Humberto Moré sobresalió como uno de los artistas plásticos más notorios del Ecuador. Y eso no fue todo, ya que además de pintor también se aplicó a la escultura y al muralismo, y su genio lo llevo a ser escritor y crítico de arte, facetas que desempeñó con elevados niveles de calidad. Se le tiene como el creador de la Signología Funcional.
Biografía de Humberto Moré
Humberto Moré, cuyo nombre verdadero era Humberto Lalot Rivadeneira Plata, vio la luz en 1929, un 14 de abril en Esmeraldas. Sus padres Víctor Rivadeneira Ricardelli, quien fue militar partidario del general Eloy Alfaro, y María Libia Plata Torres, de quienes Humberto fue el segundo de cuatro vástagos.
Primeros años
En sus años iniciales fue su madre quien se encargo de su cuidado, así como de sus hermanos Guizot, Guido y Adalgiza. La ausencia paterna se debía a sus continuos viajes a causa de las campañas que se luchaban en la época.
Humberto Moré fue llevado por su padre a Quito a realizar sus estudios primarios como alumno internado en un colegio religioso. Su curiosa inquietud infantil le llevó a realizar experimentos con químicos que le causó una rápida expulsión. La inquietud artística de Moré avivó tempranamente. El pintor del Ecuador señalaba que todo había comenzado cuando apenas siendo un infante, se le reveló la excitación provocada en él por los colores de los juguetes. Ya muerta su madre fue llevado a realizar su vida en la Provincia de Santa Elena donde residió hasta sus 15 años.
Sin educación formal, de modo esencialmente autodidacta empezó a comprender el mundo que le rodeaba, y en la plenitud de su adolescencia se inició con el dibujo de figuras y fotos de revistas, así como a reproducir las caricaturas de los periódicos y los carteles del cine. A sus 19 años, Moré intentó comenzar un negocio elaborando jabón, del cual se olvidó pronto y empezó a laborar con su hermano Guizot en San Miguel del Milagro.
Esposa
Cuando tenia 20 años contrajo matrimonio con Juana Ludgarda Chaw Cotallet. Con ella tuvo 7 hijos que llevaron por nombres Elizabeth, Tony, Leonardo, Jezabel, Dean, Irina e Ilona Rivadeneira Chaw.
Hijo
Leonardo Rivadeneira Chaw es el hijo de Humberto que escribió el libro “Humberto Moré y su Signologia”, especie de biografía y reflejo de su obra. Leonardo es un profesional guayaquilense que creció en un ambiente cultural donde su padre le inculcó el gusto por el arte y la lectura. Fue profesor además de artista y ha sido Gerente en varias empresas periodísticas.
Muerte
Para junio de 1984, encontrándose en Nueva York, a Moré se le diagnostica que tenia cáncer. Esto le llevo de retorno a Guayaquil, donde fue operado con la idea de extraerle el tumor maligno que lo afectaba. Tras algunos meses después es llevado a La Habana, Cuba, junto con su segunda cónyuge Iris Rendón, para chequear su estado de salud. Humberto Moré murió el 28 de octubre de 1984 en esa ciudad y sus restos fueron llevados, a posteriori, de retorno al Ecuador por su hermano Guizot Rivadeneira.
Humberto Moré nos dejó cuando se hallaba en pleno esplendor creativo. Tras décadas luego de su fallecimiento, siempre su extraordinaria herencia artística perdurará en nosotros presente.
Una Vida en el Arte
En sus inicios artísticos conformó parte de un grupo de jóvenes artistas de Guayaquil de las años de 1950 a 1960 que se dispusieron a revolucionar las artes plásticas en el Ecuador. Junto a Moré se encontraban otros como Estuardo Maldonado, Enrique Tábara y Luis Molinari, quienes fueron influenciados por las corrientes que evolucionaban en Europa y exploraron generar un lenguaje propio.
