La cultura maya es una de las más reconocidas y esparcidas por todo el territorio mexicano, llegando a ser conocida en todo el mundo, no solo por sus grandes construcciones y avances sino también por la gran cantidad de danza maya que existían para llevar a cabo sesiones religiosas.
Es conocido que durante la interpretación de cualquier danza maya, los aborígenes eran capaces de entrar en un trance, inducido por algunas plantas psicotrópicas que les permitían comunicarse con el mundo de los espíritus.
Danza maya prehispánica.
La cultura mexicana está llena de diferentes grupos étnicos que se encontraban en esta tierra antes de la llegada de los colonos españoles. Entre ellos destaca como una de las más interesantes la cultura maya, llena de arte, arquitectura y tecnología tan avanzada para la época que costaba creer.
Pero uno de los aspectos que despierta mucho interés de los pobladores es las muchas variedades de danza maya que existen y que eran usadas en diferentes eventos religiosos o rituales espiritistas que se realizaban con el fin de agradar a los dioses.
Y es que durante muchos años, el baile ha sido un factor infaltable en cualquier clase de ritual público que hacían los mayas y así lo comprueban las muchas imágenes de esta época que han sobrevivido gracias a figurillas, cerámicas pintadas, murales y esculturas donde se puede apreciar el gusto por el baile.
Incluso las figuras que se pueden observar en representación de los Reyes Mayas, se puede apreciar que estos están ataviados con diferentes atributos y vestiduras típicas de bailes que realizaban.
Cuando se estudia la cultura maya, se puede notar que existían 4 categorías de bailes de carácter ritual que eran representados en la época prehispánica, los cuales siguieron aun en los siglos posteriores a la colonización aunque de manera modificada.
Entre estos bailes se pueden destacar, los bailes de nobles, reyes y dirigentes mayas, para los que usaban sus vestidos más ricos elaborados con finas telas, plumas y ataviados de jade. Durante la época colonial estos se denominaban bailes Tocontin.
Bailes que usaban nombre de animales y eran interpretados por ciudadanos primordiales. Estos aún siguen representándose aunque en una forma modificada, en los municipios mayas como por ejemplo las danzas del venado o la danza de los monos.
También existían bailes que contaban las historias de cómo se creó y se ordenó tanto el mundo como la sociedad humana, en los que destaca aquel transcrito que era la parte central del Popol Vuj. Cuando llegaron los misioneros trataron de sustituir esta danza maya por historias bíblicas.
La danza maya que relataba algún conflicto político era muy popular, como por ejemplo una historia donde algún prisionero era sometido a prueba y el sacrificio, como el llamado Rabinal Achi del siglo XV y que en la actualidad se representa intacto.
Bailes coloniales.
Luego de la llegada de los primeros españoles, los misioneros comenzaron también a aparecer con ideas sobre la religión en México, y tenían como objetivo cambiar la creencia politeísta de los mayas por la religión católica imponente en España.
Los misioneros asentados en las comunidades Mayas, especialmente los Franciscanos y Dominicanos fueron los primeros en entender que los conceptos religiosos que querían imponer a los indígenas podían ser trasmitidos y mejor aceptado a través de la danza maya.
En función a esto pusieron considerables esfuerzos para crear bailes con drama que lograran cambiar los conceptos o caracteres rituales de los bailes rituales de la danza maya. A estas interpretaciones incluían dramas de la biblia que habían sido traducidos a idioma maya.
Pero los misioneros no solo hacían nuevas producciones, también importaron algunos bailes provenientes del viejo mundo como el caso del baile llamado de los Moros y Cristianos, el cual trata sobre cómo se originó la sociedad Católica a través de una guerra que se mantuvo con los musulmanes. De estos últimos su líder muere asesinado y los demás son bautizados.
Los colonizadores adaptaban este drama histórico heroico del baile Moros y Cristianos para que en el nuevo mundo los indígenas se decidieran a cambiarse y adoptar las creencias católicas.
