Llamada también la primera intervención francesa en México, o la primera guerra franco-mexicana. La Guerra de los pasteles, fue un enfrentamiento bélico donde la República de México y el Reino de Francia se enfrentaron cara a cara. Sigue leyendo este tremendo artículo.
¿Qué es la guerra de los pasteles?
La explicación detrás de este enfrentamiento fue debido a la barra marítima del puerto de Veracruz por las potencias francesas enviadas por el rey Luis Felipe I de Francia. En ese sentido, la barricada fue hecha y solicitada por Aimé Roger, Primer Ministro de Francia, con dos objetivos, el primero en otorgar un ejercicio a Buenos Aires y a todos los Estados Americanos, asaltando a México, la estabilidad de Francia y el segundo para adquirir beneficios Ejercicios financieros en Hispanoamérica.
No obstante, alrededor de ese momento, los residentes franceses que viven en México se sintieron decepcionados como consecuencia de la brutal circunstancia política y financiera, y una de las razones fue la no entrega de México a Francia de la obligación remota. Ante la posibilidad de que echemos un vistazo al caso mexicano, la perfección de la Guerra de Independencia de México contra España en 1821 creó batallas internas consistentes entre los grupos que iban tras el control político.
En total, se desató una disputa entre el presidente Guadalupe Victoria y el gobernador Lorenzo de Zavala, esta realidad creó una sólida inseguridad social que terminó con el triunfo de Zavala y el establecimiento de Vicente Guerrero como nuevo presidente. Se realizaron visitas remotas a los terrenos de México, a los que generalmente se sumaron daños materiales a los mexicanos que quedaron sin remuneración.
En respuesta a los diversos casos de sus residentes que viven en México, el gobierno francés solicitó en abril de 1838 el inicio de una barricada marítima de las derivas mexicanas por parte de las potencias francesas; Garantizando los reembolsos y el pago de la obligación exterior. La disputa comenzó entre batallas entre pioneros, pero luego comenzó a usar el método de las armas. Alcanzó su cima en noviembre de 1838 con el asalto a San Juan de Ulúa y la captura de Veracruz.
Origen
Esta guerra se produjo como consecuencia inmediata de la inestabilidad financiera y política que influyó en la nación en medio de los largos tramos primarios de la República Mexicana, después de la libertad de México en 1821 de los estados españoles. En este período, México fue sometido una y otra vez a los desarrollos de desobediencia hechos por oficiales militares y por diferentes grupos que buscaban el poder político en la nación. (Ver: Revolución mexicana)
Los líderes de la república prevalecieron a un alto nivel, siendo en su mayoría hombres con mucho poder y dispuestos a utilizar el lugar de trabajo para su propia ventaja. Monetariamente, la obligación externa era enorme, principalmente debido a mayores avances con algunas naciones europeas, logrando el punto de que México nunca más podría cumplir con sus deberes.
Los diferentes levantamientos crearon otros choques equipados, bastante graves, que provocaron la destrucción de una gran cantidad de propiedad privada, los dos nacionales y los forasteros (contando el francés). Lo que es más, la legislatura obligó a los nativos a hacer compromisos monetarios con la administración para gastos abiertos, bajo el peligro de la mediación por parte de la población general, si de alguna manera lograban hacerlo.
Los residentes mexicanos influenciados no pudieron hacer casi nada, mientras que los proveedores externos contrataron al gobierno mexicano para remunerarlos por los daños causados, sin ningún impacto, por lo que comenzaron a hablar ante sus propias legislaturas. A pesar de que no se atendió a las solicitaciones francesas, el gobierno francés finalmente eliminaría este problema.
Entre los residentes franceses que solicitaron el pago, había un pastelero llamado Remontel, establecido en Tacubaya, Ciudad de México, que en 1838 había perdido 60.000 pesos en pasteles en medio de los conflictos. Cuando no encontró una solución del gobierno mexicano, habló con el rey de Francia.
En ese momento, Francia solicitó al gobierno mexicano el pago de 600,000 pesos de pago por las desgracias que los franceses tenían en sus dominios. Esta suma fue sorprendentemente alta, en contraste con el salario de un día por día de peso visto por un trabajador. A pesar de esta suma, México tenía una obligación externa con Francia de no haber tenido la capacidad de pagar.
