El Cerro de las tres cruces en Cali Colombia es uno de los monumentos históricos más importantes del país colombiano, esto debido a toda la historia que encierra en cada uno de sus rincones y por ser un sitio turístico tan concurrido actualmente.
El cerro de las tres cruces en Cali
Ubicado en la ciudad de Cali, Colombia, específicamente en el corregimiento de Montebello encontramos a el Cerro de las Tres Cruces. Este es un sitio muy concurrido por turistas, bien sea creyentes que vienen a depositar su fe sobre las cruces de lugar, por curiosos que quieren conocer más sobre la historia que rodea a estas cruces, fotógrafos que quieren captar en fotos estos hermosos paisajes o algunos deportistas que buscan utilizar este lugar para su recreación y ejercicio.
Su ubicación queda en el noroccidente del país y se encuentra a 1480 metros sobre el nivel del mar. Es un lugar muy amplio lo que favorece que siempre este repleto de turistas, en la cima de este cerro además de las cruces conseguiremos una estación de policías para mantener la seguridad en la zona y varias antenas de telecomunicaciones, pero alrededor de esto solo una llanura vacía que se presta para la realización de diversos tipos de deportes.
Este es un monumento bastante grande y resistente, con una base de 420 metros cuadrados y tres hermosas cruces siendo la que está ubicada en la parte central del monumento la más grande midiendo 26 metros de alto por 11 metros de ancho mientras que las que se encuentran a los lados miden 22 metros de alto por 8 de ancho. En un principio estas cruces estaban construidas con guadua, que es una planta similar al bambú, pero debido a la resistencia que requerían y que este material no les podía proporcionar decidieron construirla nuevamente, pero esta vez usando concreto.
Este es un cerro tutelar de apropiación publica, también se le conoce como Morro Pelón. Se dice que se formó al principio del hundimiento de El Valle de Aburra, hace más o menos dos millones de años. Este cerro junto con el cerro El Volador, La Asomadera, El Picacho y varios otros conforman los cerros tutelares más importantes de Colombia que ayudan a fomentar la recreación y el esparcimiento de la cultura en dicho país.
Este cerro inicia a 1480 metros sobre el nivel del mar y culmina con 1800, lo que significa poco más de 300 metros desde la base hace la cima del cerro. Este posee una importancia histórica, ecológica y turística determinante para el avance y el desarrollo de Colombia como nación.
Accesos
Este es un cerro muy amplio y además bastante concurrido por una gran cantidad de personas, aunque para acceder a este lugar solo se cuenta con dos accesos principales, los cuales son:
El principal es una carretera que va desde el corregimiento Alta Vista, esta es una carretera relativamente corta, no mide más de dos kilómetros, pero presenta altas e inclinadas pendiente y además el terreno presenta condiciones bastante desfavorables lo que se traduce a que no deba ser transitada por cualquier tipo de vehículos. Esto ha obligado a colocar una red de Jeeps que cobran un pasaje por subir a los turistas a la cima del cerro para facilitarles de esa manera su experiencia en este lugar.
El otro camino es un poco más arriesgado ya que es de tierra con el objetivo de que sea trasladado a pie. Por lo general este lo toman los deportistas que utilizan la subida a la cima de este como un ejercicio importante. Es un camino que cuenta con varias pendientes inclinadas, además de contar con pocos lugares con sombra y casi nulas fuentes de agua por lo que es recomendable tomar las previsiones de llevar agua y colocarse una ropa adecuada para el ejercicio físico antes de darse a la tarea de iniciar este camino.
Actividades
La subida a este lugar generalmente se realiza con motivos deportivos, para estirar las piernas, para correr, trotar, muchos deportistas se han hecho fanes de escalar a lo más alto de este cerro diariamente o los menos arriesgados lo hacen cada domingo, por sus inclinadas pendientes de ha convertido en un destino turístico importante a la hora de realizar ejercicios. Aprende todo sobre Ecosistemas colombianos.
Desde lo más alto de estas montañas se puede ver Colombia desde otra perspectiva, mucho más amplia y hermosa por las alturas, razón por la que este es un destino muy concurrido por los fotógrafos que hacen uso de las alturas para captar la esencia de Colombia.
