Descubre todo sobre Ernesto Noboa y Caamaño, un poeta que perteneció a la conocida Generación decapitada, fue una personalidad del modernismo en su país.
¿Quién fue Ernesto Noboa y Caamaño?
Ernesto Noboa y Caamaño fue un gran escritor reconocido a nivel mundial, quien nació en el país ecuatoriano en el año de 1889, también fue integrante de la Generación Decapitada, grupo de escritores del Ecuador que tenían en común su temática de poemas, que era depresiva-melancólica, además estos poetas se vieron involucrados en muertes a temprana edad y de maneras muy trágicas.
Noboa tenía una vida con lujos, siendo de una buena clase para su época y se encontró bajo la influencia de grandes poetas del modernismo en Europa del siglo XIX, como por ejemplo Rubén Darío, José Martí, José Asunción Silva, Manuel Gutiérrez Nájera, entre otros grandes exponentes.
Además fue identificado con los famosos “poetas malditos” de Francia, de quienes se pueden identificar Rimbaud, Baudelaire, Mallarmé y Verlaine, personajes que Noboa leyó en su idioma original. Estos poetas se veían bajo un mismo perfil psicológico que se basaba en la evasión, la neurosis, el conflicto interno y el desarraigo. (Ver artículo: Cultura Francesa)
Por medio de su obra literaria se llena de la realidad que pasaban los jóvenes escritores del Ecuador de ese siglo, de los cuales se veían bajo un enfrentamiento contra una sociedad que era pobre de criterios en el campo artístico y también exponía una valiosa resistencia a la innovación.
Noboa se vio en la necesidad de encargarse de adentrar al país ecuatoriano a un campo donde ya muchos países latinoamericanos ya se encontraban desarrollando desde ya varios años en el ámbito literario, conocido como el modernismo. Tuvo que batallar contra una sociedad insensible que debilitó la naturaleza desdichada de su espíritu.
De este modo, su entorno se veía contrastado con su cosmopolitismo e incitaba la inadaptación y el deseo de evasión, propios frente a otros poetas del modernismo. Por tal motivo realizó un viaje a Europa, lugar que lo ayudo a encontrar su esencia definitiva dentro del campo literario, siendo esta la que marcaría su estilo.
Ernesto Noboa y Caamaño e consideraba un hombre con muchas angustias, y las únicas formas de calmar sus crisis eran con morfina, dosis elevadas de drogas y alcohol, siendo esta la principal razón de su vida desolada y su temprano fallecimiento trágico.
Biografía
Ernesto Noboa y Caamaño es originario de Guayaquil, del mismo modo que Medardo Ángel Silva, gozando de privilegios desde la cuna por ser de una familia acomodada. Luego de cumplir una edad avanzada se fue a vivir con sus padres a la ciudad de Quito, lugar donde empezó a florecer sus dones poéticos, gracias a la lectura de periódicos y revistas que se hallaban en la ciudad. (Ver artículo: Guayaquil)
Aunque su notoriedad fue extendida también al auxilio del as reuniones amicales en donde se pronunciaba lo propio y lo ajeno, a avanzadas horas de la noche de bohemia en la que no pueden faltar la emoción letal de los paraísos artificiales.
Noboa fue adquiriendo un estilo de escritura y de basar su existencia al estilo proveniente de París, de donde salieron los grandes Poetas Malditos, pero a su vez lo unía con lo que era su personalidad naturalmente. Se consideraba un hombre muy sensible, rechazaba lo ordinario de las cosas cotidianas, angustiado por relaciones íntimas e ideas sombrías. Debido a que se sentía incómodo en por su entorno y a su ambición de vagas delicadezas, realizó un viaje a Europa.
Este viaje confirmo y mejoro sus gustos y su percepción. Ernesto Noboa y Caamaño aprovecho este momento para nutrirse de imágenes extranjeras con gran cantidad de poesía. Se puede destacar en su obra Lobos del mar, inspirada en el paisaje de Bretaña, en la oportunidad que tuvo Noboa para admirar a un niño que descansaba en el regazo de su madre y torna sus glaucos ojos de futuro marino, al mismo tiempo escucha la promesa del mar.
Estos sentimientos de vagabundeo lejano, junto a su alma sensible, lo acompañaron luego de su retorno a la nación ecuatoriana, además de colocar el calor humano en sus palabras, pero remarcando también su desazón, su pesimismo, su renuncia a la voluntad y el esfuerzo, su dependencia por las drogas, sus deseos de morir.