Lo peculiar de este baile es que encaja en dos de las categorías de la danza maya, que eran las interpretaciones del origen del mundo y su sociedad además de los bailes históricos cuyo trama se centra en la muerte del líder del ejercito enemigo que termina derrotado.
Pero de este baile de Moros y cristianos se desprendieron otros tipos de bailes conocidos como Bailes de Conquista, cuya historia era modificada de acuerdo al grupo indígena que la estaba observando para colocarlos en el puesto de los Moros.
Todas estas interpretaciones de danza maya podían ser montadas de una manera espectacular con la oportunidad de celebrar diversos momentos políticos, en los cuales usaban miles de participantes incluyendo incluso los dirigentes de la comunidad Maya.
Música de la danza maya.
La cultura maya se caracterizó por tener una música particular que acompañaba y marcaba el ritmo de las danzas y rituales que interpretaban con el fin de la adoración o petición a los dioses.
En este orden de idea, se destaca que la música usaba por los mata era pentafónica, es decir, que era de cinco tonos, donde los instrumentos que se empleaban tenia más ritmo que armonía y esta intensamente ligada al canto y danza de los diversos rituales interpretados.
Los instrumentos que eran utilizados podían ser de viento, como las ocarinas y los silbatos, y elementos de percusión como el Zacatlán, un tipo de tambor grande, el tumkul de tronco de- zapote, que contaba con dos lengüetas en la parte superior.
Además se destacaban otros instrumentos que eran sonados durante la misma danza maya como cascabeles, raspadores, conchas de mar, sonajas, frutos secos, entre otros.
Pero el conocimiento de los mayas por la música y los ritmos no se limitaba solo a interpretarlos, pues estos conocían toda la gama de sonidos y reservaban ciertos tonos e intervalos para las interpretaciones religiosas y simbólicas en específico, logrando distinguirlas de aquellas piezas que solo tenían un fin recreativo.
Y es que los mayas llegaron a crear su propia escala musical, la cual es muy diferente a la occidental que conocemos hoy en día.
En la actualidad existen algunos grupos ceremoniales y artísticos que se enfocan en el uso de instrumentos nativos como el caso del tun, tambores, chirimía, pito, ocarinas y caracoles marinos con el fin de crear un ambiente ceremonial o para coreografías que logran revivir aquel glorioso pasado.
Compañías de música y baile como Sot’zil, de Sololá, se han hecho a la tarea de rescatar estas grandes riquezas sonoras a través de cofradías interpretadas en diversas comunidades como por ejemplo la del palo volador.

tumkul
En la comunidad de Joyabaj, Quiché, donde este baile mencionado tiene mayor auge se puede observar como se han fusionado elementos prehispánicos, junto con aquellos que surgieron durante la época colonial y republicana.
Danzas mayas y su significado.
Como se dijo anteriormente, la danza maya era ejecutada en muchas ocasiones en oportunidad de brindarles un tributo a los diferentes dioses de los que estaba constituido la religión maya.
Y es que cualquier celebración era meritoria de un baile ritual que buscara celebrar, pedir o agradecer a los diversos dioses como el sol, la lluvia o el fuego, por las cosechas, los logros o en busca de un agrado dirigido a ellos.
Pero la danza maya también estaba unida directamente al tiempo y por ende a los destinos de los ciudadanos. Es por ello que cualquier fiesta o ritual que era celebrado comenzaba con ciertas abstinencias varios días antes, especialmente la llegada del año nuevo.
Mira como los danzantes se preparan para su ritual.
Danza ritual maya.
Diversas interpretaciones con fines religiosos o recreativos eran llevado a cabo por los maya, haciendo gala de diferentes y asombrosos disfraces, elementos naturales y grandes coreografías que hacían parte de su cultura y se transmitían de generación en generación.
Este es el caso de la danza a Kukulkan, la cual contaba con una procesión ceremonial donde un hombre se convertía en el eje principal al disfrazarse de Quetzal Caam, adornándose con una indumentaria que asemejaba a la serpiente.
La danza maya estaba conformada por una coreografía donde se marcaba el movimiento, cuyo recorrido era acompañado por un grupo de músicos, danzantes y mujeres que se dedicaban al culto.
