Tras siglos de vivir aislados en medio de su paraíso Amazónico, Los Siona se ven ahora enfrentados a las amenazas que la modernidad les impone. La avasallante expoliación de sus recursos naturales y una población cada vez mas disminuida ponen en riesgo a esta nación indígena del Ecuador.
Significado
Los Siona es un tribu aborigen que vive en la Provincia de Sucumbios en Ecuador, particularmente en la Reserva Faunística Cuyabeno y en las orillas del río Putumayo entre los deltas de los ríos Cuhembi y Piñuña Blanca, en el Departamento de Putumayo en Colombia.
Se catalogan como Gâ’tɨya pâín, la gente del río de la caña brava. Se les ha llamado igualmente como Ceona, Quenquecoyo, Encabellado o Bahupâi. Su nombre se traduce “hacia la huerta” (sio=huerta, na=hacia)
Historia
Arribaron siglos atrás desde el este a sus tierras actuales, por el río Putumayo, que denominan como río de la caña brava. Han sido negativamente impactados por las continuas “bonanzas” o boom económicos. En primera instancia fue la explotación del caucho, después desde 1963 la extracción petrolera y mas recientemente por la colonización dirigida a la siembra ilegal de coca. Como producto de ello se ha reducido su territorio y su población.
Etapa Colonial
Es sabido que a traves de la época colonial las etnias de América fueron llamadas de diferente modo por los españoles. Muchas de tales denominaciones destacaban algún rasgo fisonómico que despertaba el interés de los invasores. Los misioneros jesuitas los nombraban “Los Encabellados”, por su cabello largo y entrenzado.
El Encabellado (o pueblo de Los Encabellados) recibió por primera vez la visita de los misioneros jesuitas en 1599. En 1638-1639, la excursión portuguesa del capitán Pedro Teixeira recibió ataques de El Encabellado que moraba próximo a la unión de los ríos del Aguarico y Napo, y los portugueses asolaron varios establecimientos nativos en represalia.
Para 1683, un decreto real otorgó a los jesuitas el poder para expulsar a los nativos de los ríos Napo y Aguarico y a los franciscanos sobre el Putumayo. El lapso de 1709 a 1769 hubo mucha dinámica jesuita: se crearon diecisiete misiones en la zona del Aguarico-Napo. El plan implicaba sacar a los nativos de sus establecimientos dispersos en el bosque y colocarlos en núcleos de aldeas más grandes o “reducciones” a lo extenso de las riberas de importantes ríos.
Las misiones mas recientes resultaron no ser estables, ya que sus pobladores las dejaba al ir por comida o las abandonaba definitivamente cuando brotaban enfermedades o imputaciones de hechicería. En 1744, un aborigen nombrado Curazaba asesinó al Padre Francisco Real y dos ayudantes en San Miguel. Tiempo después, el Encabellado se retiró de ocho misiones. En 1767, el rey Carlos III mandó a expulsar a los jesuitas de las colonias españolas del América y sus misiones desaparecieron.
Etapa Republicana
Los documentos del siglo XIX se restringen a los relatos de unos que otro viajero, quien en su oportunidad se refería a los indígenas como “Santa María”, “Angutera” y “Piojé”. Estos aborígenes realizaban trueque con los mercaderes de los ríos, cambiando productos del bosque y hamacas por útiles de hierro, tejidos y piezas fabricadas.
A inicios del siglo XX, algunos poblamientos permanecieron bajo la autoridad de patrones blancos que esclavizaron la mano de obra aborigen para la recolección de productos forestales y para la siembra. Para ese momento, las epidemias redujeron en gran medida la población. En 1941 Perú invadió al Ecuador a lo extenso del Río Napo, y la frontera impuesta en Pantoja dividió en dos la población del lado oeste ya dispersa.
A finales del siglo XX, Siona en Colombia viven en modestos poblamientos a lo largo del Río Putumayo. En Ecuador, Siona y las colectividades mixtas Siona-Secoya están localizadas a lo extenso del Río Aguarico.
Organización Social y Política
El impacto de las misiones evangelizadoras y la migración causada por ellas hizo cambiar el patrón de establecimiento aborigen. De la dispersión a la centralización en aldeas. Con la unión de los pueblos Siona y Secoya se formó la Organización de la Nacionalidad Indígena Siona-Secoya del Ecuador, ONISSE. Recientemente, las naciones se dividieron y los Siona crearon la Organización de la Nacionalidad Indígena Siona del Ecuador, ONISE, que congrega a todos sus habitantes y son asociados de la CONFENIAE y de la CONAIE.