Aun así, era un poco contradictorio sus versos, porque encontraba un ancla que mantenía su admiración hacia las cosas de la vida, como dice una de sus frases en su poesía “Del más mínimo esfuerzo mi voluntad desiste… y deja libremente que por la vieja herida… del corazón se escape… sin que a mi alma contriste… como un perfume vago, la esencia de la vida”.
Dentro de su época de abandono, se hallaba más enamorado de las lecturas de sus escritores favoritos, de los que se destacan Heme, Samain, Jules Laforgue, Edgar Allan Poe- y Verlaine, este último es más especial para él. También un gran autor del modernismo de Cuba, Julián del Casal, confesó que era adicto a la morfina y la cloral, que utilizaba para aliviar sus nervios neuróticos. Ernesto Noboa y Caamaño es considerado por muchos el más grande representante del Modernismo ecuatoriano.
Ernesto Noboa y Caamaño también se veía influenciado por las lecturas de los franceses Rubén Darío y Juan Ramón Jiménez. Para que de esta manera se inspirara en asimilar sus poesías a un estilo con más gracia y delicadeza que nunca se había alcanzado en el Ecuador. Debido a las características estilísticas, favoritismo por lo francés y exótico, estado sentimental, singular aptitud de renovación, todo esto lo referenció al movimiento modernista de toda Hispanoamérica.
Aunque no rechazó del todo el reclamo de los temas que se asemejan. Por esta razón realizo la composición del colorido soneto que nombro “5 a.m.”, que hace referencia a una imagen fiel, viva, visual, de la población del Quito, que acostumbra a madrugar para ir a misa, luego del sonido de las campanas, combinado con el truhan y la mujerzuela como un aspecto goyesco.
Ernesto Noboa y Caamaño hizo público su obra titulada “Romanza de las horas” en el año de 1922, considerada su obra más reconocida. Y se encontraba en la preparación de un nuevo volumen de poesía pero que nunca fue publicado que se llamaba “La sombra de las alas”.
Muerte
Muchas personas que conocían a Ernesto Noboa y Caamaño describen que era una persona que lo atormentaban muchos problemas, y lo único que lo aliviaba era el consumo de morfina y grandes cantidades de drogas, además del alcohol, llevándolo a una vida solitaria para una temprana y nefasta muerte.
Luego de regresar a Quito, no paró de consumir éter y morfina, hasta su último día de vida que fue el 7 de diciembre de 1927 en la ciudad de Guayaquil, habiendo alcanzado los 38 años de edad, en el momento que escribía su segundo tomo de poesías, titulado La sombra de las alas.
Es reconocido por ser uno de los más grandes exponentes del modernismo dentro del campo poético en América Latina, siendo también uno de los principales integrantes de la Generación Modernista del territorio ecuatoriano, considerada por el escritor Raúl Andrade como La Generación Decapitada.
Obras
Ernesto Noboa y Caamaño durante su vida realizó muchas obras literías de las que resalta su primer y único volumen publicado llamado Romanza de las horas.
Romanza de las horas
Romanza de las Horas es una obra escrita por el poeta ecuatoriano y que fue publicada en 1922, durante la vida de Noboa, siendo esta una obra en la que expresaba sus más íntimos sentimientos, destacando sus esfuerzos para seguir en esta realidad, sus preocupaciones y lo que lo mantiene atado a seguir sobreviviendo.
La primera edición de su volumen de poesías, fue idea y constante convencimiento de su hermano político, Don Cristóbal de Gangotena y Jijón, quien arrebato los papeles de Ernesto Noboa y Caamaño y le exigió dictar lo que se encontraba perdido. Los editores que se estaban a cargo de las obras de Noboa, no tuvieron otra opción que respetar las desordenadas e incoherentes obras que les habían proporcionado apuradamente. De este modo, del mismo modo que les llego, fueron publicadas.
En ninguna de las ocasiones estuvo presente la revisión de los autores. En este punto en el que la lectura desprevenida no se puede reparar en el campo espiritual, del que se suelta un pensamiento filosófico. Es necesario leer a estos autores en repetidas ocasiones, para que se pueda sentir lo que une cada fragmento y así tener en cuenta como depende un poema de otro, que a su vez se puede apreciar el latir de sus atormentados corazones.