Todas las personas participantes se untaban con copal, una resina proveniente de árbol que al entrar en contacto con el calor se convertía en humo aromático.
Esta danza maya se ejecutaba con el fin de que los visitantes a la comunidad participaran. Su coreografía ejecutada tanto por visitantes como por danzantes, daba inicio sujetándose las manos, creando un movimiento zigzag que busca imitar el movimiento de la energía y hacer la figura de la concha del caracol.
El caracol representaba la fertilidad y todas las aspiraciones a la espiritualidad. Esta figura también puede observarse en el joropo andino de la música andina venezolana.
El baile en honor a Quetzales, aves con un hermoso plumaje, era interpretado por dos o más danzantes que buscaban representar el colorido y la grandeza que tenían los pueblos, como era el caso del rango mayor que se conecta con lo divino.
Para entender la danza maya del venado, es importante conocer que este animal era el séptimo símbolo encontrado en el calendario solar de la cultura azteca, mientras que para los maya formaba parte de la rueda del tiempo. A él se le atribuía el buen espíritu que se presentaba a la comunión del hombre.
La danza del venado es muy importante en la cultura maya.
Danza maya del fuego.
La danza maya del fuego nuevo era llevada a cabo cada 2, 8 y 52 año según algunas tribus aunque algunas culturas como la de Teotihuacan, podían llegar a celebrar esta danza todos los años para recibir el año nuevo.
Las interpretaciones de estas danzas se hacían en círculos o calpullis que estaban integrados por cualquier tipo de persona que tenga deseos de danzar, así como abrir su mente y corazón incluyendo niño, jóvenes, señoras y ancianos.
Los ensayos para realizar la danza correctamente se llevan a cabo en parques y plazas en horas vespertinas o según la disponibilidad del grupo.
Para bailar se forma un circulo rodeando la ofrenda, también llamada tlalmanalli, donde son colocados elementos como fuego y agua, conocidos como atecocolli y huehuetl respectivamente.
Se empieza por pedir permiso a los 6 rumbos cardinales, que son oriente, poniente, norte, sur, tierra y cosmos. Aunque existen diferentes tipos de danza maya, todas tienen en común un paso base sobre el que se harán las variaciones.
Siguiendo el ritmo del huehuetl, el baile es guiado por una persona que lleva el ritmo y es imitada por los demás integrantes. Los pasos suelen ser sencillos y a medida que la danza va avanzando también va tomando mayor velocidad y confianza por parte de los integrantes.
El centro de círculo denominado Xic, se considera un espacio sagrado donde se coloca el sahumerio o Popoxcomi, la braza sagrada de copal con aromáticas esencias, además de las ofrendas que se aportan.
Cada movimiento que es realizado se relaciona con cuentas matemática que están incluidos en la geometría sagrada. Mientras se realiza la danza maya con los pies se llama a la madre tierra y se le saluda. Con los brazos se buscar hacer una conexión con el cosmos.
Lo más interesante de todo es que cada movimiento tiene como objetivo el sanar, armonizar, crear salud y abundancia para finalmente elevar los brazos al cielo como símbolo de desprendimiento del espíritu hacia Dios.
Con el siguiente vídeo puedes ver una representación asombrosa de la danza del fuego maya.
Danza maya del sol.
Como bien pasa en muchas culturas latinoamericanas, la danza maya se ha visto enriquecida gracias al aporte de diversos elementos de diferentes tribus o ciudadanos.
En este orden de ideas, la radican lakota, tribu de indígenas nativos americanos provenientes de Estados Unidos, ha sido una de las influencias más notables en la danza maya teniendo un intercambio de costumbres considerable.
Y es precisamente de los indios lakota de quien se ha importado y representado la danza del sol en México por diversos grupos culturales regionales
La danza del sol es un ritual que se hace con el fin de agradecer y ofrendar para la fuerza vital que ocupa en el universo, el cual es llamado por los lakota como Wakantanka, lo que significa el Gran Espíritu en lenguas indígenas de México.