Historia
El nombre de la Guerra de los pasteles sucedió a la luz del hecho de que uno de los habitantes franceses en México, más dedicado a la batalla y el caso de la remuneración, era un golpeador de masa francés llamado Remontel que tenía una pastelería en Tacubaya, Ciudad de México. Este hombre había sufrido algunos saqueos por parte de oficiales mexicanos en medio de la legislatura de Santa Anna, desde 1828, y su negocio iba a quebrar.
En este sentido, Remontel habló con el rey Luis Felipe, quien afirmó que el gobierno mexicano había pagado 600.000 pesos como motivo de los diferentes casos de daños a ciudadanos franceses. La instancia de Remontel fue escuchada y considerada por los expertos franceses, y fue una motivación extraordinaria para comenzar el ataque francés en Veracruz.
Esta es la motivación detrás de por qué en México se la conoce como la guerra con este nombre. Los franceses también solicitaron el pago suspendido de una obligación de muchos dólares en anticipos permitidos a México. En caso de que discutamos la guerra, deberíamos especificar que la intercesión francesa en México fue hecha por un escuadrón francés formado por 26 pequeños barcos de crucero y 2 barcos de vapor, que obstruyeron el puerto de Veracruz, la entrada más vital de los mexicanos.
Otra explicación detrás de la ejecución de esta intercesión fue la negativa del presidente mexicano Anastasio Bustamante a pagar la paga, a pesar del hecho de que Deffaudis fue enviado por el rey de Francia a México para solicitar la totalidad del dinero en efectivo, para un buen trato, pero regresa a Francia sin noticias edificantes.
En esta línea, el señor de Francia solicitó el bar marítimo de todos los puertos mexicanos desde Yucatán hasta el Río Grande, el asedio de la fortificación mexicana de San Juan de Ulúa y la captura de la ciudad de Veracruz. Las potencias francesas siguieron solicitudes y capturaron a gran parte de la Armada mexicana en Veracruz (Batalla de Veracruz). México reaccionó pronunciando la guerra.
Santa Claus, Anna necesitaba rechazar a los franceses de cualquier manera concebible, en ese momento conducía a las potencias mexicanas. En medio de uno de los enfrentamientos, Santa Anna resultó herida por lo que su pierna debe ser cortada. Esta realidad se utilizó para garantizar la llegada a la intensidad de Santa Anna, ya que se desplomó en su ubicuidad. A partir de 1839, México consiente en pagar a Francia a cambio de una ayuda de paz.
Por lo tanto, la mediación discrecional de las tierras del Reino Unido, con esto fue concebible iniciar un acuerdo de paz entre Francia y México el 9 de marzo de 1839. Con el intercambio entre las dos naciones, se hicieron algunas afirmaciones. El presidente mexicano Anastasio Bustamante prometió pagar los 600,000 pesos de paga garantizados por Francia. Con este acuerdo, las potencias francesas comenzaron a retirarse instantáneamente y se dio el final de la Guerra de los pasteles.
El noble Deffaudis recibió disensiones de los traficantes franceses, particularmente del Sr. Remontel, quien solicitó un pago después de que los oficiales del presidente Santa Anna dañaron su taberna y comieron pasteles sin pagar. Esa es la razón por la que eligió llevar estas protestas a París, donde se las puso en alerta. Es debido a estas protestas que esta contienda se conoce prominentemente como la Guerra de los Pasteles.
El entonces presidente Anastasio Bustamante negó cualquier transacción con el ministro francés, quien solicitó el pago de 600 mil pesos como pago por el daño a las organizaciones, principalmente a un buen cocinero francés, a pesar de los beneficios para los comerciantes franceses. (Ver: Guerra Civil Española)
En el momento en que no obtuvieron declaraciones, el representante francés dejó México para restaurar el 21 de marzo de 1838, se unió a 26 buques de guerra y el almirante Charles Baudin le dijo que solicitara las cuotas y que enviara una propuesta final al gobierno mexicano.
Esto trajo cerca de siete meses de barricada de puertos mexicanos a pesar de exponer el poder nacional al riesgo constante de las armas francesas. Después de un tiempo, el puesto de San Juan de Ulúa fue asediado, que estaba protegido por la fuerza armada mexicana, dirigido por los generales Antonio López de Santa Anna y Mariano Arista.