Con la respectiva protección de sus escritores y la ayuda de una posible serenidad, se cree que La flauta de Ónix y Romanza de las horas habrían desprendido la unidad orgánica que en la actualidad carece extraer de sus elementos dispersos. Parece poco fácil, pero se estima como prioridad a la hora de realizar la exégesis que necesitan estos dos poemas, debido a que si fuera de otra forma se despreciaría de una columna central.
En el volumen de Ernesto Novoa y Caamaño se puede apreciar las estaciones comunes, que corresponden a la aurora y el medio día, al poniente y la noche.
Poemas
Ernesto Noboa y Caamaño realizó gran cantidad de poemas muy famosos por su estilo europeo modernista y de las que se pueden destacar las siguientes:
Ego Sum
Ego Sum es un poema que describe el amor a lo poco común, a lo que no es normal, que hace referencia a lo equivoco y morboso. También aludiendo en este caso su dependencia hacia la morfina el cloral, la manera en que lo ayuda a calmar sus nervios que el determina como neuróticos.
En el siguiente párrafo Ernesto Noboa y Caamaño sigue demostrando su amor a las drogas y describe lo que siente al consumirlas, volviéndolo un ser con menos angustias y con una ideología poco convencional y aceptada para la época, que aun así lo admiraba. Habla también de su soledad, la soledad que lo ha llevado su estilo de vida y como se siente al respecto con la realidad.
Emoción vesperal
Emoción vesperal es un poema dedicado a Manuel Arteta, hombre que era considerado para él como un hermano. En este poema revela un deseo de viajar cualquier lugar sin ningún rumbo cierto, para así emprender una inesperada aventura para así extraviarse en un desierto. Esto demuestra que Noboa quería alejarse de la realidad y era evidente su descontento ante ella.
Hastío
Hastío es un poema de Ernesto Noboa y Caamaño que expresa la realidad que atormenta a muchas personas en torno a la vista de su pasado como un desprecio y la vista al futuro con inseguridad y miedo, además de sentirse indiferente ante lo malo de la vida y lo bueno del amor. Hace un intento de buscarle sentido a la vida y un objetivo a la existencia del ser humano. Además de utilizar extrañas metáforas para encontrarle el lado positivo a la realidad.
Morfina
Este poema se considera como uno de los más personales de Ernesto Noboa y Caamaño debido a que es dedicado a lo que el más anhelaba además de la poesía, en este caso la morfina jugo un papel fundamental para la vida del joven escritor, y aunque se viera que no fuera beneficioso para él, esto lo hacía más fuerte y lo alejaba de sus preocupaciones.
El poema empieza con lo gratificante que era para él la morfina y como lo alejaba de su sufrimiento, como lo ayudaba a sanar cada herida, lo que significaba para su vida este producto que se considera dañino. Esta droga lo llevaba a otro campo alejado de la realidad donde se sentía mejor con él mismo y aliviado de cualquier problema. Este poema termina con su petición a la morfina de que lo ayudara a resistir el mundo real, aminorando la dura carga de la existencia y pidiéndole su veneno, veneno que le es necesario para seguir viviendo.
Rosa de Francia
Rosa de Francia es otra famosa obra de Ernesto Noboa y Caamaño, en la que describe a una mujer de nacionalidad francesa, en la que realza sus atributos y hace bellas comparaciones, aunque también hace pequeños desprestigio a la personalidad de la mujer como por su ser inconstante y traidora, además destaca su incapacidad de amar, convirtiéndola en ser hiriente y refiriéndose también a lo inútil tristeza que es tener corazón.
Generación Decapitada
Durante los primeros años del siglo XX, aparecieron en el territorio Sudamericano, más específicamente en la región del Ecuador, unos jóvenes poetas que darían a conocer un campo literario que no se había visto anteriormente por esos lugares. Dos nacidos en Guayaquil, quienes eran Ernesto Noboa y Caamaño y Medardo Ángel Silva, y dos nacidos en Quito, quienes eran Arturo Borja y Humberto Fierro. (Ver artículo: Quito)
Estos cuatro poetas trajeron el modernismo y un innovador modelo de letras al país Ecuatoriano. Sin importar que se hallaran en diversas partes de la nación, estos cuatro escritores tenían varias características en común, en el especial en el área de la idiosincrasia y la literatura.
Realizaron gran cantidad de obras literarias, creando poemas de gran calidad, valorados por varios críticos. Crearon poemas de evasión, trágica, que fueron originadas por su fastidio, sus dudas incontrolables, amores que no eran correspondidos, su falta de comprensión frente a la comunidad por añadidura, entre otros factores. Estos los llevo a ser introvertidos, a retirarse, a consumir excesivamente drogas, y a despreciar a todo el entorno que ellos consideraban como una sociedad quebrantada, inentendible, sin alma.