Tanto Moré como Tábara tenían 20 años cuando trazaban sus obras en maneras distintas, pero los trabajos de Tábara, si bien encantaban, no tenían salida ya que su autor no era un buen vendedor de ellas. Así que decidieron, por lo tanto, autografiar estos paisajes de Tábara como de Moré, y Humberto, quien jamas utilizó el apellido de Lalot como creador, los expendía muy bien, ayudado para ello por su desenfado, carisma y talento.
Década de los 50
Por el año 1954, a sus 25 años, Humberto Lalot Rivadeneira hizo pública su primera exhibición de dibujos. Fue una escuela de niñas en El Milagro, el sitio escogido por este juvenil artista de la plástica como escenario precursor para su muestra. Fue en esos tiempos cuando seleccionó el nombre Moré como su seudónimo. Para ello realizó la mezcla de varios nombres de artistas que eran de su admiración: Monet, Manet y Renoir. Juan Castro y Velázquez apuntó que Enrique Tábara declaró que él inventó ese apodo para su amigo y socio, con la expectativa de vender más cuadros.
Luego de escoger su nuevo apodo, igualmente en el mismo año de 1954, Humberto Moré realizó su primera gran muestra individual en la Joyería Esmeralda, localizada en la ciudad de Guayaquil. Moré ejercitaba el arte del dibujo con sus hijos y su pareja como patrones, pues los representaba frecuentemente. De esa manera el artista desarrollaba su pulso y obtuvo control de la técnica. Él creía que todo artista debía controlar el retrato para poder arriesgarse a otros estilos.
Aunque en sus primeras andanzas en la labor plástica, trabajó en una gran diversidad de procesos objetivos como reproducciones de autores como Rubens o Rembrandt, dibujos al estilo de Durero y retratos a la forma de Ingres, de manera gradual apuesta por una proposición conceptual básicamente geométrica, con una profunda influencia de la estilización postcubista. En sus años iniciales sintió atracción por el surrealismo de Dalí. No obstante, en las etapas subsiguientes Moré progresaría hacia otras tendencias.
Desde 1955 Moré establece su domicilio en Guayaquil, ciudad en la cual se enfocó en profundizar sus erudición artística. Al unisono averiguó los medios para formarse un nombre en la ámbito cultural Ecuatoriano. Intentó revisar varias etapas del arte para luego abordar al impresionismo, particularmente por Cezanne, y de allí siguió al expresionismo.
En la labor de Humberto Moré es muy relevante la presencia del uso de trazos curvos y rectos. Aun siendo su fuerte la actividad plástica igualmente participó en la literatura, particularmente como poeta y comentarista artístico. Comenzó nombrando a sus piezas como partes de un Expresionismo distinto, que al pasar del tiempo se convertiría en lo que catalogó como Signología Funcional. Humberto Moré se aproximó a las imágenes geométricas tomando como referencia a los elementos como delineaciones amplias y colores básicos, en gran medida.
En 1957 obtiene el premio “Universidad de Guayaquil” y fue para la época que decidió tomar al arte como una actividad a tiempo completo. Después promocionó la fundación del Salón Municipal “Fundación de Guayaquil” (1959). Desde esa fecha, Moré tuvo la preocupación de crear espacios que se utilizaran como plataformas para que los creadores pudiesen exponer su trabajo.
Década de los 60
En 1962 ocurrió un suceso que le catapultó a su terminante proyección: con su pintura “La Libertad” recibe el principal galardón en el Salón de Julio “Fundación de Guayaquil”. Paulatinamente su nombre va teniendo un rol de gran relevancia en el espacio artístico de Ecuador , a pesar de que casi nunca salia de Guayaquil. Se le consideraba como uno de los mayores pilares en los que se soporta la renovación plástica del país junto a otros artistas también de origen guayaquilense.
Siempre fue autentico en todos sus concepciones, detalló sus comienzos como “expresionismo distinto”, al que prosiguió después una tendencia a la geometrización soportada en círculos y valorada en coloraciones luminosos. Continuó su pase a una estilización post-cubista, fundamentada en un apreciación que lo conduciría a obtener el premio principal en el concurso ya nombrado.