También es importante no olvidar nunca que en la parte superior de este cerro se encuentran las míticas tres cruces y para nadie es un secreto que este es un símbolo católico que tiene tras de sí una leyenda importante para esta religión, por lo que muchos católicos suben a estas cruces a rezar o hacer algún tipo de plegarias y mucho más en la época de semana santa donde se reúnen en grupos grandes para subir a la parte donde se encuentran las cruces y de esta forma pedir.
Son muchísimas las actividades que pueden realizarse en la cima o en el camino hacia el importantísimo cerro de las tres cruces, lo que lo convierte en un excelente destino turístico que hace de la ciudad Medellín un importante destino, tanto para fines religiosos, deportivos, recreativos o únicamente turísticos, ya que se pueden ver las cruces y documentar su historia que es bastante amplia. (Ver articulo: carnavales de Colombia)
Historia
Este monumento comenzó a realizarse en el año 1937 y su construcción tardo un tiempo importante. Los trabajos de construcción de este monumento estuvieron a cargo del ingeniero Argemiro Escobar y del maestro de obra de ese momento Luis Felipe Perea. Se dice que se le da inicio a la construcción de esto porque en un momento el diablo ascendió y se mostró ante los habitantes de Cali, condenándolos a ellos, no había un lugar que no estuviera arrasado por esa energía y presencia, por lo que el sacerdote implementó una técnica infalible para deshacerse de esta presencia maligna.
Leyenda sobre la creación
Existe una leyenda muy bonita que explica sobre el porqué de la creación de este tipo de esculturas:
Esta leyenda habla sobre que, en Cartagena, en un lugar conocido como El Cerro de la Popa, vivía Buziraco, el cual era un demonio que recibía adoración de los negros e indígenas nativos de la zona, hacían que este les bautizara las joyas bañándolas dentro de un lago al que le atribuían. Más tarde inicio la expedición de un monje el cual se embarcó en una misión encomendada por la Virgen María y se da cuenta que el demonio tiene poderío en un lugar donde se debió haber construido una iglesia.
El monje con la ayuda de muchos creyentes expulsó al demonio del cerro, lo arrojaron por lo alto de un acantilado. Luego de ser expulsado de Cartagena, este demonio se traslada a Cali, donde su poder se extendió por un poco más de 300 años. Durante este tiempo llegaron a la ciudad dos frailes desde Quito, los cuales poco a poco comenzaron a tomar poder en el área política y aristocrática de la ciudad.
Debemos recordar que en este momento Cali se encontraba bajo la influencia de Buziraco, el cual era total dueño de esta ciudad, para el año 1837 se comenzó a manifestar con una ola de enfermedades como el dengue y la viruela ocasionando muchas muertes, además de sequía, incendios y muchos más desastres naturales. Este demonio ya no se escondía, se sentía en total confianza y se mostraba en el cielo en forma de murciélago gigante.
Todo esto obligo a que el 3 de mayo de 1837 los frailes comenzaran una procesión hasta la cima del cerro cargando con tres cruces elaboradas con guadua que debían ser colocadas en ese lugar, estas cruces fueron adornadas por los creyentes con flores, esto con la fija intención de expulsar al demonio que tanto daño hacia a la ciudad por orden de la iglesia de Cali. Luego de haber colocado estas cruces una voz retumbando la tierra resonó en todo el cerro maldiciendo a la ciudad de Cali.
Estos frailes continuaron llevando las cruces cada tres de mayo a lo alto de la ciudad para mantener al demonio atrapado tras esas cruces y luego de la partida de ellos otro fray ocupo el lugar de trasladar las cruces hasta la parte alta de la montaña y luego del fallecimiento de este, el pueblo se seguía congregando para subir las cruces de guadua a lo alto de la montaña.
En el año 1925 ocurrió un terremoto devastador, el cual tumbo las cruces de guadua y varias iglesias de la ciudad, esto lo tomaron los creyentes como la liberación de Buziraco el cual comenzó a azotar nuevamente la ciudad hasta que en 1937, específicamente el día 26 de mayo, se comenzó con la construcción de tres cruces de hierro y cemento donde hacía 100 años habían sido colocadas las primeras de guadua, estas obras se alargaron hasta el 31 de diciembre de ese mismo año y de esta manera han mantenido al demonio atrapado hasta el día de hoy.