Sus poemas fueron mejor valorados luego de sus tempranas muertes. Tiempo después del fallecimiento de cada uno de los poetas, los cuatro escritores de nacionalidad ecuatoriana fueron denominados como los Decapitados, que posteriormente pasó a llamarse la Generación Decapitada, título que adquirieron después de sus trágicas muertes a temprana edad, con la casualidad de que ninguno llego a cumplir los 40 años de edad.
En diversas ocasiones pero de la misma manera, estos escritores tuvieron una muy curiosa similitud y es que todos causaron su muerte, es decir, se suicidaron. Uno de los fallecimientos con mayor controversia, fue el de Medardo Ángel Silva que al terminar de elaborar una de sus mejores obras, titulada “El alma en los Labios”, se quitó la vida en presencia de la dama Amada Villegas, de quien se presume que lo rechazó y este no aguanto el peso del rechazo y decidió suicidarse.
La historia del Ecuador mantiene en su memoria con sentimientos tristes y asombrados, a los cuatro poetas, de los cuales son recordados por sus versos que demuestran dolor, otros versos que se consideran enfermizos, con fuertes acercamientos del ser bohemio, algunos otros escalofriantes que intentaban mostrar oscuridad, versos sin fines de lucro, sin sueños, de los que no se aspira, sin embargo cargaban un enorme pesar y desgracia, que según sus criterios era imposible seguir soportando.
Aunque nunca compartieron espacio y lugar al mismo tiempo, con la intensión de originar un grupo u organización, los cuatro poetas ecuatorianos dedicaron su vida a la poesía durante su corto periodo de en este plano terrenal. Se vieron bajo la influencia de obras de importantes escritores como Rubén Darío, Baudelaire, Víctor Hugo, Samain, Rimbaudy y Verlaine, de quienes la Generación Decapitada se inspiró para la elaboración de sus más grandes obras.
A continuación se describirán los otros 3 poetas ecuatorianos que le dieron vida a la Generación Decapitada:
Medardo Ángel Silva
Medardo Ángel Silva nació el 8 de junio de 1898 en la ciudad de Guayaquil, conocido por ser un gran escritor, poeta, músico y compositor del Ecuador, siendo considerado uno de los más grandes exponentes del modernismo en la poesía del Ecuador, siendo parte de la famosa Generación Decapitada.
Su nombre completo era Medardo Ángel Silva Roda. Su padre fue Enrique Silva Valdez y su madre fue Mariana Rodas Moreira.
Carrera literaria
Sus primeras obras poéticas las envió al periódico de la región, que se llamaba El Telégrafo, poemas que fueron rechazados por la razón de que no recibían obras de escritores de corta edad.
El escrito de Ángel Silva se divide en dos tomos; el primero se titula “El árbol del bien y del mal”, editada por él mismo en el año de 1917; y “Poesías escogidas”, que fue publicada por Gonzalo Zaldumbide en el año de 1926. Se vio influenciado directamente bajo los simbolistas franceses, principalmente por Verlaine y Baudelaire, al igual que los otros tres poetas pertenecientes a la Generación Decapitada.
Se encontraba en plena adolescencia al momento de escribir “Libro de Amor”, “Las Voces Inefables”, “Estancia” y “Estampas Románticas”. Además fue el creador de prosas poéticas y también elaboro una breve novela llamada “María Jesús”. Adoptó el apodo de “El niño poeta”.
Suicidio
El 10 de junio de 1919 en la ciudad de Guayaquil, Ángel Silva decidió acabar su vida por cuenta propia.
Poco tiempo después de su cumpleaños número 21, Medardo fue al hogar de su ex pareja, Rosa Amada Villegas. El joven escritor quería hablar a solas con su ex amada, para que luego de tanta insistencia, accediera y fueron a un salón privado, en ese momento, terminada la discusión sacó un revólver para dispararse a él mismo en la sien.