Fue bombardeado desde el 27 de noviembre de 1838 y hasta el 4 de diciembre, cuando las potencias francesas aterrizaron para tomar el puerto de Veracruz. En medio de la lucha el líder Antonio López de Santa Anna perdió una pierna.
Fecha
Del 16 de abril de 1838 al 9 de marzo de 1839, tuvo lugar la originaria guerra entre México y Francia, llamada Guerra de los Pasteles. Durante el siglo XIX, México fue calificado uno de los países más importantes del continente americano en el sentido económico. De hecho, tuvo excelentes negocios con países europeos. Esta distinción que marcó el país americano no pasó desapercibida.
El enfrentamiento ocurrió entre el 27 de noviembre de 1838 y el 9 de marzo de 1839, por un período completado de tres meses, varias semanas y tres días, y se evalúa que el número total de heridos y muertos fue de 127 fallecidos y 180 lesionados.
Causas
La endeble circunstancia política mexicana terminó influyendo en los vendedores franceses, y esto a la luz del hecho de que las estimaciones monetarias de que el gobierno mexicano estaba tomando un intercambio restringido para todo el mundo. A través del embajador de Francia, los comerciantes franceses se quejaron de la circunstancia.
El gobierno galo solicitó la pronta compensación de sus beneficios de México y, además, pagó por cualquier desgracia que hubiera soportado. México se negó a satisfacer ese interés, por lo que Francia continuó obstruyendo los puertos para ser escuchada a través del curso militar.
El nombre «Guerra de los Pasteles» se debió a un caso exhibido por un sujeto francés, propietario de un restaurante, que solicitó un pago ya que las autoridades mexicanas habían derrochado y consumido varios pasteles en su establecimiento y se habían ido sin pagar.
Causas interna
Después de la autonomía mexicana de la Corona española en 1821, la nación entró en una circunstancia de temblores políticos debido a una profunda división entre varios grupos, provocada, además de otras cosas, por la resistencia de dos tipos únicos de asociación política: un lado protegido el centralismo, y el otro federalismo, como tipos de estado.
Esta circunstancia creó algunas revueltas y derrocamientos militares entre las reuniones en conflicto, que debatieron el control político de la nación. Durante bastante tiempo, el control pasó de forma inesperada y feroz, comenzando con una reunión política y luego a la siguiente.
La inseguridad política también se convirtió en una profunda emergencia financiera para el gobierno mexicano, que recurrió a una capacitación actualizada desde la época provincial en la nación que comprendió impulsar a los residentes a hacer compromisos monetarios ante la legislatura para gastos abiertos, bajo el riesgo de la mediación de la población general restringe si de alguna manera sucede que no puede.
Causas Externas
En medio de los años posteriores a la autonomía de México, los sujetos franceses que viven en la nación fueron víctimas de créditos restringidos forzados por el gobierno mexicano para obtener un pago financiero, razón por la cual comenzaron a presentar quejas al refugio seguro internacional francés en el que dieron una cuenta de varias desgracias materiales soportadas, que fueron evaluadas en una estimación de 600,000 pesos.
El estado de ánimo del gobierno francés en esta circunstancia fue ponderar a los expertos mexicanos, a partir de 1837, pagar los 600,000 pesos estipulados y asegurar a los franceses para garantizar que no fueran nuevamente víctimas desafortunadas de tales influencias restringidas.
En cualquier caso, el gobierno mexicano negó estas solicitudes en algunos eventos, garantizando que cumplió con sus deberes de proteger a los habitantes externos de los cambios experimentados en México, que incluso sus propios súbditos debían soportar. El agente emisario francés responsable de las discusiones entre Francia y México, Antoine Deffaudis, se vio detenido por la negativa mexicana a los acontecimientos, y se detuvo el 1 de enero de 1838.
En el largo trecho de marzo, reforzado por su administración y en el orden de un escuadrón militar, elaboró una propuesta final para que México se ajuste a las solicitudes que se habían realizado anteriormente el 15 de abril de ese año. México no puede, y desde el 16 de abril de 1838, Francia hizo una barricada marítima de todos los puertos del Golfo de México que duraría ocho meses, y que también capturó algunos barcos comerciales.