Siendo autodidacta, Moré demandaba mucho de sí mismo y se sumía en un océano de libros, tratando de obtener el mayor entendimiento posible. Desde 1963 el pintor ecuatoriano empezó a trabajar con materiales como la madera, arcilla y parafina. En esos tiempos ya Moré se había forjado el nombre que tanto añoraba en el Ecuador y se congregaba con destacados políticos y dueños de empresas con el fin de mercadear su obra. Sumado a ello, gozaba de gran respeto por sus comentarios artísticos.
Años 70
Para los años 1970, Moré ahondó en la acción de conceptualizar su arte. Adicionalmente, llegó a disfrutar de un sitial de honor entre la intelectualidad y sabedores ecuatorianos en temas de lenguaje plástico a causa de sus libros. Sus piezas decoraron los áreas recreativas guayaquilenses desde 1973, época en la que expuso sus bocetos de 4 estatuas funcionales que ejecutó gracias al soporte económico de compañías privadas y de la gobernación del Guayas.
Humberto Moré editó su proclama teórica acerca de la Signología Funcional en 1974. Sin duda, esta fue una de sus épocas de mayores resultados en lo referente a su literatura artística, generación de pinturas y esculturas en la existencia del artista.
Últimos años
Hallándose en Estados Unidos para 1982, Humberto Moré realizó la patente de “The golden body of the Gioconda”, obra cuya noción el autor había mantenido a través de los años para hacer su primer película.
Luego, entre 1983 y 1984 realizó su último proyecto, “Desnudos Eróticos Signológicos” en los que propone que a través del trazo que se hace múltiple por la obra, se origina la aproximación del artista a la obra. Se compone de un conjunto de serigrafías cuyo destino era captar al público de Estados Unidos. El autor había planificado la venta de 40.000 copias con un agente de mercadeo.
Estilo de Humberto Moré
Humberto Moré es el fundador de la tendencia llamada Signología Funcional, cuyos elementos básicos se sostienen en la utilización de lineas rectas y curvas, asimismo de círculos y semicírculos para la composición de todo clase de figuras. Esta sería su receta magistral para dar a conocer una nueva mentalidad del arte y del artista ante el singular ámbito que lo rodea.
Moré fue un estudioso del arte contemporáneo del Ecuador. A la mitad de la década del 60 se envolvió en lo que él denominó “signología funcional”, y una década después, en Quito “…muestra un figurativismo delicado, con acentos decorativos y con métodos de delineado y coloración que rememoran el vitralismo… en la postrer etapa, con fraccionamiento del espacio o de la figura, que se sirve de todas sus indagaciones, se entretiene mordazmente con representaciones insignes del arte, como la monalisa, o pinta cabezas de nobles próceres”.
Los retratos y el desnudo se conformaron en dos elementos de frecuente presencia en el trabajo de Humberto Moré. En los pinturas de personalidades ilustres que ejecutó en los años 80 sacaba provecho del espacio para disponer de un juego de formas, signos y texturas que fortalecían su obra.
El trabajo de Humberto Moré es multifacético y apenas se puede clasificar. Agregado a su actividad pictórica (pinturas y murales), igualmente elaboró diversas esculturas en módulos (lamentablemente hoy extintas) construidas en hierro y hormigón, que decoraron y dieron perspectiva artística a distintas áreas recreacionales de Guayaquil.
La mayor parte de su existencia la pasó en Guayaquil, donde evolucionó y exteriorizó toda la potencia expresiva de su arte no igualable. Su trabajo muestra una manifestación reformadora sostenida en el dibujo de linea gruesa, imbuido con coloraciones casi primarias predominando el azul y el rojo. Moré era bueno como retratista, de sello muy particular. Fue, igualmente, uno de los impulsores de grupos de manga, de escritores, artistas, mecenas y amigos de la cultura y la bohemia de renombrada incidencia en el pasado reciente de Guayaquil.
Humberto Moré ofreció charlas en variados foros, preparo salones de arte y conferencia de artistas. Fue un personalidad polifacético, de exótico valor, en quien se congregaron todas las expresiones del arte. Además de las ya citadas cualidades fue un relevante y reputado integrante de la Casa de la Cultura.