Obra literaria
Realizó sus obras escritas bajo los apodos de “Jean D’ Agreve” y “Oscar René”, adoptado en el año de 1915. De sus escritos nada más se publicaron María Jesús y El árbol del bien y el mal, mientras que las demás se mantuvieron inéditas. Entre sus obras más renocidas se encuentran:
- El poema El árbol del bien y del mal en 1918
- La mini novela María Jesús en 1919
- El ensayo La máscara irónica
- El poema Trompetas de oro
- La obra El alma en los labios
En el año de 2004, fueron publicadas sus obras completas gracias a El Proyecto de Rescate Editorial de la Biblioteca Municipal de Guayaquil, dentro de una colección de calidad apoyada por el Alcalde Ab. Jime Nebot Saadi, del cual proporciono el primer ejemplar a su nieto el Dr. René Colón Quevedo Silva.
Arturo Borja Pérez
Arturo Borja Pérez nació en 1892 en la ciudad de Quito, convirtiéndose en uno de los principales poetas del Ecuador, perteneció al movimiento La Generación Decapitada, siendo de los primeros ecuatorianos en traer el modernismo a territorio ecuatoriano. De sus obras literarias muy pocas se publicaron de las cuales solo se conocen 20 composiciones que conforman el libro llamado “La flauta de Ónix y seis poemas más”. Borja le puso fin a su vida a la corta edad de 20 años. (Ver artículo: Arturo Borja)
Nacido en la ciudad de Quito en el año de 1892, su padre era el Dr. Luis Borja Pérez, quien se lo llevo a París para que fuera tratada la enfermedad que este tenía en uno de sus ojos cuando este lo era un adolescente.
Se casó el 15 de octubre de 1912, con Carmen Rosa Sánchez Destruje, personaje que uso de inspiración para varios de sus poemas, de los que se destacan “Por el camino de las quimeras” y “En el blanco cementerio”.
Termino con su vida él mismo en 1912, cuando este tenía 20 años cumplidos, suicidándose por una sobredosis de morfina.
Obras
A mediados del año de 1920, tres jóvenes amigos de Borja Pérez, conocidos como los artistas Nicolás Delgado, Antonio Bellolio Pilart y Carlos Andrade Moscos, se vieron en el trabajo de editar los poemas producidos por el escritor, organizando 28 poemas, que fueron titulados “La Flauta de Ónix”, elaborados en la Universidad Central del Ecuador, bajo el formato de 60 páginas con ilustraciones y dibujos incluidos.
Su obra poética titulada “Para mí tu recuerdo” fue convertido en un musical, como pasillo, compuesta por el artista Miguel Ángel Casares Viteri. Esta obra la interpreto famosos vocalistas de la época pomo lo eran Carlota Jaramillo y Bolívar “El Pollo” Ortiz.
Humberto Fierro
Humberto Fierro nació el 17 de junio de 1890 en la ciudad de Quito, considerado uno de los mejores poetas de la nación ecuatoriana, quien perteneció a la famosa Generación Decapitada, que se encuentra compuesta por artistas de la poesía de principios del siglo XX.
Biografía
Nació en una familia acomodada, siendo su padre el Sr. Enrique Fierro Rosero y su madre era la Sra. Amalia Jarrín Zapata. Fue educado en las propiedades de sus progenitores en Quito y luego en Miraflores en Cayambre, donde adquirió desde muy pequeño una pasión por la lectura y dedico mucho tiempo a leer a sus autores y poetas favoritos. Entre sus lecturas se destacan las filosóficas y científicas, en especial de poetas franceses simbolistas y parnasianos.
Fue un gran exponente de la generación modernista, además de ser amigo de los poetas Arturo Borja, Ernesto Noboa y Caamaño, y los demás poetas que se calificaron dentro del movimiento de la denominada “Generación Decapitada”.
Sus más importantes obras, en las que se puede ver de forma clara lo más puro de su lenguaje, en algunas ocasiones sencillo, en otras ocasiones extraño y rebuscado, de un estilo modesto y poco extrovertido, se aprecian en sus dos poemarios “El Laúd en el Valle” y “La Velada Palatina”, que está conformado por sus más reconocidos poemas de los que se destacan “Tu Cabellera”, “Los Niños”, “Hojas Secas”, “Romance de Cacería”, “A Clori” entre otras grandes obras.
Su íntimo amigo Arturo Borja le insistió a que publicara sus obras. El Laúd del valle, fue publicado en 1919, y La Velada Palatina fue publicada en 1949, luego de su fallecimiento. Luego de la segunda década del siglo XX, se dejó llevar por una vida bohemia, aunque sin excesos, reuniéndose en las noches con sus compañeros y poetas en varios lugares de la ciudad de Quito, hasta que murió el 23 de agosto de 1929, a un año de llegar a los 40 años de edad. Estuvo dentro de los integrantes de la Generación Decapitada.