En el parque Yasuní, específicamente en la extensa selva Amazónica ecuatoriana, viven los Taromenane, un grupo de indígenas que decidieron permanecer aislados de la civilización, en algo conocido como “aislamiento voluntario”.
Pueblos Ocultos
Los taromenane junto a los tagaeri, representan la última parte de los pueblos ocultos, se les llama de esta manera porque han permanecido desconectados de la sociedad creciente que los rodea. Se sitúan en alguna parte cerca de la frontera con Perú en una zona completamente deshabitada.
Viven completamente separados de todo lo relacionado con la civilización, incluyendo gobiernos, leyes, estructuras de estado o cualquier cosa que simbolice una amenaza a sus normas, alimentación, justicia y estilo de vida.
¿Dónde viven?
Habitan en chozas elaboradas con materia prima vegetal (hojas, troncos y ramas), se dividen en grupos de 20 a 50 personas que integran el grupo familiar estándar.
Se alimentan de cualquier animal que puedan cazar o pescar usando lanzas y cerbatanas. Una vez creen agotados los recursos del lugar habitado, recogen sus cosas y emigran a otro sitio que se adecue a su forma de vivir. (ver: Andoas)
Se cree que aún viven en el nomadismo dentro de las selvas ecuatorianas, en donde aún continúan practicanto su cultura ancestral, evolucionando a su modo.
De los Taromenane se conoce muy poco, a excepción de fotografías tomadas desde el aire, imágenes satelitales y alguna que otra anécdota contada por algún investigador u observador. Basados en ellos, se podría decir que existe una población de 250 Taromenane aproximadamente (Cifras sin comprobar).
La exploración cercana a los Taromenane se considera peligrosa, existen testimonios de grupos de investigación que se han acercado demasiado a sus comunidades, que han resultado heridos de gravedad por estos nativos.
Expresan haber presenciado encuentros sangrientos en donde parte del equipo ha muerto a causa de ataques con lanzas. No solo los misioneros y funcionarios públicos han resultado agravados, también se ha enzarzado en duelos con otros grupos indígenas.
Según informes, en el año 2013 se registraron 25 Taromenane muertos, a causa de un enfrentamiento con otro pueblo aborigen llamado Waorani, que cobraban venganza por un pariente asesinado a manos de los Taromenane.
De igual forma los Waorani también han ofrecido declaraciones acerca de los Taromenane, los describen como gigantes legendarios, guerreros tan rápidos como el jaguar, con armas alargadas y precisas, parecidos a ellos pero totalmente diferentes.
Afirman que esta comunidad se mantiene escondida, no aceptan ningún contacto que no sea de ellos mismos.
En el siguiente video podrás ver un reportaje especial, se trata de Omatoke una mujer Taromenane que afirma ser la voz de los Taromenane.
Incluso se dice que los Taromenane cocinan de noche, para evitar que el humo de sus fogatas delate su ubicación en el día. Son en relativos términos pacíficos, pero se vuelven una amenaza para con los que atenten contra su aislamiento.
¿Por qué se llaman Taromenane?
Se les llama Taromenane debido a que descienden de un guerrero Waorani que decidió aislarse y vivir solo con su familia, su clan se llamaba Tagaeri.
Esta comunidad aborigen se caracteriza por ser fiel a sus ideales culturales, desde hace unos 4 mil años los Taromenane viven en el mismo territorio y sus adyacencias.
Actualmente se enfrentan al constante cambio en la civilización que los rodea, pues han tratado en ocasiones de colonizar sus tierras para realizar actividades ilegales como comercio de minerales, animales y madera. (ver: Secoya)
Esto sin contar con las actividades que si son legales como el turismo y la exploración científica.
En Ecuador, los Taromenane se han convertido en un íconos de pureza y fuerza, almas como el jaguar que sobrevivirán para siempre en la selva y en los ríos. (ver también: Indigenas Caribes)
Plan de Medidas Cautelares
En 2016 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, exigió al gobierno ecuatoriano medidas preventivas para cuidar la existencia de esta comunidad.
Es por ello que el gobierno procedió a instalar cámaras de seguridad en las zonas adyacentes a los pueblos ocultos en el parque Yasuní.
Con estas se vigilarían a dicha comunidad indígena, así como también registrarían sus movimientos y progresos. Con las cámaras ya instaladas, procedieron a recopilar imágenes que probaran la presencia activa de los aborígenes.
Llegando a un total de 55 evidencias que sirvieron para terminar de consolidar el Plan de Medidas Cautelares, con el que protegerían a los nombrados oficialmente como pueblos indígenas aislados.
Actualmente el estado ecuatoriano en conjunto con el ministerio de protección a la vida indígena del mencionado país, han logrado garantizarle derechos a estas comunidades aborígenes. Por ejemplo, a mantener su propia filosofia de vida, desarrollar su identidad como pueblo y fortalecer sus tradiciones, propias de sus valores culturales.
Pero por sobre todos estos reinan los derechos a no ser despojados ni desplazados de sus territorios, a respetar sus conocimientos medicinales, a aceptar sus tradiciones aborígenes, a admirar sus rituales sagrados y lugares santificados.
Así mismo la constitución ecuatoriana menciona a los pueblos ocultos que residen en el parque Yasuní, en el artículo 57 que dicta:
“Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas para garantizar sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá delito de etnocidio, que será tipificado por la ley”