Se caracteriza por ser un ritual exclusivamente masculino, aunque en la actualidad las mujeres están teniendo una mayor participación en el. La danza maya del sol se realiza durante los meses de julio o agosto, meses de verano, cuando los das son más largos y calurosos, coincidiendo con la fecha en la que los arboles comienzan a dar frutos y sucede la renovación del ciclo vital.
El evento dura 4 días con sus respectivas noches, tiempo durante el cual los participantes bailan sin cesar y sometiéndose al ayuno total de agua y comida.
Para comenzar la ceremonia se debe cortar un árbol que mida entre 3 y 5 metros de altura para plantarlo en un círculo ceremonial que puede llegar a medir 12 metros de diámetro. Es alrededor de este simbólico árbol de la vida o centro del universo, que se realiza la danza maya.
A este árbol los participantes pueden amarrar lienzos de colores, bolsas de tabaco y demás elementos para hacer sus ofrendas y oraciones hacia el árbol.
Durante los 4 días de celebración se deben realizar 7 rondas o sesiones de baile, que normalmente tienden a durar un total de ente 45 minutos y una hora. En las rondas los danzantes centran su atención al árbol sagrado así como a los 4 vientos.
Luego de finalizar cada ronda, los participantes pasan sus pipas, las cuales están cargadas con tabaco, a los observadores para que estos fumen y se comparta la medicina y la bendición. Cuando termina cada día se realiza una ceremonia de purificación llamada inipi.
Para terminar el evento, después de los 4 días de danza, se debe hacer una ofrenda de piel. Para ella se debe hacer una ofrenda de dolor corporal enorme. Primero se colocan una piel de bisonte encima, estando junto al árbol sagrado.
Cuando están preparados el chamán procede a hacerles, a los participantes varones, en el pecho encima de las tetillas dos cortes verticales paralelos, por donde se introducen posteriormente unas púas de manera que son anudadas a una cuerda sujeta al árbol.
Antiguamente las mujeres que participaban de esta danza, eran excluidas de esta última prueba aunque hacían a su modo su sacrificio doloroso de piel, pues del brazo les eran arrancados pedazos pequeños de piel.
De igual manera a los niños se les perforaban las orejas como un acto simbólico que representaba que ya eran miembros oficiales de la comunidad.
Para finalizar la ceremonia, los hombres deben liberarse del árbol al que están atados, y para hacerlo primero danzan para acercarse a él, rezar y luego se alejan rápidamente para echarse hacia atrás y tensar la cuerda, haciendo que su piel se tense igualmente.
Luego de ejecutar este mismo movimiento en tres oportunidades. La cuarta vez se dejan caer hacia atrás con todo el peso de su cuerpo con lo cual su piel se desgarra y quedan libres del árbol. Los cantos y las danzas se terminan cuando el último de los participantes ha logrado liberarse.
Danza maya del maíz.
Esta danza es también conocida por el nombre de “La Paach”. Era una ceremonia de agradecimiento dirigida a esta deidad por haber proporcionado una buena y abundante cosecha que se espera que se repita el próximo año.
Un baile originario de la época precolombina, que con la llegada de los españoles adquirió unos nuevos matices católicos, pero siguió llevándose a cabo en honor de una buena cosecha y abundancia del producto para todo el año.
Este baile es ejecutado para agradecer a la Santa Madre Mario o Santa Paach como era conocida por los indígenas, por haber dado y terminado un buen ciclo de cosecha. Esta celebración marca el inicio del periodo de descanso de las siembras, funcionando también como una recreación comunitaria y el signo del fin del ciclo vital del maíz.
Se lleva a cabo una especie de desfile, en el cual se toca música de los instrumentos chirimías y tambores y es mostrado a la Santa Paach en su risco, donde llegan buscando al Niño y el Corazón de Jesús.
Para terminar la celebración, se hace en la casa de un miembro de la comunidad quien debe brindar un almuerzo consistente generalmente de tamales de maíz amarillo y luego realizar una danza ceremonial.
