La Hoguera Bárbara es una de las mejores producciones escritas que puede ofrecer Ecuador, escrita por Alfredo Pareja Diezcanseco, nos ofrece una lectura emocionante y con buena lucidez. Esta obra nos cuenta la historia de vida del exmandatario nacional del Ecuador Eloy Alfaro y el proceso revolucionario liberal que desato en su nación.
La Hoguera Bárbara
Esta obra esta sedimentada con bases bibliográficas confiables, no solo cuenta la vida de Alfaro sino que también la historia de cómo vivía, el entorno social que le rodeaba y la incansable lucha librada para la revolución liberal.
Este escrito también se convirtió en una forma de revolución, pues cuenta con todos los aspectos para hacer con la lectura de este, una reconstrucción del tiempo y espacio en donde se dieron a cabo los acontecimientos de una revolución. Abarca las causas y efectos a futuro que conllevo todo esto y cuenta con un sentido vivo, expresando imágenes activistas, todo esto plasmado en un libro. (Ver también: volcán Sangay).
La Hoguera Bárbara no solo se trata de la aterradora muerte de Eloy Alfaro, también posee otros significados más, como por ejemplo: “Hoguera que fue por ancho tiempo toda la Patria, bárbaramente encendida en luchas fratricidas” (Alfredo Pareja Diezcanseco).
Además de todo esto, la información que ofrece esta producción escrita, consta de una variedad de documentos legítimos, tales como revistas, papeles y documentos oficiales, más una serie de cartas que el mismo Alfaro escribió y recibió. Todo esto para asegurar un relato fidedigno y certero de la verdadera historia.
Resumen
El escritor de la Hoguera Bárbara empieza su relato contando la vida de Eloy Alfaro, comenzando por su nacimiento en Montecristi, pasando por cómo se desarrolló su juventud y llegando a como llego a la presidencia.
También menciona la vida de su progenitor el capitán de guerrillas en la Península Manuel Alfaro, que le lleno el pensamiento del romanticismo liberal que reinaba en la época. Gracias a ese romanticismo, logra enamorarse de una bella mujer manabita, su nombre era Natividad Delgado (su madre). Con ella engendro 8 hijos, entre ellos se encontraban Alfaro.
Creció con las anécdotas narradas por su madre, acerca de las heroicas luchas libradas en la antigua España en las que su padre había participado. Así mismo las historias del Libertador, al cual Eloy veneraba como un mítico héroe al cual recurría por inspiración.
A partir de dichas historias, de las cuales Eloy jamás se cansaba, le surgieron preguntas propias de la edad, mientras decía: “Cuando yo sea grande, voy a pelear por la libertad”
Revolución Liberal
Hasta que llego el día en el que Alfaro elevo la bandera de la llamada Revolución Liberal.
Fue un procedimiento progresivo de increíble apoyo, que comenzó a mostrarse décadas antes, a través de las montoneras liberales de la Costa y terminó con la revolución, que estalló en el año 1895 y continuó hasta 1911, con una duración de dieciséis años.
Por otra parte, fue un cambio liberal tardío, que ocurrió setenta años después del hecho que el boliviano de Mariscal Sucre. Como resultado, este procedimiento progresivo contó con el apoyo de guerreros colombianos, mexicanos, peruanos y chilenos, quienes en diferentes ocasiones lucharon bajo las banderas de Alfaro y, además, animaron la actividad de los progresistas de otras naciones latinoamericanas, que lucharon para forzar a los liberales.
Sin embargo, el cambio de Alfaro y sus lugartenientes, tal como lo diseccionó el autor de la Hoguera Bárbara, un cambio de tal tamaño debería incitar las respuestas de obstrucción de los individuos que vieron sus intereses heridos o comprometidos.
Ya que el hecho que para Alfaro lo óptimo era lograr la recreación de la Gran Colombia, así como la continua solidaridad estadounidense. La población general aplaudió, si es cierto, pero la puerta abierta se había cerrado. Le seguían por las avenidas, cantando melodías de oportunidad y libertad. La voz de ¡Viva Alfaro! Se levantó como consigna.
En medio del tiempo de gobierno, el alfarismo estaba perdiendo apoyo. Un gran número de sus partidarios anteriores se unieron a la inclinación aliada de los terratenientes. La capacidad de Alfaro en el ejército y la desintegración de su propia antigüedad se habían perdido.
En el momento en que terminó su segundo mandato presidencial, Alfaro eligió como su competidor al empresario de Guayaquil, Emilio Estrada, quien obtuvo un triunfo amplio en las decisiones presidenciales.
Muerte de Eloy Alfaro
Pero tras la muerte de Estrada, la desaparición y la brutalidad tomaron control del ambiente, como se había previsto, diferentes grupos liberales comenzaron a pelearse por el control.
Alfaro regresó a la nación para tratar de llegar a un acuerdo, pero a la guerra civil le había arrebatado a la nación los poderes contados por Leónidas Plaza y Julio Andrade, representantes del gobierno en ese momento. (Ver también: Emilio Estrada).
Antes de la contundencia de las fuerzas armadas de la administración, los alfaristas lograron un tratado por el cual se consideraban libres y se rendían.
A pesar de esto, Alfaro y sus amigos fueron detenidos y trasladados a Quito, donde había un grupo, conducido por adversarios de Alfaro. Eloy Alfaro y sus amigos fueron asesinados y arrastrados por las avenidas del Parque El Ejido, donde los quemaron.
En este abominable crimen tomo parte el general Leónidas Plaza Gutiérrez, con la complicidad de figuras eminentes, por ejemplo, el arzobispo González Suárez, quien, como Jefe de la Iglesia ecuatoriana, quien con solo presentarse pudo haber detenido la masacre.