La consistencia social y política es muy frágil en el presente, por la inclinación a la disgregación poblacional producto de la presión territorial desempeñada por las compañías petroleras y la colonización de sus tierras.
Ubicación
Se encuentran presentes en ambos países, en Colombia y en Ecuador. En Ecuador habitan en el nororiente del país, en la Región Amazónica, y se encuentran repartidos en la parroquia Puerto Bolívar del cantón Putumayo y en la Parroquia San Roque del cantón Shushufindi ambos de la Provincia de Sucumbíos.
Sustentan hasta el día de hoy algunas conductas itinerantes ya que sus asentamientos están en ubicaciones repartidas en las orillas de los ríos. Su primordial medio hídrico es el río Aguarico.
En el presente su territorio esta circunscrito a 40.000 hectáreas en la Reserva Faunística Cuyabeno según acuerdo de uso con el INEFAN de las cuales solo tienen, de modo legal, 7888 hectáreas en propiedad comunitaria para los tres asentamientos en los que habitan. Estos apenas conforma una parte infirma de su tierras tradicionales. (ver también Patrimonios Naturales del Ecuador)
Población
Los Siona son alrededor de 350 a 400 habitantes, los cuales se encuentran, de manera dispersa, asentados en las comunidades de Puerto Bolívar, Bi’aña y Orahuëaya’. La nación Siona original fue mermada a causa de las enfermedades portadas por elementos externos y por la explotación del caucho natural en la cual fueron envueltos de manera directa.
Lengua
Se expresan en el dialecto Paicoca, que es parte de la derivación occidental de la lengua Tukano, al igual que los “Macaguaje” o Airu pâín (gente de la selva) que viven en el valle de los rios Mecaya y Sensaya. Igualmente su lengua se relaciona en gran medida con el habla de los Secoya o Piojé del Ecuador, así como también con el de los Coreguaje.
Vida Familiar
El fundamento del parentesco Siona es el hermano patrilineal exogámico que facilita a cada persona una agrupación de referencia de “hermanos” y “hermanas”. En contraste a la costumbre del este de Tukano, los hermanos Tukanoanos del oeste no tienen una categoría de estatus, ni todo hermano posee un mito de creación independiente.
En la actualidad, los apellidos usados por los individuos de Siona se asientan en los nombres de los hermanos. Un ejemplo, en el nombre “Elías Piaguaje”, el apellido proviene de P ‘ã Wahi, el sib “pájaro viviente”.
En cuanto al matrimonio, la idóneo es escoger un compañero que este más allá de su hermano patrilineal, e igualmente más allá del linaje próximo de la madre. Aunque los individuos porten el apellido del hermano de su madre podrían ser potencialmente casaderas si no están íntimamente vinculadas con ella. Los combinaciones de matrimonios de primos cruzados y semejantes no están permitidos.
El decrecimiento de la población ha dificultado mantener las reglas en todo caso. Los casamientos son acordados por los padres. El ceremonial termina cuando la novia se acomoda en una hamaca con su consorte. Dadas las condiciones, el esposo provee un tiempo de servicio a casa donde vive la novia previo a establecer su vivienda patrilocal.
Este tipo de relación es monógama, pero la poligamia es eventualmente ejercida. Cualesquiera de las partes podría comenzar el divorcio simplemente con expresar el deseo de distanciarse o cambiarse de hogar.
El hogar típico consiste en una familia extensa que habita en una gran vivienda ovalada localizada en el suelo. Las viviendas mas modernas con frecuencia son de menor tamaño y elevadas y conformas un solo núcleo familiar. Este tipo de casas pueden conformar grupos que evidencian un patrón de familia extendida.
Vivienda
Los establecimientos de los Siona son de permanencia parcial y se distinguen por acomodos ajustables que cambian de hogares separados, a grupos de viviendas, a poblados más grandes de 100 individuos o más. En la actualidad, pareciese que gran parte de los grupos estaban localizados alejados de los mas importantes ríos y habían tenido asiento a lo largo de ríos y arroyos de segunda categoría.
Los establecimientos se usan como referencia para viajes de alimentación, por lo que la cantidad de individuos presentes puede variar. Se considera que la concentración de población promedio en todo la región de Encabellado fue de 0.2 individuos por kilómetro cuadrado.