En igualdad de condiciones, México mantuvo su posición y el gobierno francés abrió fuego el 27 de noviembre de ese año equivalente en los bancos mexicanos del puerto de Veracruz, en este sentido, comenzando el enfrentamiento bélico.
Francia envió una armada militar que tocó la base en Veracruz el 16 de abril de 1838, y desde donde Deffaudis llamó al gobierno mexicano a pagar a los ciudadanos franceses por las desgracias en que confiaban que habían soportado. Bustamante no aceptó tales solicitudes, sustancialmente menos mientras que los buques militares se encontraban situados a la deriva de la deriva mexicana; y designa a Santa Anna para ordenar las tareas de protección.
El asalto de los barcos a veracruz no se hizo pausa; no obstante, fueron rechazados por los mexicanos, que ofrecieron ascender a un número específico de enfrentamientos que perduraron después de algún tiempo. La guerra de los pasteles desde el principio, parecía que la barra era beneficiosa para los intereses de Francia, pero con la muerte de los meses, resultó evidente que no solo México estaba lastimado, pero además estaba creando desgracias. para otras personas. Naciones que mantuvieron relaciones comerciales con México. (También puedes ver:Independencia de Mexico)
En este sentido, Gran Bretaña, que había mantenido una notable contienda militar con Francia, optó por presentar una armada en el Golfo con el objetivo final de intervenir en la disputa. La aseveración de paz se realizó el 9 de marzo de 1839, sin que las dos naciones lograran un triunfo completo.
México necesitaba remunerar a los súbditos franceses por las desgracias que soportaron debido a las medidas monetarias antes de la disputa, mientras que Francia necesitaba restaurar los botes capturados mientras se completaba la barricada, además de no garantizar los costos causados por la guerra, y perdió los beneficios comerciales que tenía, en perspectiva de la forma en que se canceló el registro de Declaraciones Provisionales.
Consecuencia
Mediación mundial de Gran Bretaña en el conflicto. La barra marítima conectada por Francia en medio de un tiempo influyó en los intereses financieros de otras naciones europeas que realizaron ejercicios comerciales en México, como era la situación de Gran Bretaña. En ese momento, México se destacó entre los mercados más críticos de América.
Por lo tanto, Gran Bretaña terminó involucrándose con la disputa y descubrió cómo ayudar a México y, por lo tanto, detener el asalto de Francia en Veracruz, mientras reunía a los delegados de las dos reuniones para el consentimiento de un acuerdo de paz. En este sentido, debido a esta intercesión, la disputa terminó el 9 de marzo de 1939, tres meses después de su inicio. Triunfo de Francia, entrega de la obligación y responsabilidades comerciales.
El acuerdo de paz marcado hacia el final de esta guerra implicó el triunfo de Francia y la concesión de México a sus pedidos, ya que, a pesar de pagar un total de 600,000 pesos por daños a los sujetos franceses que viven en México, la nación reconoció una progresión de asignaciones en las cuales ciertos beneficios fueron permitidos a los franceses para completar ejercicios de negocios en México.
Estos beneficios establecieron, por así decirlo, un ejemplo de la intercesión francesa en México que estuvo disponible durante mucho tiempo, hasta que finalmente terminó con el desembarco de Maximiliano de Austria como Emperador de México en 1864, con la ayuda de las tropas francesas.
Incremento en la emergencia monetaria de México.
La guerra implicó significativamente más desgracias financieras para México. Desde un punto, debido a la barra marítima que decayó durante tres meses, ya que el intercambio oceánico fue uno de los principales cursos salariales del gobierno mexicano en esa época. De igual manera, a pesar de pagar la obligación forzada por Francia, el gobierno mexicano necesitaba pagar por la reproducción de la ciudad de Veracruz.
Vuelta política de Santa Anna
Antonio López de Santa Anna fue un militar mexicano y un funcionario del gobierno, que en algún lugar en el rango de 1833 y 1855 sostuvo la administración de México en aproximadamente seis eventos. En la temporada de la Guerra de las Tortas, él condujo la guardia militar de Veracruz antes del asalto francés, que a pesar del hecho de que fue una decepción, merecía una oportunidad crítica de recuperar una gran parte de la estima que había perdido en años anteriores entre los mexicanos. Esta nueva atención lo ayudó exitosamente a pasar a ser presidente nuevamente en algunos eventos del año 1839.