Obras de Humberto Moré
El artista mostraba no solo su talento como artista plástico sino que su versatilidad llevo a la escritura una representación escrita de lo que significaban sus creaciones pictóricas, escultóricas, etc.
Pinturas
Entre las obras mas destacadas de este relevante artista de la plástica ecuatoriana se encuentran:
- La pesca (1957).
- La libertad (1962).
- Sonidos del espacio (1964).
- Metamorfosis de la forma (1966).
- Edad de la razón (1968).
- El hombre de la arquitectura vernacular (1975).
- Serie “Rostros del Ecuador” (década de 1980).
Publicaciones
Uno de los mayores fortalezas en lo referente a la obra de Humberto Moré, fue su talento de racionalizar las nociones que se exponían en su arte. Varios fueron lo libros que editó:
- Las formas (1966), libro-álbum de bocetos.
- Evaluación de los Ismos (1968), tratado sobre los grandes maestros del arte.
- Actualidad Pictórica Ecuatoriana (1970), ensayo sobre el arte nacional ecuatoriano entre 1950 y 1970. Texto de apreciación artística.
- Manifiesto teórico de la Simbología Funcional (1974).
- Bolívar, Sol de América (1983), poemas y pinturas en honor al bicentenario del natalicio del Libertador Simón Bolívar.
¿Qué es la Signología Funcional?
Usando las propias palabras de su creador e impulsor, “La Signología Funcional es mi mirada desde uno de los tantos puntos en los cuales nos es dado revelar el valor de la forma, como la sosegada y vertical de Durero, frente a la alarmante de Miguel Ángel. La óptica de ellos es la correspondencia psicológica después de ser marca de religión y mito, mientras que en nosotros más deseosos de tránsitos racionales y novedosas problemáticas, aparece como psicología mecánica, tan concluyente como la exigencia que los reglamentos nos obligan de tiempo en tiempo”.
En nuestra época, el mejor indicado es su hijo, Leonardo Rivadeneira Chaw, para exponer de manera clara sobre la Signología Funcional: “Moré, como erudito del arte, había reconocido los procesos progresivos del arte en Europa. Desde el neoclasicismo se mostraron una diversidad de novedosos ismos, hasta que Cezzane, daba las iniciales delineaciones volumétricas del arte moderno, para que autores como Braque, Gris y Picasso se concentrasen y divulgasen el cubismo.
A posteriori Piet Mondrian propugnaba el Neoplasticismo donde la linea recta en ubicación vertical y horizontal facilitaban el nuevo arte. Moré avanzó mas allá y pensó que la curva igualmente era parte de ese proceso. Desde 1966 realizó sus iniciales bocetos acerca de esta apreciación, dibujo cientos de pinturas, donde se incluyen posteriormente grandes piezas de personalidades históricas del Ecuador con el preponderancia de la recta y la curva que Moré llamó “Signología Funcional” como teoría plástica.
Fallecido Humberto Moré en el año 1984, dejó su herencia a las nuevas generaciones de artistas ecuatorianos, y en control de su hijo Leonardo, una enorme cantidad de materiales con los que se pudo elaborar el texto “Humberto Moré y su Signología”. Por el influjo de esta corriente, Moré empezó a averiguar su propio estilo al que inicialmente llamaba “Expresionismo diferente”. Comenzando desde allí ensayó con diversos enfoques y en forma progresiva pudo conseguir una noción con la que se pudo adaptar, el de la Signología Funcional.
Con la Signología Funcional, Moré intentaba mirar el valor de la figura desde uno de sus vértices. Pensaba que el valor de la figura existía a partir del enlace del signo con la teoría, aunque se desconociera bajo que método. Para terminar, Moré daba por seguro que la Signología Funcional era armoniosa y ventajosa puesto que la codificación que se hallaba en la pieza generaba una función y un espacio en actividad.
El Agricultor
Humberto Moré nos expresa acá la imagen de un agricultor llevando sus cosechas en pinturas cuadráticas con curvas que conllevan a la signología funcional que era en lo que se basaban sus pinturas, todas con simetría y orden en cada uno de sus pigmentos.