reunión de peruanos fue responsable de la liquidación del guano en el mercado mundial y obtuvo una tasa sobre su costo. En estos años, comenzó el movimiento de coolies chinos, que tocaron la base en Perú para trabajar en las Islas Guaneras y en las haciendas del norte.
El alto salario iniciado por el guano, permitió a Ramón Castilla organizar la economía del país, construyendo el principal plan de gasto republicano, de manera similar, hubo una preocupación increíble por la salvaguardia nacional y por la mejora del enfoque americanista y la solidaridad continental, que se reflejó en El Primer Congreso Americano de Lima.
En 1851, su mandato terminó y fue dominado por José Rufino Echenique. En el momento en que se desarrolló la desavenencia del último, acusado de error en el cumplimiento de las obligaciones, Ramón Castilla inició una marcha que contó con la ayuda de los inconformistas.
En estas condiciones, Ramón Castilla canceló el tributo y la subyugación de los indios en 1854 y concluyó la legislatura de Echenique en la batalla de La Palma, siendo nombrado presidente temporal y luego aprobado en la administración por el Congreso.
Segundo mandato de Ramón Castilla
En medio de su segundo mandato, avanzó en el bienestar de los negocios de ferrocarriles y nitratos obtenidos del guano, la construcción de infraestructuras de restricción del gobierno y el alquiler de estas empresas a elementos privados. De igual manera, hubo dos constituciones: la de 1856, de inclinación liberal, y la de 1860, que se mantuvo en el poder hasta 1920.
En esos años, el Tratado de Mapasingue se marcó con el Ecuador y se produjo un enfoque de preocupación por la región de la zona silvestre, convirtiéndose en la oficina de Loreto y avanzando la ruta de la corriente en esa área.
En 1862, perdió la decisión presidencial de Miguel de San Román, por lo que renunció a asuntos gubernamentales, a pesar de que regresó a ella en 1865 como Presidente del Senado peruano.
Fallecimiento de Ramón Castilla
El lugar donde falleció fue en Tiliviche, Perú, en 1867, cuando se alzo contra Mariano Ignacio Prado, quien necesitaba mantenerse en el poder.