Economía Comunal
Las primordiales labores económicas y de subsistencia de los Siona son la horticultura ambulante de roza y quema que conforma su principal mecanismo productivo, así como la cacería, pesca y recolecta de frutos que día a día se va reduciendo por lo restringido de las tierras legalizadas. Los Siona han sido contratados como mano de obra económica, particularmente para el desbroce de selva, levantamiento de campamentos y para abrir trochas.
Uno de las mas importantes problemáticas como nación es la disminución de los espacios ancestrales a causa de las actividades de colonización mestiza y de otros pobladores aborígenes (Kichwa y Shuar), la extracción petrolífera, la política de oficialización de tierras por el Estado desconociendo el derecho de los pueblos sobre sus tierras y la daños al terreno por la apertura de vías para usufructo de las petroleras. Otro problema de mayor importancia es la contaminación generada por la explotación del petroleo.
Agricultura
Su economía es dependiente de la actividad agrícola nómada. Siembran yuca, maíz, arroz, chontaduro, plátanos, piña y naranja. Completan su alimentación con la pesca y en menor escala con la cacería con cerbatana o escopeta, la cría de gallináceas y cerdos y la recolecta de frutos silvestres.
Los Sionas cultivan 15 variedades de yuca, inclusive dos clases “venenosas” y trece “no venenosas”. Se las siembra antes del maíz porque si se plantan simultáneamente, el maíz al crecer mas rápido, pronto le hará sombra a la yuca. Es necesario dejar que la yuca se eleve a la altura suficiente para confirmar que sus hojas les llegue la luz del sol antes de plantar el maíz. (El intervalo entre las siembras es de unas a tres semanas).
La yuca es una verdura muy fuerte y confiable, y está bien preparada para las condiciones orográficas y climáticas de la Amazonía. Se desarrolla pronto a partir de pedazos del tronco de una planta ya madura, que contenga “ojos” con capacidad de regenerarse.
Artesanía
En las mujeres recae la ejecución de la alfarería. Las féminas sionas convierten las coloridas semillas que localizan en el bosque en llamativos collares y pulseras que se enlazan con filamentos de chambira. Para agregarle más color a sus confecciones utilizan alas de escarabajos de color verde fosforescente y pequeñas rocas halladas en los ríos. Los ofrecimientos de artesanías engloban las lanzas y cuchillos de color negro elaborados a partir de chonta.
Uno de los objetos más solicitados por los turista como souvenir son las cerbatanas con dardos y el envase para curare o veneno. El material más utilizado para los telas es la chambira. Esta es una hilaza obtenida de la palma del bosque. Los bolsos son los prendas de mayor elaboración por parte de las mujeres.
Elaboran canoas de arboles ahuecados para desplazarse por los ríos. Manufacturan hamacas y canastas de fibras extraídas de plantas. Por localizarse dentro de la Reserva Cuyabeno y en el área de influencia de la misma, tiene acuerdos para continuar usando sus espacios tradicionales de cacería y pesca, obedeciendo algunas normas de conservación.
Lugares Turísticos
Siona tiene lugares turísticos muy característico, puedes leer sobre los siguientes:
Áreas naturales protegidas y territorios: En una región del territorio Siona, el Estado decreto la Reserva Faunística Cuyabeno y en su interior se encuentra establecida la colectividad de Puerto Bolívar, con espacio delimitado y con acuerdo de uso en 40.000 hectáreas. Las otras dos comunas se ubican en el sector de alcance de la Reserva y tienen acuerdos para continuar utilizando sus espacios naturales de cacería y pesca, con respeto de algunas normas de conservación.
La Reserva Faunística Cuyabeno: exhibe una gran diversidad de ámbitos siendo uno de los más relevantes por la presencia del mas grande sistema Lacustre tropical del Ecuador. el cual comprende ríos y riachuelos, que tiene dependencia del sistema de lluvias locales para sostener el nivel de las aguas, y dos mesetas con un grupo de lagunas y regiones inundadas.
Puerto Bolívar: es la más preparada en cuanto a oferta turística, pues al localizarse al interior de la Reserva Cuyabeno, ha creado una experiencia significativa. Posee escuela, oficina comunal, servicios de agua y dispone de infraestructura básica para el turismo.
Se está implementando un proyecto de turismo comunal que incluye 400 hectáreas de bosque primario y secundario, ademas de contar con un centro de rescate, cuidado y reproducción de animales.
Cultura Tradicional
Aunque en los tiempos presentes han mantenido su cultura, hay mucha evidencia del alto nivel de aculturación que han ido viviendo. Bajo la impacto de las representaciones evangélicas que califican a las expresiones religiosas nativas como demoníacas, los aborígenes han dejado de lado sus creencias como el ceremonial del yagé. Los shamanes prácticamente han desaparecido. Han dejado de ataviarse con la Chusma para usar vestimenta occidental mientras los niños y jóvenes hablan el español como primera lengua.