¿Dónde ocurrió?
La contienda se conoce como la Guerra de los Pasteles debido a que entre los casos de los nativos franceses fue el caso de un cocinero francés llamado Remontel, cuyo negocio en Tacubaya, Ciudad de México, había sido saqueado y destruido en 1828 (10 años antes ) por las autoridades mexicanas en medio de la administración de santa anna. Remontel habló con el rey Luis Felipe, quien les garantizó al gobierno mexicano un pago de 600,000 pesos (un enorme total para la época) como un propósito detrás de los diferentes casos de daños a ciudadanos franceses.
En medio de la salida francesa en Veracruz, se hizo referencia a Remontel y, por lo tanto, en México se la conoce como la Guerra de los pasteles. Sin embargo, independientemente de la reputación del caso, los franceses solicitaron adicionalmente la cuota (que había sido suspendida) de una obligación de una gran cantidad de dólares en créditos concedidos a México.
¿Quienes participaron?
Fue una guerra entre Francia y México en el dominio mexicano en algún lugar en el rango de 1838 y 1839 en la época contemporánea. Por otra parte, también tuvo la invasión de naciones asociadas que brindaron ayuda militar en los dos lados, por ejemplo, los Estados Unidos y la entonces República de Texas eran socios de Francia, y el Reino Unido y la entonces provincia británica de Canadá socios de México.
Con la mediación dimplomática del Reino Unido se logró un acuerdo de paz entre Francia y México el 9 de marzo de 1839. El presidente mexicano, Anastasio Bustamante, accedió a pagar la paga garantizada por Francia y las potencias francesas comenzaron su retiro ese mismo día.
Francia fue apoyada por los Estados Unidos y la República de Texas (condición soberana y libre de los Estados Unidos de 1836 a 1846). En cuanto a su importancia, México contó con la ayuda del Reino Unido y el Canadá británico (1764-1867). Unas pocas fuerzas remotas habían obligado al gobierno mexicano a asumir la responsabilidad por los daños y desgracias que los sujetos externos sufrieron en medio de los largos períodos de agitación común.
En cualquier caso, el ímpetu de la guerra fue el caso formal de unos pocos comerciantes franceses en el refugio internacional francés en México, que se quejaron de quejas contra sus fundamentos. Específicamente, un especialista culinario de pastel francés llamado Remontel, que vivía en Tacubaya, cerca de la Ciudad de México, solicitó el pago de 60,000 pesos para reparaciones por daños a las existencias y muebles que los oficiales de la fuerza armada mexicana dañaron en su restaurante.
Esa es la razón por la que esta pelea fue conocida como la Guerra de las Tortas. El ministro Deffaudis se esforzó por intervenir ante el gobierno mexicano en las solicitudes de estos comerciantes, pero no tuvo éxito y optó por abandonar la nación.
El 21 de marzo de 1838, regresó a México, apoyado por buques de guerra franceses, para solicitar el pago que los comerciantes de esa nación solicitaron al gobierno mexicano. La legislatura de Anastacio Bustamante no tenía manera de consultar con Deffaudis, y los puertos mexicanos fueron obstruidos durante 7 meses.
La Fortaleza de San Juán de Ulúa y la Ciudad de Veracruz fueron asaltadas por los bombardeos franceses, y las dos áreas urbanas cedieron sin el respaldo del gobierno mexicano. Así, el gobierno mexicano decidió anunciar la guerra enviando a Antonio López de Santa Anna como administrador de las tropas vecinales. Las partes enemigas entraron en conflicto en un desafío en el Puerto de Veracruz, y esa fue la cima de la Guerra de las Tortas.
La comprensión de la paz entre Francia y México se terminó debido a la intervención del refugio seguro internacional británico. El acuerdo de paz pensó en el pago de 600,000 pesos al gobierno francés, en remuneración por los daños causados a los residentes franceses. (Ver: Cultura Teotihuacana)
Sea como fuere, esta suma nunca se pagó, y más tarde, en 1861, esta actividad fue el equilibrio de una segunda mediación francesa en México. Después del triunfo mexicano en 1867 y la caída del segundo reino francés en 1870, México y Francia mantuvieron una separación estratégica hasta 1880. En ese momento, las dos naciones resolvieron sus disparidades con suavidad, dejando de lado los casos de guerra.