En la actualidad, esta danza precolombina ha sido declarada como patrimonio inmaterial de la humanidad por parte de la UNESCO, aproximadamente desde el año 2013. Este nombramiento deja ver la importancia que puede representar para las comunidades indígenas de México.
Cuando se realizan el baile los hombres y mujeres se separan para hincarse y preparar el incienso en el altar y así luego poder danzar al ritmo de la música tradicional.
Danza maya de la lluvia.
Los sacerdotes que regían la cultura maya tenían una conciencia colectiva basada en el que cree, crea y hace. Es debido a esto que se dio un mayor culto al Chac, la cual era el dios de la lluvia y todos los elementos relacionados con ella como el rayo, el relámpago y el trueno.
Con el Chac, o dios de la lluvia, se relaciona Kukulkan también denominada Quetzal Caam para la cultura maya, y que se representaba como una gran serpiente emplumada. Los dos dioses se relacionaban con lo que se aspira en cuestión de materia y espíritu, siendo también un símbolo de sabiduría y de la Madre Tierra.
Además era asociado también con la Señora de Itzamná, llamada también Ixchelm siendo esta la diosa de la medicina y de la procreación que se decía habitaba en los lagos, lagunas y ceñotes.
Esta era llevada a cabo por doncellas vírgenes, las cuales se ataviaban con vestiduras que marcaran la fertilidad y la prosperidad que esta diosa atribuía. Esta danza maya está ligada a Kukulkan debido a que representa un símbolo de la tierra que recibe a la lluvia para ser capaz de crear una nueva vida.
Danza maya de Guatemala.
La cultura maya, quiché y la tradición española se han unido hoy en día, para celebrar la feria municipal de Joyabaj, en el departamento de Quiché, siendo esta una comunidad indígena que está ubicada al noroeste de Guatemala.
Desde temprano, se reúnen en estos espacios muchos danzantes que ejecutan diferentes tradiciones y bailes de la tradición Quiché como es el caso del Baile de “Torito” que se ejecuta al ritmo de la marimba.
En este baile se reúnen a tres traviesos toros que se encargan de retar a los conquistadores españoles en diferentes tipos de travesuras. Los aludidos armados con látigos, tratan de calmar a los animales mientras también molestan los observadores con empujones y bromas.
Además se representa el “baile de los mexicanos”, este consiste en un grupo de hombres con máscaras y sombreros de charros que se pelean por la atención de una mujer, que no hace más que rechazarlos a la vez que los hombres hacen alarde de sus habilidades bailadoras y se retan unos a otros con pistolas de juguete.
Pero estas danzas son solo la apertura del evento que es más esperado por los pobladores y por muchos turistas curiosos, se trata del “baile del palo volador”. En este ritual hay 4 hombres que se cuelgan de un palo de 30 metros de altura mediante lazos.
Luego de subir las largas escaleras, los hombres danzantes que se conocen con el nombre de “voladores” o “mashines”, llevan a cabo una danza maya que está basada en una historia del libro sagrado Maya Quiché, el Popol Vuh.
En esta historia se cuenta la historia de los hermanos llamados Jun Batz y Jun Ch’owen. Cada uno de ellos trato de asesinar a su gemelo llamados Hunahpú e Ixbalanque y cuando fallaron en el intento de homicidio los dioses los castigaron convirtiéndolos en monos.
Debido a esto, los hermanos danzantes bailan graciosamente mientras van bajando y se desenrollan de los lazos al ritmo de la tradicional música de Joyabaj.
Para la elección del palo desde donde se ejecuta la danza, los bailadores hacen previamente el ritual del “fuego sagrado”, donde piden a la naturales que los guie en la elección del árbol adecuado para después trasladarlo al centro del parque por decenas de hombres.
Este ritual esta contemplado también en el Popol Vuh, donde se dice que el palo tuvo que ser cargado por 400 hombres para poder trasladarlo.
Esta tradición del palo volador ahora es solo ejecutada en fiestas patronales, pues luego de la llegada de los españoles, los indígenas se vieron obligados a reacomodar sus celebraciones en concordancia con la cultura española y sus costumbres.