Costumbres
Las mujeres Sionas tienen la costumbre de levantarse a las 4 de la mañana, bajar al río para recoger agua e iniciar la preparación de los alimentos. Algunas mujeres beben del bejuco leguminoso para ganar más fuerza. Otras, cuando el esposo va de cacería, le acompañan y otras se encargan de los trabajos en el huerto.
En la comuna, se come el desayuno a las 6 de la mañana, el almuerzo a las 10 u 11 y la cena a las 4 de la tarde. Después de esto, se hacen visitas y reuniones entre vecinos y amigos para conversar y descansar. Los hombres Sionas se levantan como a las 7 de la mañana, se desplazan a sus quehaceres en el campo, como profesores, otros a la caza y a la pesca. Cuando llega la tarde, se vuelven a reunir para retornar a sus viviendas y descansar.
Fiesta de la Bebida
Las fiestas de la bebida son una ancestral costumbre en la cultura Siona como en muchas otras agrupaciones Amazónicas, y ofrecen una oportunidad única para detallar la conducta entre parientes. La fiesta está asociada con las cosechas productivas (como celebraciones de las primeras frutas), matrimonios, o simplemente con reuniones sociales sin mayor motivo. En años recientes se han efectuado como etapas finales de mingas (partidas de trabajo), una costumbre que los sionas han observado en sus vecinos Los Quechuas.
Unas par de semanas previas al evento, se remiten mensajeros a invitar a los miembros de grupos residentes cercanos. Algunos viajan hasta dos días para llegar a la casa del anfitrión. Las mujeres de la vivienda anfitriona proveen la chicha en estas reuniones para beber que se alargan hasta tres o cuatro días, siendo la responsabilidad de los invitados el traer carne ahumada y pescado para alimentar a los asistentes.
Los sionas destacan que nunca ha sido su tradición el “vivir borrachos” como los quichuas que toman chicha fermentada todos los días. No obstante, si saben que tienen que aprovisionarse bien para sus fiestas de la bebida, y que las mujeres de la vivienda anfitriona deben preparar de cuatro a ocho vasijas tan altas como el pecho (alrededor de 110-140 litros cada una) de chicha fermentada hecha de plátanos o chicha fermentada hecha de yuca y plátanos que se dice que es más fuerte.
Los invitados llegan con sus mejores ropas y adornos y tal vez participen de 50 ó 60 personas. Los hombres se reúnen en la casa grande y se sientan en bancos bajas de madera mientras que mujeres y niños se sientan lejos de ellos. Se bebe a través del día y la noche. La comida es dispuesta en platos de barro, y seis o siete personas sirven de la misma fuente. La celebración dura varios días y se termina al consumirse toda la chicha. Después los invitados abrazan al anfitrión y parten.
Religión
La religión Siona es animista; el ordenamiento natural se entiende sin acudir a interpretaciones de bien y mal. Los Siona confían en una gran cantidad de espíritus que residen en fenómenos naturales como animales, árboles, ríos y estrellas. El ídolo cultural Baina (“Con el pueblo”) es el primordial protagonista de la historia del origen de las cosas, y sus acciones de conversión en tiempos míticos significan la tierra conocida. Los Siona piensan en un universo con niveles, con un inframundo, la tierra y multiplicidad de reinos celestiales.
El ritual básico de Siona es el ceremonial yagé dirigido por el chamán. Estas ceremonias no se ejecutan en un horario regular sino que se realizan en intervalos que varían de acuerdo a las necesidades y deseos de la colectividad.
El “curaca” (chamán) tiene un rol fundamental en la vida de la colectividad y es a través del consumo ritual del yagé que aquel fija contacto con los cinco niveles del cosmos y sus colores. La salud, la cacería, la pesca, el lapso de vida humano, el matrimonio y la seguridad de la colectividad son dependientes de las conexiones con los distintos entes que residen en estos niveles.
Este ritual sirve para multiplicidad de finalidades, como la detección y cura de enfermedades, el reconocimiento y castigo de hechiceros adversarios, la evocación de animales de caza, consultas sobre el clima, conexiones con espíritus supranaturales y los fallecidos, y la mención de individuos con títulos espirituales particulares. El ceremonial es comunitario, con el chamán personificando como líder y guía.
Vestimenta
Para los Siona el arreglo tradicional de su cuerpo es fundamental, así como lo es su peinado y la pintura corporal. Ellos mismos elaboran y visten aretes y unos 80 collares, muy vistosos por sus 32 colmillos de jaguar. Portan en cada brazo o muñeca, como si fuera pulsera, la yerba aromática ma’ya, que les ha permitido obtener el nombre sionɨ (perfumados, en lengua huitoto).
Usualmente hombres y mujeres se atavian con “Chusmas”, que son un tipo de ropaje elaborada a base de hilaza vegetal de los árboles, dibujan sus rostros con achiote y llevan una especie de coronilla elaborada de fibra vegetal.
Gastronomía
Los alimentos silvestres tiene buena consideración de parte de los Sionas ya que proporcionan una contribución importante para su subsistencia. La relevancia de los alimentos silvestres reside más en sus parámetros cualitativos que del volumen neto de sustancia alimenticia que proveen.
Virtualmente toda la carne que comen estos indígenas proviene de la cacería y la pesca, y las plantas silvestres proporcionan variedades estacionales a la dieta. En términos de nutrición, los recursos silvestres entregan la mayor parte de la proteína y grasa consumidas, como también vitaminas y minerales indispensables en la ingestión.
Dentro del campo gastronómico merece atención el cazabe. Se hace con yuca de la variedad amarga (Manihot esculenta) que tiene como contenido un principio venenoso de ácido cianhídrico, que la mujer tiene que extraer antes de preparar. Con la pulpa resultante se inicia el cocinado de las galletas sobre “la sartén de barro”. El cazabe es ventajosa debido a que se conserva muy bien y de ser fácil de portar durante los viajes.
Música de Los Siona
El instrumental musical incorpora el arco de una única cuerda y las flautas verticales de bambú. Se ejecutan modestos tambores, probablemente una apertura europea. Enormes trompetas de cerámica se usan para la señalización. Las canciones masculinas son del tipo chamánico, al tanto que las mujeres vocalizan acerca de la vida hogareñas y sus problemáticas. La pintura de rostro y cuerpo son estilos relevantes de representación artística individual.
Siona y Secoya
En un principio los Siona y los Secoya eran grupos divididos, no obstante, el acto de expresar una lengua proveniente de la familia tucano occidental y el de tener las mismas tradiciones culturales posibilito su unidad. No obstante, en recientes años, han dividido sus organizaciones.
Los primeros misioneros los llamaron como Encabellados o Ichahuates, mientras que los expedicionarios del siglo XIX los nombraron Piojé. Así como otros tribus de la Amazonía, su economía se fundamentaba en la agricultura nómada, cacería, pesca y recolecta. Su población fue reducida por enfermedades llevadas por los colonos, expedicionarios y por la extracción del caucho.
En el presente, los Siona y los Secoya habitan en las orillas del río Aguarico, Eno, Shushufindi y en la reserva Faunística del Cuyabeno. Constituyen tres colectividades: Puerto Bolívar, Biañá y Orahüenayá. Están agrupados en la ONISE que tiene personalidad jurídica. Los secoyas estan reunidos en tres comunas: San Pablo de Catetsiayá en el cantón Putumayo y a orillas del Aguarico, Secoya y Eno. Están agrupados en la OISE.
A las labores ordinarias de horticultura de rotación, recolecta, cacería, procura de huevos de tortugas y pesca, los Siona Secoya han conjuntado la artesanía de manufactura de coronillas de plumas, collares de semilla, dientes de animales para la venta a los turistas. La autoridad política y religiosa lo posee un jefe voluntarioso y generoso llamado intiba iki, que mezcla su posición con el shamanismo y el manejo del ceremonial del yagé.
El vestido de los hombres es la cushma (al igual que los Cofán), aunque la están dejando de lado en estos recientes tiempos. Las mujeres portan su vestido acostumbrado: falda, collares, nariguera, aretes y coronillas de semillas. Su cosmovisión reconoce al mundo en distintos niveles: el mundo de abajo, el presente y el mundo de los cielos. Su buena estrella en este mundo esta asociado a la buena conexión con los espíritus, seres mitológicos y ancestros de esos mundos.
Sus problemáticas al día de hoy están relacionadas con la separación de los clanes familiares, la oferta incontrolada de proyectos, la pérdida de tierras y la modificación de su medio ambiente ocasionado por los colonizadores, la extracción petrolera y la agroindustria. Igualmente presentan problemas con la Reserva del Cuyabeno que les restringe una serie de actividades de cacería y pesca.